Increíble. Ahora los motochorros se convierten en piratas del asfalto para robar. Durante la madrugada de ayer tres hombres armados intentaron asaltar a los tiros a un camionero y su acompañante.
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Increíble. Ahora los motochorros se convierten en piratas del asfalto para robar. Durante la madrugada de ayer tres hombres armados intentaron asaltar a los tiros a un camionero y su acompañante.
El hecho ocurrió a las 3.20 en la calle 16 de Setiembre al 270, casi esquina La Florida, en villa San Antonio.
El conductor, Gabriel Esteban Gómez (36), un repartidor lácteo de la empresa Cristian Distribución, circulaba por la zona con un acompañante, Cristian Ramón Arregue (25), a bordo de un camión Scania rojo con acoplado, dominio KXU294. Se dirigían al barrio villa Palacios, donde reside el último.
Cuando transitaban por la mencionada arteria, observaron a tres hombres en inmediaciones de la plaza Macacha Gemes. Dos de ellos estaban sentados en una banca y el otro sobre una motocicleta.
Luego de unos segundos, el motociclista arrancó el rodado Motomel azul de 110 cilindradas sin patente y se colocó en medio de la calzada, obstruyendo el paso al camión y simulando que su vehículo había sufrido un desperfecto mecánico por lo que no podía hacerlo arrancar nuevamente.
Mientras se acercaba, el camionero le hizo juego de luces al motociclista, pero éste no se hizo a un costado.
Los otros dos delincuentes, al ver que el camión había disminuido la velocidad, corrieron velozmente y se treparon a las puertas. Uno de ellos esgrimió un revólver calibre 38 y le exigió al chofer que detenga la marcha al tiempo que golpeaba la ventanilla con el arma de fuego.
Las víctimas pudieron observar que el motociclista también portaba un revólver. Ante la situación el camionero, desesperado, tomó la determinación de acelerar el rodado. Recién en ese momento el motociclista se hizo a un costado y también se colgó de la puerta del conductor para luego apuntarle con el arma y gritarle "pará el camión', mientras golpeaba la ventanilla. Como no logró su cometido, efectuó dos disparos, pero el camionero no se detuvo. Avanzó, aplastó la motocicleta y continuó el recorrido por la calle Florida, arrastrándola unas cinco cuadras aproximadamente. Los piratas del asfalto viajaron colgados del camión. El conductor observó un árbol sobre una vereda y lo rozó a propósito, provocando que el autor de los disparos golpeara contra el mismo y cayera al pavimento.
Inmediatamente los otros ladrones saltaron del camión y emprendieron una veloz carrera a pie.
A llegar a la calle Zabala, la motocicleta que era arrastrada por el camión explotó y comenzó a incendiarse. Finalmente, el camionero decidió detener la marcha del vehículo. Inmediatamente las víctimas llamaron al 911. Los damnificados indicaron que los ladrones vestían ropas oscuras y que el autor de los disparos tiene alrededor de 25 años, es de tez blanca y ojos claros. Tenía una gorra de lana y una campera con capucha. Interviene en el caso personal civil de la comisaría 2.
Se hizo presente personal del 911 y del Departamento Bomberos. Se realizó una búsqueda de los asaltantes por la zona, pero sin éxito.
Un caso extraño en la ciudad
Los piratas del asfalto son asaltantes de camiones, cuyo modus operandi consiste en bloquear el paso de sus víctimas con otros vehículos para luego apoderarse del dinero y/o la carga que transportan en los rodados. Actúan con armas de fuego.
Se trata de un delito más frecuente en rutas y caminos alejados que en los centros urbanos.
“En este caso creemos que se trata de motochorros que emplearon la modalidad de los piratas del asfalto para intentar robarle al camionero. En principio realizamos un recorrido por toda la zona con las características de los delincuentes que fueron aportadas. Estamos abocados a la investigación”, sostuvieron fuentes policiales.
Uno de los casos más recientes de este tipo de ataques se registró hace unos meses en Orán. Un hombre de 52 años que conducía su automóvil Renault 19 en compañía de cuatro mujeres por la ruta nacional 34 a la altura de la balanza, fue perseguido por un Fiat Duna blanco y un VW Sedan crema con balizas encendidas que lo obligaron a detenerse. De ambos vehículos descendieron cuatro sujetos que se encontraban de civil pero simulaban ser gendarmes.
Uno de ellos lo apuntó con una escopeta y le exigió que entregaran todo el dinero, por lo que le dieron $ 200. Además les sustrajeron todos los elementos que transportaban (prendas de vestir y otros), en un monto de $ 4.000.
La Policía logró luego dar con el Fiat Duna y detuvo a un sujeto sospechoso, cuya vivienda fue allanada. Se secuestró un cargador de arma de fuego, cartuchos 9 mm, 38 mm, AT, 11 mm, balizas, una radio handie y una mochila con el logo de Gendarmería, al igual que indumentaria.