Viviana Canosa anda de mal en peor. Su vida no parece tener calma desde comienzos de año y ni el esperado embarazo consigue darle serenidad. Pareciera que los problemas y/o escándalos crecen al mismo ritmo que su pancita.
Canosa no es de las figuras de perfil más bajo, pero nunca ocupó el lugar que tiene ahora en los títulos del espectáculo.
Todavía no había empezado el año televisivo cuando se enteró que su vuelta al Canal 9 sería sin sus tres panelistas varones. Ella juró y perjuró que nada tuvo que ver en el asunto, pero no fueron pocas las voces que le reclamaron, por lo menos, una reacción muy tibia frente a semejante decisión.
Su amiga y abogada, Ana Rosenfeld, le dijo ayer al diario La Nación que Viviana “está enojada por el destrato que siente de su producción y de la gerencia del Canal 9”, además de haber sumado otra preocupación por la tendinitis en un pie que se suma al diagnóstico médico que la alejó de la pantalla hace poco más de una semana.
La letrada consignó también que “cuando pedí que el canal no hablara u opinara sobre Viviana desde la burla o la agresión, obviamente lo hice en función de que en su propio programa la están maltratando. Pero de ahí a pasar al ninguneo total, que nadie se comunique con ella o le mande un saludo al aire, es un destrato que no le hace gracia a nadie”.
Al comienzo de la semana pasada Canosa sufrió un esguince de tobillo que le impidió salir al aire. El programa quedó a cargo de sus panelistas, Evelyn von Brocke, Yanina Latorre y Amalia Granata. Sin embargo, al día siguiente, Chiche Gelblung ofició de conductor invitado y propuso a las tres mujeres un “juego de confesionario” para que hablaran sobre Canosa. Como era de esperar, el jueguito enojó a la conductora, quien lo consideró una falta de respeto hacia su persona. Desde entonces, no se volvió a hacer mención alguna sobre ella ni sobre su estado de salud.
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Viviana Canosa anda de mal en peor. Su vida no parece tener calma desde comienzos de año y ni el esperado embarazo consigue darle serenidad. Pareciera que los problemas y/o escándalos crecen al mismo ritmo que su pancita.
Canosa no es de las figuras de perfil más bajo, pero nunca ocupó el lugar que tiene ahora en los títulos del espectáculo.
Todavía no había empezado el año televisivo cuando se enteró que su vuelta al Canal 9 sería sin sus tres panelistas varones. Ella juró y perjuró que nada tuvo que ver en el asunto, pero no fueron pocas las voces que le reclamaron, por lo menos, una reacción muy tibia frente a semejante decisión.
Su amiga y abogada, Ana Rosenfeld, le dijo ayer al diario La Nación que Viviana “está enojada por el destrato que siente de su producción y de la gerencia del Canal 9”, además de haber sumado otra preocupación por la tendinitis en un pie que se suma al diagnóstico médico que la alejó de la pantalla hace poco más de una semana.
La letrada consignó también que “cuando pedí que el canal no hablara u opinara sobre Viviana desde la burla o la agresión, obviamente lo hice en función de que en su propio programa la están maltratando. Pero de ahí a pasar al ninguneo total, que nadie se comunique con ella o le mande un saludo al aire, es un destrato que no le hace gracia a nadie”.
Al comienzo de la semana pasada Canosa sufrió un esguince de tobillo que le impidió salir al aire. El programa quedó a cargo de sus panelistas, Evelyn von Brocke, Yanina Latorre y Amalia Granata. Sin embargo, al día siguiente, Chiche Gelblung ofició de conductor invitado y propuso a las tres mujeres un “juego de confesionario” para que hablaran sobre Canosa. Como era de esperar, el jueguito enojó a la conductora, quien lo consideró una falta de respeto hacia su persona. Desde entonces, no se volvió a hacer mención alguna sobre ella ni sobre su estado de salud.
Una realidad entre amores y odios
Y en el río revuelto que es la situación de Canosa su archirrival de los medios, Jorge Rial, pidió solidaridad para con ella. “Creo, personalmente, que hay saña con Viviana Canosa. Creo que hay un límite”, dijo en su programa “Intrusos”.
Sin perder tiempo, la abogada de Canosa recogió el guante y sostuvo que “la actitud de Rial demuestra su don de gente, porque a pesar de que está enemistado con ella por una cuestión de competencia, dejó las rencillas de lado y se solidarizó. Desde lo humano esa actitud es loable y es muy curioso que la haya tenido la competencia y no su propio canal”, recalcó.
También es para destacar la tapa de la revista “Paparazzi”, uno de cuyos dueños es Rial, que dice: “Viviana Canosa, su peor momento de su vida”. Su director, Luis Ventura, escribió en la página 2: “No estoy de acuerdo con esta tapa, no me importa nada de Canosa”.