Una empanadita o una humita no le viene mal a nadie cuando la jornada laboral está avanzada. El problema surge cuando quien hizo el tentempié integra un organismo de seguridad o emergencia y se toma un tiempo prolongado para este paréntesis laboral, completamente desconectado de su labor.
El lector que envió esta fotonoticia relató que mientras él pasaba, escuchó a través de las radios de ambos vehículos a un desesperado operador que llamaba insistentemente a sus compañeros de trabajo. “Atento, atento, móvil...”. Obvio que la respuesta no existió hasta que los platos quedaron vacíos al igual que las botellas.
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Una empanadita o una humita no le viene mal a nadie cuando la jornada laboral está avanzada. El problema surge cuando quien hizo el tentempié integra un organismo de seguridad o emergencia y se toma un tiempo prolongado para este paréntesis laboral, completamente desconectado de su labor.
El lector que envió esta fotonoticia relató que mientras él pasaba, escuchó a través de las radios de ambos vehículos a un desesperado operador que llamaba insistentemente a sus compañeros de trabajo. “Atento, atento, móvil...”. Obvio que la respuesta no existió hasta que los platos quedaron vacíos al igual que las botellas.