Estudiantes, docentes y personal de apoyo que mantiene la toma en la Universidad Nacional de Salta aprobaron anoche en asamblea asistir a una “mesa de diálogo”, convocada por el rectorado (sin fecha prevista), con siete delegados: un estudiante por facultad, un docente, y el secretario general de Adiunsa, Jorge Ramírez.
A través de un interlocutor, las autoridades habían sugerido que con la presencia de tres delegados, el rector en función Miguel Boso y dos decanos es “suficiente” para abrir el diálogo. También se acordó para hoy, a las 18, una marcha interna. Al cierre de esta edición, los asambleístas aún definían la modalidad de la movida (de silencio o ruidosa). También se supo que este viernes se movilizarían en el centro de la ciudad.
Para el secretario general de la universidad, Ricardo Falú, es importante abrir el diálogo. “Queremos que sea una cuestión ejecutiva (en el sentido práctico). No va a ser el último encuentro, pero queremos acercar las posiciones. Haber que cosas podemos compatibilizar para que se deponga la toma y se dé lugar a la libertad de tránsito y pensamiento. Y a partir de ahí ver qué puntos hay que tratar”.
Ayer, la toma del rectorado y el Consejo Superior cumplió su treceavo día. A pesar del agotamiento físico generalizado, aún hay fuerzas para persistir en la protesta aunque las asperezas entre los asambleístas empiezan a hacerse notar. Anoche, en medio de la asamblea, hubo enojos y subidas de tono. Varios se fueron descontentos con las mociones aprobadas respecto a la cantidad de los representantes de la asamblea que tendrán la responsabilidad de llevar el mandato con los ahora ocho puntos del pliego de reinvindicaciones.
La toma inició el pasado 10 tras el rechazo de la resolución 340.
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Estudiantes, docentes y personal de apoyo que mantiene la toma en la Universidad Nacional de Salta aprobaron anoche en asamblea asistir a una “mesa de diálogo”, convocada por el rectorado (sin fecha prevista), con siete delegados: un estudiante por facultad, un docente, y el secretario general de Adiunsa, Jorge Ramírez.
A través de un interlocutor, las autoridades habían sugerido que con la presencia de tres delegados, el rector en función Miguel Boso y dos decanos es “suficiente” para abrir el diálogo. También se acordó para hoy, a las 18, una marcha interna. Al cierre de esta edición, los asambleístas aún definían la modalidad de la movida (de silencio o ruidosa). También se supo que este viernes se movilizarían en el centro de la ciudad.
Para el secretario general de la universidad, Ricardo Falú, es importante abrir el diálogo. “Queremos que sea una cuestión ejecutiva (en el sentido práctico). No va a ser el último encuentro, pero queremos acercar las posiciones. Haber que cosas podemos compatibilizar para que se deponga la toma y se dé lugar a la libertad de tránsito y pensamiento. Y a partir de ahí ver qué puntos hay que tratar”.
Ayer, la toma del rectorado y el Consejo Superior cumplió su treceavo día. A pesar del agotamiento físico generalizado, aún hay fuerzas para persistir en la protesta aunque las asperezas entre los asambleístas empiezan a hacerse notar. Anoche, en medio de la asamblea, hubo enojos y subidas de tono. Varios se fueron descontentos con las mociones aprobadas respecto a la cantidad de los representantes de la asamblea que tendrán la responsabilidad de llevar el mandato con los ahora ocho puntos del pliego de reinvindicaciones.
La toma inició el pasado 10 tras el rechazo de la resolución 340.