Catalina Recuna, una nena de 11 años que tiene Síndrome de Down, quiso tomar la primera comunión pero un cura de la localidad bonaerense de Coronel Suárez se opuso, y su polémica decisión convulsionó a todo el pueblo. El responsable de la negativa fue el cura párroco Diego Kessler, quien puso en duda que Catalina pueda cumplir con las condiciones para recibir la comunión y eso provocó la indignación de la familia.
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Catalina Recuna, una nena de 11 años que tiene Síndrome de Down, quiso tomar la primera comunión pero un cura de la localidad bonaerense de Coronel Suárez se opuso, y su polémica decisión convulsionó a todo el pueblo. El responsable de la negativa fue el cura párroco Diego Kessler, quien puso en duda que Catalina pueda cumplir con las condiciones para recibir la comunión y eso provocó la indignación de la familia.
Kessler sostiene, por ejemplo, que antes de darle la comunión debía asegurarse de que Catalina distinguiera entre un pedazo de pan y una hostia, y que era necesario “evaluar” a la niña antes de tomar una decisión.
Sin embargo, tras la polémica que despertó el caso, el Padre Antonio del pueblo de Santa María, se comprometió a brindarle el sacramento a la menor.
Cata, como le dicen sus seres queridos, cursa la escuela primaria en el Colegio José Manuel Estrada de Coronel Suárez, una escuela religiosa que dicta clases de catecismo y prepara a los chicos para la primera comunión. A pesar de la polémica que despertó el caso, otro cura, el Padre Antonio del pueblo de Santa María, se comprometió a brindarle el sacramento