El problema se ha generalizado y se replica en todos los barrios. La escasez de garrafas solidarias en los centros de distribución de la provincia afecta a miles de salteños.
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El problema se ha generalizado y se replica en todos los barrios. La escasez de garrafas solidarias en los centros de distribución de la provincia afecta a miles de salteños.
Cientos de vecinos hacen largas filas y esperan toda la noche para poder adquirir una. Otros no corren con la misma suerte y se quedan con la angustia de no poder conseguirla. La próxima vez tendrán que llegar más temprano.
Son familias que dependen de las garrafas y sufren, desde hace tiempo, un desgaste psicológico a causa de la permanente preocupación por la falta de gas envasado.
Los tubos de 10 kilos son subsidiados por el Estado Nacional. El gas subvencionado a 16 pesos es una gran ayuda para los vecinos.
“Yo tengo que venir sí o sí a buscar la garrafa social, sino no me alcanza. Acá pago 16 pesos mientras que en cualquier quiosco está arriba de los 80 pesos, la diferencia es muy grande”, agregó Sergio.
Centro Vecinal de Villa Luján
Decenas de personas se acercan cada dos semanas, al Centro Vecinal (CIC) de villa Luján para esperar el camión de reparto que siempre llega después del mediodía. Pero los vecinos ya se empiezan a juntar en la esquina desde la madrugada. Todos desesperados por un poco de gas.
El Tribuno estuvo ayer en el CIC de villa Luján, y desde el momento que llegó al lugar, los vecinos presentaron una innumerable cantidad de quejas por la escasez de gas que hay en la provincia.
Evangelina, así como otros residentes de la zona, estaba en el CIC desde las tres de la madrugada. Necesita llevar el gas a su casa para poder darle de comer a sus hijos. “No puedo venir a dormir en la calle para buscar una garrafa, es una locura esto, juegan con la necesidad de la gente. Tengo que dejar a mis hijos solos, porque no los voy a traer a estas horas de la madrugada. Para el barrio Luján dejan 45 garrafas, es muy poco, los que venimos cada dos semanas somos más de 150 personas. ¿Porque no aumentan el cupo?, se preguntó indignada la vecina.
Y si, la verdad es una locura que cientos de vecinos tengan que dormir en la calle, pasar la noche en vela en lugares peligrosos, para conseguir una garrafa. Es una locura que tengan que arriesgar su vida porque el Gobierno no les da una solución y los deja abandonados.
Sacar número
El método que utilizan es sencillo, un poco desprolijo, pero eficaz. Cada vecino que va llegando al lugar va dejando su garrafa al costado de la pared con un número. Es la única forma que tienen de ordenarse ante el caos que se presenta para conseguir la preciada garrafa social. “Acá está todo organizado, cada persona que llega recibe un número, así no tenemos que estar peleando. Antes la gente se desesperaba por un lugar y muchas veces se lastimaba”, afirmó Lucas.