El exdiputado y titular de la ONG Consumidores Libres, Héctor Polino, se puso al frente de lo que es la reacción de los consumidores al acuerdo de precios implementado por el Gobierno. En dialogo con El Tribuno resaltó que ese acuerdo no beneficia a los consumidores que siguen soportando a diario los embates de la inflación. Abogó por un acuerdo en serio pero con todos los sectores, incluyendo a la industria y productores de materias primas.
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El exdiputado y titular de la ONG Consumidores Libres, Héctor Polino, se puso al frente de lo que es la reacción de los consumidores al acuerdo de precios implementado por el Gobierno. En dialogo con El Tribuno resaltó que ese acuerdo no beneficia a los consumidores que siguen soportando a diario los embates de la inflación. Abogó por un acuerdo en serio pero con todos los sectores, incluyendo a la industria y productores de materias primas.
¿Qué le parece este acuerdo de precios implementado por el Gobierno?
Este acuerdo de precios por 60 días, con vencimiento en abril de este año, desaceleró los aumentos de precios en los productos de la canasta de alimentos de los últimos tiempos. Pero, ojo, no lo evitó del todo. Porque aumentos en el mes de febrero, que es el primer mes del acuerdo, hubo.
No se los respetó del todo...
Mire, de los 38 productos que venimos relevando desde hace 18 años cada 15 días en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires, 19 productos aumentaron de precio, es decir la mitad, 15 bajaron, 4 se mantuvieron sin variación, pero el promedio nos dio un porcentaje de variación del 0,52 por ciento. Si nosotros tenemos en cuenta que en febrero del año pasado hubo un aumento del 1,18 por ciento, es decir que el febrero de 2013, al ser del 0,52 por ciento, hubo una disminución muy importante. Pero en enero del 2012 el aumento fue del 0,57 por ciento. En cambio, en enero del 2013 fue del 1,66 por ciento, casi tres veces más.
¿Qué quiere decir esto?
Que las grandes cadenas de supermercados aumentaron mucho los precios en enero, formaron un colchón que les permitiría aguantar un congelamiento de precios no solo por 60 días sino por un período de tiempo mucho mayor. No obstante, el congelamiento no lo mantuvieron a rajatabla sino que hubo un aumento menor, pero aumento al fin.
¿Cómo se cubre el consumidor ante el accionar de las cadenas de supermercados?
En primer lugar habría que abordar el proceso inflacionario argentino, que es un verdadero cáncer, abordarlo en su totalidad. No tratar de curar un cáncer con una aspirina como se pretende hacerlo con este acuerdo de precios por 60 días. Habría que sentar en la misma mesa no sólo a las cadenas de supermercados sino también al sector industrial. Y no solo al sector industrial, ya que además se debe convocar a los productores de materias primas, agropecuarias o industriales que luego utiliza la industria para elaborar los productos que luego se venden en los supermercados. De modo que habría que convocar desde el productor al consumidor a todos los eslabones de la cadena para poder afectivamente hacer un acuerdo de precios que tenga perdurabilidad en el tiempo. No tan sólo por un período tan exiguo de 60 días.
Es como ponerlos en el freezer hasta nuevo aviso...
Imaginemos que al acuerdo lo prorroguen por 30, 60, 90 días más. Y después, ¿qué pasa?. Entonces, es un tema lo suficientemente complejo que habría que abordarlo en su totalidad
¿Para reunir a todos esos sectores hace falta una decisión política?
Por supuesto, tiene que ser el Poder Ejecutivo nacional el que haga una gran convocatoria y llame a todos los eslabones de la cadena y que se analice minuciosamente toda la estructura de costos, para descubrir en qué eslabón de la cadena se produce una verdadera distorsión y así actuar rápidamente sobre ese eslabón.
Muchos elogian el plan implementado por Dilma Rousseff en Brasil. ¿Cree que se puede proceder igual en Argentina?
Mire, hay que hacerlo, porque si no vamos a continuar con este flagelo. Note usted que Argentina es uno de los pocos países del mundo que tiene una inflación anual, como lo fue el año pasado, que estuvo entre el 23 y el 25 por ciento. ¿Por qué razón países limítrofes con gobiernos de signos políticos distintos al nuestro tienen un índice inflacionario de un 3,4 o 5 por ciento?
¿Hay que ver qué es lo que pasa este año?
Exacto, al tema hay que abordarlo en su totalidad. No con medidas como el acuerdo de precios que se anuncia de manera rimbombante pero con una fecha de vencimiento.
¿Qué opina de la tarjeta única?
Eso tiene como objeto favorecer a las grandes cadenas de supermercados para que acuerden una prórroga del congelamiento de precios por un periodo de tiempo mucho mayor. Las únicas que se verán beneficiadas serán las cadenas de supermercados, porque ese 2 por ciento de disminución que pagan a los bancos no se va a trasladar a los precios. Ejemplo: esas cadenas facturaron el año pasado 75 mil millones de pesos. De ese total, las operaciones con tarjeta de crédito y débito representaron el 60 por ciento; es decir, 45 mil millones de pesos. Los beneficiados no son precisamente los consumidores.