Acá no hay LCD, no hay plasmas ni sobran las alegrías. No abundan los días felices ni las ganas de festejar. Un país entero sufrió la corta victoria de la Selección en Belo Horizonte, pero nadie más que los pibes del barrio Primera Junta, como de otras tantas villas de la provincia, saben del verdadero sufrimiento de tener que gambetear el hambre todos los días.
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Acá no hay LCD, no hay plasmas ni sobran las alegrías. No abundan los días felices ni las ganas de festejar. Un país entero sufrió la corta victoria de la Selección en Belo Horizonte, pero nadie más que los pibes del barrio Primera Junta, como de otras tantas villas de la provincia, saben del verdadero sufrimiento de tener que gambetear el hambre todos los días.
El golazo que esperan festejar a diario es llenarse la panza y El Tribuno compartió una de esas pocas alegrías que tienen los humildes en el comedor “Por una sonrisa”. En la zona sudeste, donde la inseguridad está latente, la lucha contra la marginación y la droga no tiene fin.
Bastó un pequeño televisor de catorce pulgadas para albergar más cincuenta miradas y toda la expectativa por ver a Messi, a la Selección y ganar su propio partido con la cuchara y el tenedor.
Más de cincuenta niños de bajos recursos vivieron a pleno un sábado atípico. Solo concurrían los lunes, miércoles y viernes; ahora, desde hace poco, Cristina Mamaní y sus colaboradoras (Pamela, Claudia y María) los reciben de lunes a viernes y aún sin la ayuda oficial.
“Ahora vienen unos 120 niños”, cuenta Cristina resignada por la burocracia del municipio y la del Gobierno. No obstante, el comedor pudo crecer gracias al aporte de terceros y el próximo jueves inaugurará su nuevo salón. Para que la sonrisa de los chicos nunca se acabe.
“Por una sonrisa” le da de comer a unos 120 niños de lunes a viernes y el próximo jueves, a las 12, inaugurará su nuevo salón con nueva cocina, gracias al aporte de vecinos y terceros.
Pamela, Claudia, María y Cristina prepararon el almuerzo (arroz con pollo en salza), para lo cual utilizaron cinco kilos de arroz y cuatro pollos trozados.
Ayer también sirvieron chocolate por iniciativa de un matrimonio.