El senador nacional y expresidente de la Nación Carlos Menem fue nuevamente procesado por el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, por la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, que en noviembre de 1995 provocó 7 muertos y varios heridos. El magistrado lo imputó luego de que la Corte Suprema de Justicia anulara un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que había dado por prescripta la causa y por lo que había quedado desvinculado.
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El senador nacional y expresidente de la Nación Carlos Menem fue nuevamente procesado por el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, por la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, que en noviembre de 1995 provocó 7 muertos y varios heridos. El magistrado lo imputó luego de que la Corte Suprema de Justicia anulara un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que había dado por prescripta la causa y por lo que había quedado desvinculado.
Menem tenía falta de mérito en la investigación luego que la Sala A de la Cámara Federal de Córdoba anulara un primer procesamiento en su contra al concluir que no había resultado “factible” a la instrucción “obtener constancias relativas a la posible responsabilidad que se achaca a Menem, siendo que la prueba producida hasta el momento no ofrecía elementos relevantes en esa dirección”.
En la causa estaban procesados por estrago doloso seguido de muerte los exmilitares Carlos Franke, Edberto González de la Vega, Jorge Cornejo Torino, Marcelo Gatto y Norberto Emanuel, y ahora se le suma por el mismo delito el expresidente.
En la Justicia la hipótesis es que la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, en Córdoba, fue para ocultar el faltante de armas que fueron traficadas en forma ilegal a Croacia y Ecuador, por lo que Menem fue condenado a siete años de prisión. Según una pericia que consta en la causa, el 31 de octubre de 1995, antes de la explosión, había un total de 72.405 piezas de artillería; de acuerdo a la documentación aportada por las autoridades de la fábrica, era de 58.422 unidades (49.948 proyectiles y 8.474 cartuchos), lo que evidencia una grave irregularidad y/o imprecisión contable adrede dentro de la fábrica militar.
Semanas atrás, el Tribunal en lo Penal Económico 3 condenó a Menem, a su exministro de Defensa Oscar Camilión y el supuesto traficante de armas Diego Palleros. Y se suman los otros cinco procesados por el supuesto delito de estrago doloso agravado por muerte: los militares retirados Carlos Franke, Edberto González de la Vega, Jorge Cornejo Torino y Marcelo Gatto y el exsubinterventor de Fabricaciones Militares Norberto Emanuel.
El encubrimiento
Tres años después de la explosión de la fábrica militar de Río Tercero, nuevos elementos consolidaban en la causa la tesis de que se trató de un hecho intencional para cubrir el tráfico de armas. El siniestro que devastó la estratégica planta provocó siete muertos, 300 heridos, diez mil evacuados y dejó la ciudad cubierta de esquirlas y municiones, destruyó centenares de viviendas y sumió en el horror a los miles de habitantes.
Esta planta tuvo un papel fundamental en el contrabando de más de seis mil toneladas de armas y municiones a Croacia, Bosnia y Ecuador, lo que se encontraba acreditado repetidas veces en la causa penal que llevó adelante el exjuez federal Jorge Urso. Entre 1997 y 1998, tres importantes testigos murieron de manera súbita y por causas naturales; el último de ellos, Luis Armando Villaverde, era un exoperario de la fábrica que en diciembre de 1996 advirtió que la explosión se debió a un atentado para evitar una inspección de la ONU.