A pesar del alto acatamiento al quite de colaboración y trabajo a reglamento de los profesionales de la Salud -que según las asociaciones nucleadas en la Interhospitalaria superó el 90% en el Materno Infantil, Señor del Milagro, San Bernardo, Arturo Oñativia y Miguel Ragone, y los centros de referencia de General Gemes, Rosario de Lerma y El Carril-, lejos está de propiciarse una negociación con el Gobierno de la Provincia.
Aún así los representantes de Asprho Güemes, Asprhosber (San Bernardo), Asprhomin (Materno Infantil), Asprhom (viejo Hospital del Milagro) y Asprhonia (Arturo Oñativia) calificaron la medida de fuerza de exitosa. “Hace tiempo que no advertíamos tal nivel de adhesión. Los ministerios de Salud y Trabajo no dieron porcentajes porque son demasiado altos para que los admitan”, evaluó Darío Mdalel, de Asprho Gemes.
Los médicos insistieron en señalar que no se trató de “un paro ni de abandono de personas como dijeron los ministros de Salud y Trabajo”, sino de una medida para visibilizar los problemas que enfrentan día tras día en el desempeño de sus funciones. “Hacemos esto para brindar una buena atención al paciente aparte de la recomposición salarial que estamos solicitando”, definió Juan Carlos Erazú, de Asprhosber. En ese sentido explicaron que el quite de colaboración conlleva trabajar como lo exige el reglamento. “Si el quirófano no cumple con las normas del Proficsa (Programa de Fiscalización, Control y Calidad de los Servicios de Salud) y no está habilitado no lo usamos; si tenemos que hacer una sutura y no tenemos aguja para ello -porque a esa situación llegamos, de suturar con agujas intravenosas como si fuera un hospital de campaña de Haití- derivamos a quien las tenga”, ejemplificó Mdalel.
Subrayaron con ello que los ministros de Salud y Trabajo malinterpretaron el reclamo a pesar de que se habían difundido con anticipación los horarios, días y características de la medida, además de que se cumplió a rajatabla con la propuesta de atender las urgencias y las evoluciones de los pacientes en las salas. Por su parte el presidente de Asprhomin, Justino Ustarez, resaltó que se efectuaron recorridas por todos los hospitales adheridos para corroborar que los médicos habían asistido a sus lugares de trabajo y solo habían suspendido la atención en consultorios. “A mí los profesionales me dicen que vayamos al paro. Nuestros afiliados están ofreciendo muchas alternativas para continuar el plan de lucha”, dijo. Sobre la posibilidad de que les realicen descuentos, expresaron que “parece que el ministro desconoce que pertenecemos a la Interhospitalaria y esta a la AMRA”, en referencia a la Asociación de Médicos de la República Argentina, que tiene una seccional en Salta y respalda sus pedidos, a la vez que les provee asesoramiento legal.
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A pesar del alto acatamiento al quite de colaboración y trabajo a reglamento de los profesionales de la Salud -que según las asociaciones nucleadas en la Interhospitalaria superó el 90% en el Materno Infantil, Señor del Milagro, San Bernardo, Arturo Oñativia y Miguel Ragone, y los centros de referencia de General Gemes, Rosario de Lerma y El Carril-, lejos está de propiciarse una negociación con el Gobierno de la Provincia.
Aún así los representantes de Asprho Güemes, Asprhosber (San Bernardo), Asprhomin (Materno Infantil), Asprhom (viejo Hospital del Milagro) y Asprhonia (Arturo Oñativia) calificaron la medida de fuerza de exitosa. “Hace tiempo que no advertíamos tal nivel de adhesión. Los ministerios de Salud y Trabajo no dieron porcentajes porque son demasiado altos para que los admitan”, evaluó Darío Mdalel, de Asprho Gemes.
Los médicos insistieron en señalar que no se trató de “un paro ni de abandono de personas como dijeron los ministros de Salud y Trabajo”, sino de una medida para visibilizar los problemas que enfrentan día tras día en el desempeño de sus funciones. “Hacemos esto para brindar una buena atención al paciente aparte de la recomposición salarial que estamos solicitando”, definió Juan Carlos Erazú, de Asprhosber. En ese sentido explicaron que el quite de colaboración conlleva trabajar como lo exige el reglamento. “Si el quirófano no cumple con las normas del Proficsa (Programa de Fiscalización, Control y Calidad de los Servicios de Salud) y no está habilitado no lo usamos; si tenemos que hacer una sutura y no tenemos aguja para ello -porque a esa situación llegamos, de suturar con agujas intravenosas como si fuera un hospital de campaña de Haití- derivamos a quien las tenga”, ejemplificó Mdalel.
Subrayaron con ello que los ministros de Salud y Trabajo malinterpretaron el reclamo a pesar de que se habían difundido con anticipación los horarios, días y características de la medida, además de que se cumplió a rajatabla con la propuesta de atender las urgencias y las evoluciones de los pacientes en las salas. Por su parte el presidente de Asprhomin, Justino Ustarez, resaltó que se efectuaron recorridas por todos los hospitales adheridos para corroborar que los médicos habían asistido a sus lugares de trabajo y solo habían suspendido la atención en consultorios. “A mí los profesionales me dicen que vayamos al paro. Nuestros afiliados están ofreciendo muchas alternativas para continuar el plan de lucha”, dijo. Sobre la posibilidad de que les realicen descuentos, expresaron que “parece que el ministro desconoce que pertenecemos a la Interhospitalaria y esta a la AMRA”, en referencia a la Asociación de Médicos de la República Argentina, que tiene una seccional en Salta y respalda sus pedidos, a la vez que les provee asesoramiento legal.
Hoy por la mañana miembros de la Interhospitalaria y AMRA van a realizar una reunión plenaria en el Materno Infantil, porque están estudiando asumir la misma medida aunque por tiempo indeterminado. “Si la solución supera la capacidad del área de Salud debiera pasar al gobernador, a quien queremos llegar para explicarle nuestra problemática”, reflexionó Erazú.
Las paritarias, un diálogo pendiente
Otro de los ítems que reclaman es un salario digno para los profesionales. Sobre este tema recordaron que a fines del año pasado habían realizado un extenso paro en reclamo de un sueldo de bolsillo de 10.000 pesos, pero no obtuvieron ninguna respuesta del Gobierno.
Este año, anticiparon, llegarán a la paritaria con una nueva estrategia, ya que aspiran a obtener una mejora superior a la que les otorgó el Ejecutivo -que es del 21%- y que reciben en forma escalonada en tres cuotas. En el paquete de pedidos salariales, los profesionales exigen que la hora guardia llegue a $130, cuando actualmente se abonan $77.
“Reclamamos aumentos en la hora planta y en la hora guardia. También un plus cuando se trabaje los días sábado y domingos. Hoy un médico que hace 30 horas semanales gana $3.300 de básico, y con adicionales y antigüedad puede llegar a $7.500”, manifestó Justino Ustarez, quien reclamó, además, por el escaso monto que recibe un médico que se jubila actualmente: $3.400.
Además los médicos denunciaron que se pagan guardias activas a personal administrativo, fondos que -según consideraron- debieran destinarse a prestación asistencial de urgencia y emergencia.
Los problemas crónicos
comunes de los hospitales
El déficit de infraestructura; la carencia de insumos como medicamentos e instrumental; y la insuficiencia de profesionales para sustentar la asistencia de pacientes que viene en franco crecimiento son los ejes centrales del reclamo. Los médicos advierten que no se programan cirugías porque no hay anestesista, ropa para quirófano o camas disponibles para internación. Además, indicaron que continúan sin resolución las mejoras que habían planteado al Gobierno de la Provincia como la declaración de insalubridad del trabajo en guardia, el 82% móvil para la clase pasiva y el seguro médico por mala praxis.
También piden unificar las gestiones de los hospitales para propender a un control estricto del Ministerio de Salud. Hoy estas instituciones poseen cinco sistemas distintos que no compatibilizan entre sí y cuyas responsabilidades no están delimitadas.
En relación con la carrera médico hospitalaria, denuncian síntomas de “autoritarismo de las gerencias” en los hospitales, y hasta amiguismo y persecución. “Acá entra un chico recién nombrado y es jefe del que hace 25 años está en el servicio. No se pone en el cargo al más idóneo sino al más amigo, aun cuando el gobernador el año pasado prometió instalar la carrera médico hospitalaria”, aseguraron. Por último señalaron que ningún profesional aspira a iniciar carrera en el interior de la provincia porque los sueldos son bajos y en la ciudad pueden atender en el sector privado y público.