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Para Urtubey, los aviones sanitarios no salvan vidas

Sabado, 13 de julio de 2013 01:04

El gobernador Juan Manuel Urtubey aseguró ayer que los aviones “no salvan vidas” y que el área de Aviación Civil de la Provincia nunca recibió un pedido de derivación para el traslado de Eleodoro Fontán, quien murió el jueves luego de esperar el avión sanitario por varios días. El hombre, que había sufrido un accidente de tránsito el 21 de junio pasado, fue desmejorando en su salud hasta que los médicos de Orán firmaron el pedido el lunes pasado. Como no hubo respuesta, y ante el agravamiento de su estado, decidieron enviarlo por tierra a Salta el miércoles. Horas después, y luego de la penosa situación que arrastró por casi tres semanas, Fontán falleció en una clínica de esta ciudad.

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El gobernador Juan Manuel Urtubey aseguró ayer que los aviones “no salvan vidas” y que el área de Aviación Civil de la Provincia nunca recibió un pedido de derivación para el traslado de Eleodoro Fontán, quien murió el jueves luego de esperar el avión sanitario por varios días. El hombre, que había sufrido un accidente de tránsito el 21 de junio pasado, fue desmejorando en su salud hasta que los médicos de Orán firmaron el pedido el lunes pasado. Como no hubo respuesta, y ante el agravamiento de su estado, decidieron enviarlo por tierra a Salta el miércoles. Horas después, y luego de la penosa situación que arrastró por casi tres semanas, Fontán falleció en una clínica de esta ciudad.

Había llegado a Salta desde Buenos Aires junto a su esposa y a su hijo para visitar a una nieta en Salvador Mazza, pero sufrieron un violento accidente en la ruta 34, a la altura de Pichanal. Desde ese momento sus familiares gestionaron el traslado, pero nunca hubo respuestas hasta que la situación se complicó y llegó a un punto irreversible.

Al referirse al caso Urtubey aseguró ayer que personalmente verificó los pedidos de la nave y aseguró que no entró ninguno a Aviación Civil. “Esta semana los dos aviones estuvieron a total disponibilidad y jamás entró un pedido para su uso”, expresó Urtubey.

“Hicimos 400 vuelos sanitarios el año pasado. Lamentablemente los aviones no salvan vidas, la salvan los médicos. En ambulancia, en helicóptero o en lo que sea, se necesita la derivación del médico, porque los pacientes que no están estabilizados, si uno los saca del hospital, los mata. Se necesita la derivación de los médicos”, insistió Urtubey.

El pedido

Sin embargo, el pedido de derivación por vía aérea fue firmado en el Hospital de Orán por la médica Marcela del Milagro Gerez, el lunes 8 de julio último, según el formulario de derivación 2993.

Los familiares de Eleodoro aún no saben por qué ese mismo día no se hizo el traslado. Al día siguiente la nave fue utilizada por Urtubey para acompañar a la presidenta Cristina Kirchner en los actos oficiales del Día de la Independencia en Tucumán. Pese a la corta distancia y al pedido pendiente, ese día tampoco embarcaron al paciente. El miércoles no hubo novedades y, ante el agravamiento de su salud, los médicos le ordenaron el traslado por vía terrestre. La ambulancia, al momento de partir, no tenía nafta, ni oxígeno. Los médicos querían una tomografía, pero el hospital de Orán no tiene ese aparato y los exámenes de este tipo se realizan en acuerdo con una clínica privada que en esos días tampoco tenía en funcionamiento el equipo.

El gobernador Urtubey precisó ayer que la obra social de Fontán no cumplió con las gestiones necesarias para su traslado. “Aparentemente estamos hablando de un ciudadano que tenía obra social y que no cumplió con los trámites”.

Esta afirmación también dista mucho de lo que aseguran los familiares quienes sostienen que IOMA, la obra social de Fontán, tenía todo listo en Buenos Aires con ambulancia y médicos para la recepción del paciente.

Los familiares ya no buscan más respuestas, pero de acuerdo a lo que escucharon del gobernador Urtubey, se preguntan qué falló entonces. “Tenemos el pedido de derivación por vía aérea que hicieron los médicos y en Buenos Aries lo esperaba la obra social. Estamos seguros de que mi papá se hubiese salvado si lo trasladaban”, aseguran.

Ayer los familiares, aún en Salta, mantenían las expectativas para repatriar los restos del infortunado hombre de 68 años hacia Temperley. Esperaban por un ataúd y que les autoricen el traslado.

Los médicos y las herramientas

El caso de la familia Fontán tuvo amplia repercusión en la opinión pública, sobre todo por las sospechas de un mal uso del avión sanitario de la provincia. Pero principalmente fue en Orán donde mayor repercusión hubo, ya que el paciente no solo fue derivado desde esa ciudad, sino que allí se concentra gran parte de la problemática que aparece como trasfondo en este caso. Urtubey aseguró ayer que los aviones no salvan vidas y que son los médicos quienes lo hacen. La reflexión inmediata luego de esta definición lleva a observar que los médicos tampoco podrían hacer mucho sin las herramientas necesarias. Y allí es donde se ubica un punto neurálgico en el análisis de este caso, ya que el hospital de Orán, centro de referencia sanitaria en el norte, opera desde hace décadas, recibe a cientos de pacientes, incluso de Bolivia, muchos de ellos seriamente traumatizados en los frecuentes accidentes de tránsito en las rutas del norte salteño, pero no tiene un tomógrafo. En realidad nunca lo tuvo. Los aviones no salvan vidas, es verdad, pero los médicos tampoco si no tienen recursos suficientes: aviones, tomógrafos o, por lo menos, ambulancias con nafta y oxígeno.

El final de la historia

Todavía con el desgaste de la tragedia y las penurias por las que tuvieron que pasar en estas últimas tres semanas, la familia Fontan permanecía ayer en Salta a la espera de que se aceleren los trámites para el traslado de los restos de Eleodoro a Buenos Aires.

Su hijo Hernán, quien viajaba con el matrimonio al momento del accidente, solo quiere retornar y empezar a olvidar el dolor junto a su mamá y a sus hermanas. Una de ellas tuvo que viajar a Salta para colaborar con las gestiones del traslado que aún ayer parecía una tarea titánica.

Hernán es un gendarme que trabaja en Capital Federal. Agradece a los que ayudaron desde un comienzo en esta historia con final trágico, pero hace sus reservas sobre el director del hospital de Orán, Julio Cortez. “Si es verdad que el pedido nunca llegó a Aviación Civil, es porque seguramente él lo impidió. La derivación ya la teníamos y me acuerdo que cuando estaba todo listo, me dijo que no tenía el sello del hospital y que estaba bajo llave, por eso no podía firmar el papel en ese momento. Se veía desde un comienzo que este señor, pese a la derivación que habían pedido los médicos, nunca tuvo la intención de enviar a mi padre. Esto pasa por una cuestión humanitaria más que política”, reflexionó.

Ayer, a última hora, la familia mantuvo una reunión con autoridades del área de Gobierno, quienes le prometieron gestionar y hacerse cargo del traslado y el retorno de todos a Buenos Aires.

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