“Con Sergio fuimos lustrabotas en Vespucio. Luchamos duro en la vida, como no venerar a San Cayetano que siempre nos protegió y nos amparó”, fueron las palabras del Chaqueño Palavecino, cuando subió al escenario para acompañar a Galleguillo. El anfiteatro Eduardo Falú “rebasó”...cerca de 20 mil personas se dieron cita a la vigésimoquinta edición del Fogón de los Trabajadores.
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“Con Sergio fuimos lustrabotas en Vespucio. Luchamos duro en la vida, como no venerar a San Cayetano que siempre nos protegió y nos amparó”, fueron las palabras del Chaqueño Palavecino, cuando subió al escenario para acompañar a Galleguillo. El anfiteatro Eduardo Falú “rebasó”...cerca de 20 mil personas se dieron cita a la vigésimoquinta edición del Fogón de los Trabajadores.
Esta realidad solo puede vislumbrarse en Salta, donde los grandes exponentes del género folclórico, se entrelazan para cantarle al Santo del pan y el trabajo.
Los padrinos del festival también vinieron para su bendición, Los Nocheros jamás se olvidan y mantienen su pacto de fe con San Cayetano.
Rubén, Mario y Alvaro, sumaron al Chaqueño, y juntos, deleitaron al público. Carpas de Salta, La cerrillana, Recuerdo salteño y Amor salvaje, se escucharon a cuatro voces. Y hasta le pusieron “La yapa” al espectáculo.
Palavecino estaba bien cantorcito...su primera aparición en le escenario fue durante el recital de Los Carabajal. Un par de chacareras unieron las fronteras de Salta y Santiago del Estero.
“Del cerro vengo bajando”, dijo alguna vez Tomás Lipán y se transformó en un referente del canto popular. Abrió la velada del miércoles con un trabajo prolijo.
Los suspiros y alaridos arribaron con el grupo Canto 4. Cómo andan estos muchachos! También un aprobado para Son Ellas. La risa llegó con Willy Catramina, el Payaso Acuarela y el tucumano Armando Alvarez. Los pregoneros bajaron el telón.