Las señales que advertían que el frente que en 2011 llevó a Urtubey a la gobernación corría riesgo de fracturarse eran claras. La ruptura con el Partido Renovador fue una. Pero no fueron escuchadas y aquello estuvo a punto de concretarse. Es que ayer, el diputado nacional y referente del Partido de la Victoria -principal aliado del PJ- José Vilariño amenazó con romper con el frente oficial que encabeza Juan Manuel Urtubey y abandonar esa frágil coalición.
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Las señales que advertían que el frente que en 2011 llevó a Urtubey a la gobernación corría riesgo de fracturarse eran claras. La ruptura con el Partido Renovador fue una. Pero no fueron escuchadas y aquello estuvo a punto de concretarse. Es que ayer, el diputado nacional y referente del Partido de la Victoria -principal aliado del PJ- José Vilariño amenazó con romper con el frente oficial que encabeza Juan Manuel Urtubey y abandonar esa frágil coalición.
Las declaraciones de Vilariño se sustentaron en la exclusión que sufre el Partido de la Victoria del proceso de toma de decisiones dentro del frente y en la falta de conducción que golpea al mismo, integrado además por el Frente Plural, el PJ y Memoria y Movilización. “Queremos ser parte en serio. Queremos un cambio, si no, nos vamos. Hay una insistencia del gobernador de tratar de priorizar la relación solamente con uno de los partidos -el PJ- y no con todos los que formamos el frente. Pero él es el conductor de todo un frente”, reprochó el legislador.
Un simple análisis permite dilucidar que la derrota sufrida por el justicialismo en capital expuso más aún las debilidades del frente: la carencia de liderazgo y la predominancia de las decisiones del PJ por sobre sus socios, sin cuyo apoyo difícilmente podría mantener el caudal de votos.
En mayor profundidad, los dirigentes del Frente para la Victoria más radicales entendieron que el avance de la izquierda dura tiene correlación con la pérdida de contacto con las bases y las nulas estrategias para recuperar “la calle”. Incluso en off, reniegan de que el voto castigo, motivado por las falencias de la gestión, afectó a todos los partidos integrantes.
Las consecuencias
Pedido de cambios, como ocurre generalmente después de cada elección, sobre todo cuando los resultados electorales son adversos. Aunque, en esta oportunidad, la necesidad de que se reacomode el tablero del gabinete provincial salió desde el propio oficialismo. Manuel Godoy, presidente de la Cámara de Diputados, y José Vilariño encabezaron la demanda. Lo cierto es que el fuerte avance del Partido Obrero (PO) descolocó a muchos del PJ porque las grietas que los dividen se pusieron de relieve con mayor fuerza.
Vilariño consideró que “me parece importante considerar un cambio. Yo si estuviera en su lugar (en referencia al gobernador Juan Manuel Urtubey) me daría cuenta de que necesito un equipo de gobierno que me acompañe más”. El legislador dijo que “los ministros no lo acompañan a Urtubey. El tiene un ritmo y los ministros otros”. Manuel Godoy, acérrimo oficialista, también marcó y públicamente la necesidad de que el gobernador modifique la composición del gabinete: “Es importante que el gobernador vea el comportamiento de sus ministros porque se está entrando a una recta final de los últimos dos años”, dijo.
Cambios en la Municipalidad
El intendente de la ciudad, Miguel Isa, a diferencia de Urtubey, ya expresó la necesidad de mover algunas fichas del gabinete municipal, aunque no dio nombres ni hizo mención a ninguna área en particular. Solo advirtió que lo haría impulsado por los resultados electorales. “Miguel antes de subirse al avión -se encuentra en Roma- nos dijo que quiere un municipio eficiente”, dijo en off un viejo operador que pidió no ser nombrado. Agregó que “él está descontento con la gestión. Hay mucha burocracia, poca llegada a los vecinos y un desgaste que es necesario evitar”. El primer nombre que circuló fue el de Walter Wayar, exvicegobernador de Salta y actual diputado nacional, para ocupar la jefatura de Gabinete. En diálogo con este medio, el legislador sostuvo que “nunca hablé de ese tema con el intendente. Nadie me lo ofreció”. Consultado sobre si aceptaría en caso de un ofrecimiento, expresó “no voy a aceptar un cargo a costa de cualquier cosa. Yo tengo una forma de trabajar y una visión”.
Un funcionario municipal relató que “hay tres ejes sobre los que el intendente va a actuar: un estrechamiento de las relaciones con la Nación -para conseguir fondos-, con la Provincia, y otro que se apoye en mejorar el funcionamiento interno de la administración municipal.
Los condicionamientos para los cambios que Isa quiera implementar son grandes. No va a mover ficha alguna sin la aprobación de Urtubey.