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Las obras que faltaron para evitar la catástrofe

Lunes, 08 de abril de 2013 12:10

“Debajo de la Ciudad de Buenos Aires pasa hoy lo mismo que ocurría antes de su construcción: el agua escurre desde las zonas más altas hasta las más bajas, donde se estanca. Los arroyos siguen existiendo, sólo que ahora corren adentro de caños. Están el Maldonado, el Vega, el Medrano, el White, el Ugarteche, el Erezcano y el Cildañez”, explicó el arquitecto Enrique García Espil, ex secretario de Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires durante el Gobierno de Fernando de la Rúa.

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“Debajo de la Ciudad de Buenos Aires pasa hoy lo mismo que ocurría antes de su construcción: el agua escurre desde las zonas más altas hasta las más bajas, donde se estanca. Los arroyos siguen existiendo, sólo que ahora corren adentro de caños. Están el Maldonado, el Vega, el Medrano, el White, el Ugarteche, el Erezcano y el Cildañez”, explicó el arquitecto Enrique García Espil, ex secretario de Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires durante el Gobierno de Fernando de la Rúa.

“Ochenta años atrás se entubaron los arroyos, por eso los terrenos por los que pasan están construidos. Pero lo más lógico hubiera sido dejarlos a cielo abierto y hacer parques a los costados. Así, en caso de inundaciones, se hubiesen anegado solo los espacios verdes”, agrega.

No es casual que los barrios más anegados por las tormentas de los primeros días de abril estén construidos sobre las cuencas de los principales arroyos que atraviesan la ciudad.

El Plan Director Hidráulico de la Ciudad de Buenos Aires, sancionado por la Legislatura en 1998, establecía una serie de obras a realizar para terminar con los efectos de las lluvias fuertes.

Uno de los primeros y más urgentes proyectos consistía en hacer canales aliviadores en el arroyo Maldonado, el de mayor importancia.

“En la medida en que los arroyos rebasan, se hacen canales aliviadores. Sería el equivalente a ampliar el curso de agua”, cuenta García Espil.

“Las obras en el Maldonado son importantísimas y van más lento de lo que deberían. Las del Vega y el Medrano están demoradas. Pero son todas obras necesarias”, agrega.

El arroyo Vega recorre los barrios de Villa del Parque, Agronomía, Parque Chas, Villa Ortúzar y Belgrano. El Medrano nace en el conurbano bonaerense y pasa por los barrios porteños de Saavedra y Núñez.

“Si se hubiera cumplido con el Plan Director Hidráulico, los efectos de la tormenta habrían sido mucho menores”, advierte.

Para el Vega, el Plan determina, en primer lugar, la necesidad de “incrementar la capacidad del emisario actual mediante un túnel aliviador con cerca de 8,40 kilómetros de longitud”.

En segundo lugar, “permitir un control de la descarga del nuevo túnel aliviador mediante la construcción de una cámara cilíndrica vertical de descarga en el Río de la Plata”.

La pelea política

La dirigencia política se repartió acusaciones y no se hizo cargo de la responsabilidad que le corresponde.

Mauricio Macri, el jefe de Gobierno, señaló a la Nación por no haber autorizado el financiamiento para las obras en estos arroyos.

En respuesta, el senador Aníbal Fernández contestó que ya estaban echas las obras en el Medrano, en referencia a los trabajos de entubamiento realizados en Villa Martelli, Vicente López, donde nace el arroyo. Lo que no mencionó el legislador oficialista es que aquélla es solo una parte de las obras necesarias, y que sin los canales aliviadores que ordena el Plan Director, toda el agua de lluvia que se va acumulando, una vez que el riacho ingresa en la ciudad, termina haciéndolo colapsar.

“La inundaciones no terminarán”

¿Es posible una solución total al problema? Algunos consideran que no, y que solo se pueden tomar medidas paliativas. Entre ellos está el arquitecto Juan Manuel Borthagaray, director del Instituto de Urbanismo de la UBA. “Cuando alguien promete acabar con las inundaciones, miente. Los arroyos pueden haber sido entubados, pero el agua fluye hacia los antiguos cauces cuando llueve más de 50 mm”, afirmó.

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