“El poder de compra de la soja en los años del Modelo K” es un trabajo del economista Juan Manuel Garzón, perteneciente a la Fundación Mediterránea.
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“El poder de compra de la soja en los años del Modelo K” es un trabajo del economista Juan Manuel Garzón, perteneciente a la Fundación Mediterránea.
La investigación económica analiza la evolución del poder de compra de la soja en el mercado interno argentino, en términos de bienes de consumo y bienes de construcción. El tiempo de análisis va desde el año 1992 hasta el 2013. Garzón extrae conclusiones tanto para el período del uno a uno y para la era de la postconvertibilidad.
De acuerdo a las estimaciones, lo que se intenta demostrar es que la renta agrícola varía de manera tal que en algunos ciclos económicos alcanza para usarla en determinadas cestas de bienes y servicios y, en otras etapas, esa canasta encarece para el bolsillo del productor.
Una primera aproximación de Garzón es que hoy la renta de la soja solo alcanza para comprar una canasta de bienes y servicios en el mercado interno; antes, en la era del uno a uno se podía gastar en una cesta de bienes de construcción.
La pregunta ingeniosa es entonces: ¿cuántas canastas básicas de consumo pueden comprarse con un camión de soja?.
El camión que toma de referencia el autor del trabajo es el de 28 toneladas de soja valuada a precios de exportación. A su vez, el costo estimado de una canasta básica de consumo familia tipo, para cuatro miembros el año pasado fue cotizada en $2.867.
Si se sigue la comparación entre lo que gana el productor y lo que gana el Estado en presión impositiva, el dueño del grano pierde rentabilidad, de acuerdo al trabajo de Garzón. Lo que ha sucedido es que una parte muy importante del aumento de poder de compra de la soja ha quedado en manos del Estado (35% de lo producido). Esto tiene que ver con la presencia de derechos de exportación. Cuando el economista analiza la otra variable llega a conclusiones del orden inflacionaria. Así el planteo, se puede desprender que los bienes de construcción, a diferencia de los bienes consumo, sí han crecido en dólares a un porcentaje muy elevado. Estimaciones propias indican que un metro cuadrado de construcción costará este año en dólares un 115% más que lo que costaba en promedio durante el período 1992/2001.
A este gran aumento de los costos de la construcción valuados en dólares debe agregarse lo que se lleva el Estado (35% del valor externo).