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Perpetua para Menéndez por el crimen de Angelelli

Sabado, 05 de julio de 2014 01:41

Una condena histórica. El exgeneral Luciano Menéndez, principal acusado del crimen del obispo Enrique Angelelli en 1976, durante la última dictadura militar, fue condenado ayer a prisión perpetua y se ordenó revocar la prisión domiciliaria que cumple por otros delitos de lesa humanidad. La resolución de la causa contó con el aporte de dos documentos del papa Francisco.

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Una condena histórica. El exgeneral Luciano Menéndez, principal acusado del crimen del obispo Enrique Angelelli en 1976, durante la última dictadura militar, fue condenado ayer a prisión perpetua y se ordenó revocar la prisión domiciliaria que cumple por otros delitos de lesa humanidad. La resolución de la causa contó con el aporte de dos documentos del papa Francisco.

El exmilitar de 87 años fue acusado de ordenar el asesinato de Angelelli, entonces obispo de La Rioja que la dictadura había encubierto como un accidente de tránsito.

Se trata de la primera condena que emite la Justicia federal por el crimen de un sacerdote de alta jerarquía en el país durante la última dictadura militar.

El Tribunal Oral Criminal Penal de La Rioja condenó también a cadena perpetua al otro exmilitar Luis Estrella, que como Menéndez “fue hallado culpable del homicidio del prelado”, dijo el magistrado José Quiroga Uriburu junto a Juan Carlos Reynaga y Carlos Julio Lascano.

Al conocerse las condenas se escucharon aplausos y gritos de alegría que decían: “Viva Angelelli, ­Angelelli está presente!”.

El abogado Guillermo Díaz Martínez, querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y de la Nación, había anticipado que sería “un día histórico no solamente para los riojanos sino para toda Argentina y América Latina” por esta sentencia.

El 4 de agosto de 1976, el obispo murió a los 53 años al volcar el automóvil en el que regresaba de un homenaje a los sacerdotes Gabriel Longueville (francés) y Carlos Murias (argentino), secuestrados, torturados y fusilados dos semanas antes en La Rioja.

Viajaba acompañado por su colaborador, el entonces sacerdote Esteban Pinto, quien sobrevivió y es querellante en el juicio.

La dictadura militar atribuyó la muerte a una supuesta pérdida de control del auto que conducía y cerró la causa.

Angelelli escribió en una carta al Vaticano, leída en el juicio gracias al aporte del papa Francisco, donde denunciaba que estaban “permanentemente obstaculizados para cumplir con la misión de la Iglesia”.

El aporte del papa Francisco

El papa Francisco aportó dos cartas con denuncias sobre la dictadura que el religioso escribió al Vaticano. Los documentos llevaban archivado cuatro décadas.

Se trata de la carta de Angelelli al entonces nuncio apostólico Pío Laghi y otra con el relato detallado, día por día, del asesinato del párroco Longueville y el franciscano Murias el 18 de julio de 1976.

“Desde las víctimas y desde el Estado realmente se está agradecido al aporte que hizo su Santidad”, declaró el jueves pasado el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, quien viajó a La Rioja, 1.000 km al noroeste de Buenos Aires, para la lectura de la sentencia.

El actual obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, otro querellante, señaló que “para la Iglesia, será un momento de máxima luz por la consideración que tenía Angelelli como pastor y como figura emblemática en la lucha por la dignidad de las personas”.

Entre decenas de juicios que se realizan en Argentina desde 2003, con más de 500 condenados, este es el primero sobre el crimen de un obispo.

Un centenar de religiosos, la gran mayoría católicos, fueron desaparecidos o asesinados durante la dictadura, entre ellos dos monjas francesas y el obispo San Carlos Ponce de León.

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