Le tocó irse al descenso en el mismísimo Monumental, en aquella jornada negra del 26 de junio de 2011; esta vez, en el mismo escenario, a River le tocó condenar a la B Nacional al batallador San Martín de San Juan, que dependía de sí mismo para salvarse, y que cayó vencido 3 a 1, en un final con escándalo.
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Le tocó irse al descenso en el mismísimo Monumental, en aquella jornada negra del 26 de junio de 2011; esta vez, en el mismo escenario, a River le tocó condenar a la B Nacional al batallador San Martín de San Juan, que dependía de sí mismo para salvarse, y que cayó vencido 3 a 1, en un final con escándalo.
El árbitro Germán Delfino expulsó al defensor de San Martín Damián Ledesma a los 23 minutos del segundo tiempo, y a Iturbe, a los 46. El delantero de River se retiró escoltado por policías ante los reclamos de los jugadores rivales porque entendieron que hizo gestos inapropiados.
Desde el primer minuto, los sanjuaninos salieron a buscar la ventaja, conscientes de que necesitaban los tres puntos para mantener la categoría. En tanto, River, que esperó en su campo y apeló al contraataque, abrió el marcador con el centro de Carlos Luna desde el sector izquierdo, que encontró a Vangioni, quien la bajó de pecho y definió luego del fallido despeje de Emmanuel Más.
Las estrategias no se modificaron y San Martín, con paciencia, redobló esfuerzos para igualar el partido: a los 17, Damián Ledesma tuvo el empate pero falló en la definición.
El millonario, que padecía las proyecciones de Más y Cristian Alvarez, aumentó la ventaja tras un córner que ejecutó Ariel Rojas, que encontró a Maidana en el aire, y éste cedió de cabeza al uruguayo Sánchez (en clara posición adelantada), quien definió ante la salida de Luis Ardente.
A puro empuje, San Martín, sobre el final, tras una buena jugada colectiva, descontó con Caprari.
En la segunda parte se hizo evidente un ida y vuelta en situaciones; y en el inicio, el arquero Barovero ahogó el grito de gol de Claudio Riaño.
Ramón Díaz vio que su equipo no reaccionaba, entonces dispuso el ingreso de Juan Manuel Iturbe por Martínez, a los 7, y desde entonces, River se adelantó en el campo y fue más incisivo en ataque: a los 16 min, el remate de Luna se fue por encima del travesaño y, un minuto después, Ardente desvió el disparo de Iturbe y Luna, en el rebote, estrelló la pelota en el palo.
A los 23, Ledesma dejó con 10 jugadores a la visita porque con el pecho golpeó al árbitro Delfino, quien había sancionado una infracción a Lanzini y el equipo de Forestello perdió el orden en sus líneas.
El conjunto sanjuanino, con un hombre menos igual fue una tromba y arrinconó al local. Barovero apareció para frustrar sus planes: a los 34 min, sacó al córner un remate de cabeza del ingresado Penco, quien le ganó en la marca a González Pírez.
Enseguida, todo San Martín reclamó penal en una jugada en la que Más cayó dentro del área ante una falta de Luciano Abecasis. Fue una de las tantas jugadas polémicas que tuvo el partido, con Delfino como protagonista. River aprovechó la confusión y de contraataque encontró el tercer gol. Lanzini asistió a Iturbe y el juvenil delantero definió por arriba de Ardente y liquidó la historia.
El final fue triste, ya que el campo de juego terminó invadido por la presencia de la policía que debió contener a los jugadores sanjuaninos, que querían golpear a Iturbe por una supuesta cargada. De todas maneras, San Martín se fue con la frente en alto.
Otra vez Delfino
El árbitro Germán Delfino tuvo otra actuación polémica. Luego de los desaciertos en Boca-Arsenal, con incidentes incluidos. Ayer perjudicó a San Martín, y tuvo otro final escandaloso.