Estados Unidos no sale de la conmoción y tuvo una “semana negra”. Primero fueron los atentados en la maratón de Boston, el pasado lunes, que dejaron 3 muertos y 170 heridos. Luego los sobres con toxinas dirigidos al presidente Barack Obama y otros políticos, además de paquetes sospechosos dejados en el Senado y la Casa Blanca. Y, anteayer, una violenta explosión en una planta de fertilizantes de Texas, que sembró de pánico al país y de destrucción a la ciudad. Hasta el momento todo apunta a que fue un accidente, y las tareas se concentran en encontrar posibles sobrevivientes entre los escombros, ya que la poderosa detonación terminó con la vida de entre 5 y 15 personas, aunque algunos elevan la cifra a 60, y más de 160 heridos.
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Estados Unidos no sale de la conmoción y tuvo una “semana negra”. Primero fueron los atentados en la maratón de Boston, el pasado lunes, que dejaron 3 muertos y 170 heridos. Luego los sobres con toxinas dirigidos al presidente Barack Obama y otros políticos, además de paquetes sospechosos dejados en el Senado y la Casa Blanca. Y, anteayer, una violenta explosión en una planta de fertilizantes de Texas, que sembró de pánico al país y de destrucción a la ciudad. Hasta el momento todo apunta a que fue un accidente, y las tareas se concentran en encontrar posibles sobrevivientes entre los escombros, ya que la poderosa detonación terminó con la vida de entre 5 y 15 personas, aunque algunos elevan la cifra a 60, y más de 160 heridos.
La explosión en el centro de West, una comunidad agrícola ubicada a 32 kilómetros al norte de Waco, sacudió la tierra con la fuerza de un pequeño sismo y se pudo escuchar a decenas de kilómetros. Generó llamaradas enormes y arrojó brasas y escombros sobre los residentes. “Aún están extrayendo heridos y evacuando gente”, dijo William Swanton, sargento de la policía de Waco.
La detonación demolió una zona de 4 cuadras en torno de la planta, destruyendo de 50 a 75 casas, un complejo de 50 departamentos, una escuela y una residencia de ancianos.
Swanton explicó que recibieron denuncias de saqueos en algunas de las viviendas afectadas. Más de la mitad de la población de West, unos 1.400 en total, tuvo que ser evacuada.
La planta, en la mira
La planta de fertilizantes West Fertilizer Co ya fue investigada en 2006 por la Comisión de Texas sobre Calidad Ambiental, después de recibir una denuncia por el fuerte olor a amoníaco, y se comprobó que no tenía todos los permisos requeridos ni cumplía las medidas de seguridad.
Por qué explota el amoníaco
Hoy podemos alimentar una población de 7.000 millones de personas porque usamos de forma masiva los fertilizantes nitrogenados. Estos derivan del amoníaco que se forma a altas temperaturas a partir del absolutamente neutro nitrógeno del aire.
El amoníaco puro, sin agua, se denomina amoníaco anhidro. Su combustión, iniciada en contacto con cloro, produce muy altas temperaturas y, si se encuentra dentro de un contenedor, la explosión puede ser inmensa.
Según los expertos, la explosión de la fabrica de fertilizantes de West, Texas, ha debido producirse por la combustión del amoníaco anhidro en presencia de cloro, puesto que el proceso es inmediato.
Un mal mantenimiento de los tanques de amoníaco que haya permitido su contacto con cloro habría producido la explosión tremenda de la que estamos hablando.
Enterraron a las víctimas de Boston
El oficio religioso ecuménico en memoria de las tres víctimas que fallecieron el lunes en la maratón de Boston se realizó ayer en la Catedral de la Santa Cruz, con mensajes de fuerza y resurgimiento y con la asistencia del presidente estadounidense Barack Obama.
El mandatario proclamó ayer que encontrará y llevará “ante la Justicia” a los autores del atentado de Boston, que acabó con la vida de tres personas y dejó más de 170 heridos.
“Los vamos a encontrar”, aseguró el mandatario, en una referencia a los autores del ataque, durante su discurso en el funeral. Obama hizo hincapié en que todo Estados Unidos apoya a la ciudad de Boston tras el atentado y dejó un mensaje para los corredores del maratón que resultaron heridos en las explosiones. “Volverán a correr”, les dijo.
El lunes fallecieron el niño de ocho años Martin Richard, la joven de 29 años Krystle Campbell y la estudiante de la Universidad de Boston y ciudadana china Lu Lingzi, de 23 años.