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Nadie asume la responsabilidad por la muerte en el Hogar Escuela

Miércoles, 10 de julio de 2013 10:40

Al menos 80 empleados deben encargarse de las tareas de mantenimiento, limpieza, seguridad y administración del Hogar Escuela Carmen Puch de Güemes. Sin embargo, un chico de 9 años murió aplastado por una pared durante una clase. A un mes del derrumbe, surgen sospechas de protección a posibles responsables y empiezan a descubrirse problemas en el manejo de la institución.
Ezequiel Cardozo perdió la vida el 10 de junio, cuando se le cayó encima parte de un antiguo cuarto. El alumno estaba con sus compañeros y un maestro en una huerta, al fondo del edificio.
En el departamento de mantenimiento del Hogar Escuela trabajan un jefe, un supervisor y al menos 3 empleados de acuerdo al decreto 584, que creó la estructura de cargos.
También hay directores de patrimonio, conservación, electricidad, servicios generales, lavadero, ropería, economato, personal, peluquería y atención médica.
Se suman administrativos, ordenanzas, un albañil, mucamas, técnicos, enfermeros y serenos, entre otros puestos.
Fuentes que pidieron reservar su identidad sugieren que había una relación complicada entre las áreas docentes y José Villalobo, jefe de mantenimiento.
Villalobo era el delegado gremial de los trabajadores no docentes hasta principios de 2013. Durante años, tuvo el rol de definir el rumbo de los reclamos salariales o sentarse a negociar con funcionarios.
Su posición podría haber generado alguna tensión con sectores de la administración. El hecho de que un derrumbe haya matado a un chico pese a que había un plantel para prevenirlo podría explicarse, en parte, por un problema de comunicación interno.
Las dificultades entre áreas del Hogar Escuela incluso habrían llegado a conocerse en el Ministerio de Educación de la Provincia.
La pared que se vino abajo era la única que quedaba en pie de un antiguo vestuario que tenía, por lo menos, tres décadas. Una versión habla de que el resto del cuarto se había caído porque era viejo, otra dice que alguien lo demolió para sacar los ladrillos. De cualquiera de las dos formas, nadie advirtió el riesgo.
El jefe de mantenimiento fue trasladado al departamento de suministros de la cartera educativa tras la muerte de Ezequiel.

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Al menos 80 empleados deben encargarse de las tareas de mantenimiento, limpieza, seguridad y administración del Hogar Escuela Carmen Puch de Güemes. Sin embargo, un chico de 9 años murió aplastado por una pared durante una clase. A un mes del derrumbe, surgen sospechas de protección a posibles responsables y empiezan a descubrirse problemas en el manejo de la institución.
Ezequiel Cardozo perdió la vida el 10 de junio, cuando se le cayó encima parte de un antiguo cuarto. El alumno estaba con sus compañeros y un maestro en una huerta, al fondo del edificio.
En el departamento de mantenimiento del Hogar Escuela trabajan un jefe, un supervisor y al menos 3 empleados de acuerdo al decreto 584, que creó la estructura de cargos.
También hay directores de patrimonio, conservación, electricidad, servicios generales, lavadero, ropería, economato, personal, peluquería y atención médica.
Se suman administrativos, ordenanzas, un albañil, mucamas, técnicos, enfermeros y serenos, entre otros puestos.
Fuentes que pidieron reservar su identidad sugieren que había una relación complicada entre las áreas docentes y José Villalobo, jefe de mantenimiento.
Villalobo era el delegado gremial de los trabajadores no docentes hasta principios de 2013. Durante años, tuvo el rol de definir el rumbo de los reclamos salariales o sentarse a negociar con funcionarios.
Su posición podría haber generado alguna tensión con sectores de la administración. El hecho de que un derrumbe haya matado a un chico pese a que había un plantel para prevenirlo podría explicarse, en parte, por un problema de comunicación interno.
Las dificultades entre áreas del Hogar Escuela incluso habrían llegado a conocerse en el Ministerio de Educación de la Provincia.
La pared que se vino abajo era la única que quedaba en pie de un antiguo vestuario que tenía, por lo menos, tres décadas. Una versión habla de que el resto del cuarto se había caído porque era viejo, otra dice que alguien lo demolió para sacar los ladrillos. De cualquiera de las dos formas, nadie advirtió el riesgo.
El jefe de mantenimiento fue trasladado al departamento de suministros de la cartera educativa tras la muerte de Ezequiel.

La investigación

El Hogar Escuela tiene más de 170 empleados entre docentes y no docentes. Los alumnos son 800 y la mitad duerme ahí de lunes a viernes. Los números no dejan margen para las fisuras en la administración o el control.
Después de que falleció Ezequiel Cardozo, fueron apartados de sus cargos la directora, la vicedirectora y el maestro que estaba con los chicos, además de José Villalobo.
También quedaron separados de sus tareas los funcionarios del Ministerio de Educación María Elsa Dracih y Gustavo Figueroa.
Los reclamos por una investigación que apunte a los responsables políticos se escuchan hace semanas. Los representantes gremiales de los docentes salieron a pedir que no se culpe a directivos o maestros por cuestiones que no son educativas.
Los planteos llegaron desde la Asociación Docente Provincial, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina y Tribuna Docente.
Consultada por este medio, la responsable del Departamento de Infraestructura Escolar hasta hace unos días, María Elsa Dracich, coincidió en cuestionar el rumbo de la investigación que está haciendo el Poder Ejecutivo.
“Me separaron a mí que solo tenía a cargo tareas de planificación de obras”, indicó Dracih, además de señalar que no se tomaron medidas contra el Secretario de Gestión Administrativa y de Recursos Humanos del Ministerio de Educación, Alejandro Gaudelli.
La funcionaria no es la única que apuntó que Gaudelli es el cuñado del Ministro de Economía, Carlos Parodi, y pidió analizar todas las culpabilidades.
Dracich también dijo que Gustavo Figueroa, quien dependía directamente de Gaudelli, fue derivado al cargo que le pertenecía a ella. “Es como un premio, pese a que él tenía que ocuparse de los temas urgentes de infraestructura en las escuelas”, sostuvo.
El Tribuno intentó dialogar con el ministro de Educación, Roberto Dib Ashur, sobre las dudas que surgen tras la muerte de Ezequiel Cardozo, pero no se obtuvieron respuestas.
De acuerdo con lo que difundieron medios locales, la fiscal penal Gabriela González podría imputar por la muerte del niño a un docente, un empleado del área de mantenimiento y un funcionario en los próximos días.

La historia de Ezequiel

Ezequiel Cardozo tenía 9 años y vivía en el Hogar Escuela Carmen Puch de Güemes de lunes a viernes con dos de sus hermanas.
Era uno de los chicos que permanecen alojados en esta institución por la vulnerabilidad y pobreza de sus familias.
La madre de Ezequiel tiene una vivienda precaria en el asentamiento Divino Niño y solo cuenta con una pensión para mantener a sus siete hijos. Que tres de los chicos permanecieran durante la semana en la escuela significaba para ella una esperanza de que estuvieran mejor.
El Hogar Escuela se inauguró en 1952 por iniciativa de Eva Perón. Inicialmente, la institución estaba pensada para alojar a chicos que vivían en parajes alejados y no tenían dónde estudiar.
Actualmente, el establecimiento tiene unos 800 alumnos. La mitad duerme ahí de lunes a viernes y vuelve a su casa el fin de semana. El resto, asiste a clases y talleres hasta las 19 y pasa la noche con su familia.

El riesgo podría haberse advertido a principio de año

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El ministro de Educación, Roberto Dib Ashur, respondió a los legisladores sobre el caso de Ezequiel Cardozo

María Elsa Dracih, titular del Departamento de Infraestructura Escolar separada momentáneamente de su cargo tras la muerte de Ezequiel Cardozo, consideró que su apartamiento es injustificado y sugirió que se intentan minimizar otras responsabilidades.
El cuestionamiento a Dracih se basó en que un profesional a su cargo podría haber advertido el riesgo porque había ido a principios de año al Hogar Escuela para supervisar las tareas de mantenimiento que debía ejecutar la Municipalidad de Salta y revisar el estado del centro deportivo que funciona al lado de la institución.
Dracich iba a ser derivada a otra dependencia, pero no llegó a ser trasladada por problemas de salud.
“Hubo un pedido para hacer una inspección en el centro deportivo, pero es un establecimiento independiente del Hogar Escuela. Se hicieron informes sobre la pileta que funciona en ese lugar”, dijo la funcionaria.
Dracich también sostuvo que nunca recibió un pedido para revisar la escuela donde murió Ezequiel Cardozo. “Por un requerimiento particular del Ministerio de Educación, un profesional de mi área se interiorizó sobre algunas tareas de mantenimiento que debía realizar la Municipalidad de Salta en el Hogar Escuela pero no era su responsabilidad”, detalló.
La funcionaria resaltó que el control de las obras que deben hacer los municipios en los establecimientos educativos está a cargo de Carolina Martínez, directora de Ciencia y Tecnología de la cartera educativa.
En el descargo que presentó Dracich ante el Ministerio de Educación, se adjuntan documentos que dicen que esa tarea había quedado bajo la órbita de Carolina Martínez.
La hasta ahora responsable de Infraestructura Escolar consideró que se aprovechó la oportunidad para separarla de sus funciones porque ella rechazaba las decisiones que se tomaban en la cartera sobre el manejo de las obras.
“Hace varios años, tuve que iniciar una causa por acoso laboral. Me habían derivado a un depósito del Ministerio de Educación que funcionaba en el Quinto Regimiento de Caballería. Durante mucho tiempo, estuve confinada en un cuarto donde antiguamente habían alojado a desaparecidos. Ni siquiera tenía tareas asignadas. Después logré volver a mi puesto original”, relató la mujer.
Dracih enfatizó además en que la dirección a su cargo contaba con un solo profesional, no tenía movilidad y también insistió en que su rol era ocuparse de actividades de planificación. “Debíamos evaluar las necesidades de construir aulas, por ejemplo, y decir dónde estaban las prioridades. Las urgencias no eran nuestra competencia”, declaró.
 

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