25°
30 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Dictan 18 años de prisión para el falso pastor Jesús Olivera y 13, para la periodista Estefanía Heit

Lunes, 26 de mayo de 2014 13:44

En el juicio al falso pastor Jesús Olivera y su esposa, la periodista Estefanía Heit, se dictó sentencia de 18 y 13 años de prisión respectivamente. Ambos habían sido denunciados por Sonia Moluna, una rionegrina de 33 años por haberla secuestrado durante 3 meses en su vivieda y haberla sometida a abusos, malos tratos y humillaciones. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En el juicio al falso pastor Jesús Olivera y su esposa, la periodista Estefanía Heit, se dictó sentencia de 18 y 13 años de prisión respectivamente. Ambos habían sido denunciados por Sonia Moluna, una rionegrina de 33 años por haberla secuestrado durante 3 meses en su vivieda y haberla sometida a abusos, malos tratos y humillaciones. 

Según publica la Agencia Nacional de Noticias Jurídicas (Infojus), los hechos más relevantes del caso son los siguientes: 

- Los hechos: la madrugada del 12 de noviembre de 2012 Sonia Molina, una rionegrina de 33 años, usó las últimas fuerzas que le quedaban para romper un ventíluz y escapar de la casa en la que estaba cautiva desde hacía tres meses. Mientras corría rumbo a una medianera rogaba para que los ladridos de los perros no despertaran a Heit y Olivera, sus captores. Una vez en la calle pidió ayuda. Con veinte kilos por debajo de su peso, sucia, deshidratada y con golpes, asustó a las primeras personas que se cruzó en su camino. Al final la asistieron en el hospital local, donde relató la odisea que había estado viviendo en la casa de Heit, conductora del noticiero local, y su marido, Olivera. Explicó que la tenían cautiva bajo amenazas, reducida a la servidumbre y que, día y noche, era golpeada, abusada y obligada a comer comida y excrementos de perros.

-La causa: La fiscal de Bahía Blanca Maria Marta Corrado ordenó las detenciones de Heit y Olivera. Unos meses después, Corrado renunció a su puesto como fiscal para dedicarse a la política y la causa pasó a manos del fiscal Julián Martínez, qué pidió la elevación a juicio. La jueza de Garantías Gilda Stemphelet hizo lugar en octubre pasado. Stemphelet le negó a Heit los pedidos de excarcelación primero y de prisión domiciliaria después.

-Los acusados: Heit y Olivera están detenidos desde noviembre de 2012. A ella se la acusa de "reducción a la servidumbre en concurso ideal con lesiones graves y en concurso real con estafas reiteradas" y Olivera enfrenta los mismos cargos más el "concurso ideal del abuso sexual". En su primera declaración ante la justicia ambos aseguraron que eran inocentes y durante el juicio, cuando se los convocó a declarar, se negaron a hacerlo. Al momento de los hechos Heit tenía 29 años y Olivera, 28.

-La víctima: Molina conoció a Olivera a principios de 2012 en Río Colorado, su ciudad natal. El hombre llegó allí diciendo que era pastor y pronto se mudó a la casa de la mujer que, poco a poco, se fue alejando de su familia. El hombre le prometió llevarla a estudiar derecho a La Pampa, por lo que Sonia dejó a su hija de 10 años en la casa de su ex marido y se fue. Nunca llegó. Olivera la llevó a Coronel Suárez y ahí empezó su calvario. Durante el cautiverio llegó a pesar 45 kilos y contó que Olivera la abusó en numerosas ocasiones mientras Heit los filmaba. “Olivera me abusaba y me decía que era para sacarme el demonio”, declaró durante el juicio y explicó que fueron antes las veces que había sido abusada por el hombre que ya había perdido la cuenta.

- La defensa: "El abuso no existió, hay contradicciones de la propia víctima sobre cómo era, si participaba solo Olivera o los tres", afirmó Claudio Lovfall, abogado del matrimonio.  Desacreditar los dichos de Molina fue su estrategia y la de su colega, Leonardo Gómez Talamonini, quien asistió solo a Heit. Los dos acusados siempre se declararon inocentes ante la Justicia y sostuvieron que era Molina la que no se quería ir de la casa de ellos porque estaba obsesionada con Olivera, que se golpeaba ella misma, no comía y les entregaba su dinero por decisión propia.

- Los testigos: Durante el juicio fueron varios los testimonios que complicaron al matrimonio. Entre ellos estuvo el de dos empleados municipales que afirmaron que la pareja descartó una bolsa de residuos que, entre otras cosas, contenía una tarjeta de crédito vigente de Sonia Molina, el día que ésta denunció que había escapado de su cautiverio. Los médicos que atendieron a Molina el día de su huida fueron los más contundentes. El director del Hospital de Coronel Suárez, Ricardo Denaro y el médico de la policía Francisco Cortalezzi, dieron cuenta el estado desesperante en el que estaba Molina cuando escapó.  Consultado por el fiscal sobre qué hubiera pasado si Molina no recibía atención, Denaro afirmó que la mujer habría muerto. 

- La fiscalía:  En su alegato, el fiscal Eduardo Zaratiegui pidió que Heit y Olivera sean condenados por los delitos de "privación ilegal de la libertad con fines coactivos, homicidio en grado de tentativa y estafas reiteradas". Además, en el caso de Olivera, el fiscal pidió sumar el cargo de "abuso sexual con acceso carnal reiterado". Para Zaratiegui se comprobó que "entre el 9 de agosto del 2012 y el 12 de noviembre del mismo año, en el domicilio de Grand Bourg 1823, de Coronel Suárez, se redujo y ocultó a Sonia Marisol Molina". Su alegato fue contundente y no ahorró en detalles sobre los noventa días que la mujer pasó ahí.

- La búsqueda: Molina volvió a su ciudad, donde vive con la madre. Ve a su hija los fines de semana y arrastra secuelas graves de los días en cautiverio. De entrada confió en la fiscal Corrado, cuando ella se alejó de la causa comenzó a viajar seguido a Bahía para interiorizarse de la causa. Su abogado querellante es Gustavo Avellaneda.

- Visitas conyugales: Tras algunos cambios en los penales en los que estuvieron detenidos, Heit y Olivera llegaron al juicio presos en la Unidad Penal 19 de Villa Floresta, de Bahía Blanca, donde se visitan dos veces por semana. Mientras se preparaban para el juicio subían fotos a Twitter mostrando cómo leían la causa. Aunque Heit habría sido aconsejada para deslindar responsabilidades y cargar contra Olivera, siempre se negó a hacerlo.

PUBLICIDAD