¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

24°
6 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Boko Haram secuestró a un centenar de jóvenes en Nigeria

Sabado, 16 de agosto de 2014 01:30
"Tan solo quedan en el lugar niños y mujeres", reconoció Halima Adamu, residente de Doron Baga, una comunidad de pescadores en las orillas del Lago Chad, donde el domingo un centenar de jóvenes fueron secuestrados por el grupo terrorista islámico Boko Haram, en el norte de Nigeria. Recién ayer se conoció la noticia, y pocos horas después de que el mundo supiera de este nuevo ataque de las milicias radicales, autoridades nigerianas lanzaron la versión de que las personas raptadas fueron liberadas por fuerzas de seguridad del vecino Chad, aunque no había ninguna confirmación oficial.
Alrededor de 100 jóvenes habían sido raptados por Boko Haram en el estado de Borno, el lugar donde hace cuatro meses el grupo terrorista secuestró a más de 200 niñas que aún no fueron rescatadas a pesar de la intensa campaña mundial que se originó que incluyó la colaboración de países como EEUU y Reino Unido.
El secuestro del centenar de jóvenes se produjo el pasado domingo, cuando unos hombres armados asaltaron la comunidad de Doron Baga, en un ataque en el que también murieron al menos diez personas, según vecinos que hablaron con la prensa nigeriana.
Una testigo, cuyo marido murió en el ataque, contó a periodistas que hombres armados atacaron la localidad y secuestraron a cerca de 100 jóvenes, lo que provocó que muchos habitantes huyeran y se refugiaran en algunas zonas del Estado de Borno y Yobe.
Los insurgentes, explicó, podrían haber secuestrado a estos adolescentes para reclutarlos como fuerza de combate en la lucha armada que la secta lleva a cabo en el país.

La recuperación
Un funcionario de seguridad nigeriano dijo que el secuestro colectivo ocurrió el 10 de agosto en Doron Baga, área del gobierno local de Kukawa, cerca de la frontera con Chad.
Agregó que las fuerzas de Camerún interceptaron al grupo extremista, mataron a varios de sus integrantes y liberaron a la mayoría de los capturados. El oficial habló con la condición del anonimato por no estar autorizado a dar información a la prensa.
Muhammed Gava, miembro de un movimiento que lucha contra Boko Haram, dijo que 20 mujeres y unos 70 varones fueron obligados a abordar lanchas en el lago Chad, que está en la frontera entre Nigeria, Níger, Camerún y Chad.
Las autoridades nigerianas, que todavía desconocen el paradero de las más de 200 niñas que el pasado 14 de abril fueron secuestradas por el mismo grupo terrorista.
Las niñas todavía permanecen retenidas y la milicia amenazó con venderlas en el mercado si las autoridades no liberaban a terroristas presos en el país.

Una amenaza a la seguridad
El grupo islamista Boko Haram es considerado la amenaza principal para la seguridad en Nigeria, la principal economía de Africa y miembro de la OPEP.
Boko Haram tiene su feudo espiritual y su base de operaciones en Borno, pero actúa también en los estados vecinos de Adamawa y Yobe, donde el Gobierno nigeriano ha declarado el estado de emergencia.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder y fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.
En lo que va del año, el grupo islamista ha asesinado a cerca de 3.000 personas, y a más de 12.000 desde 2009, según los cálculos del Gobierno nigeriano.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.

Una escuela vacía
El pasado 14 de abril, los rebeldes atacaron un internado femenino de Chibok, en el estado norteño de Borno. Ese día secuestraron a más de 200 niñas. Kwambura era la directora del centro.
"Desde entonces la escuela se encuentra cerrada", señalaba recientemente la docente en conversación telefónica. "En estos meses no se ha producido ningún progreso. Las familias no saben nada. Estamos como al principio", reconoce la nigeriana, abrumada por el recuerdo.
Desde el secuestro, cuatro jóvenes lograron huir de sus captores.
Poco o nada ya queda de la masiva campaña internacional que, bajo el hashtag (sistema de etiquetas muy utilizado en Twitter y otras redes sociales) "Bring back our girls" se convertía en el único arma mundial ante la apatía gubernamental. Nadie quería estar al margen de la campaña, desde la primera dama estadounidense, Michelle Obama, hasta la joven activista paquistaní Malala Yousafzai. No obstante, el tiempo ha reflejado la escasez de sus logros.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
"Tan solo quedan en el lugar niños y mujeres", reconoció Halima Adamu, residente de Doron Baga, una comunidad de pescadores en las orillas del Lago Chad, donde el domingo un centenar de jóvenes fueron secuestrados por el grupo terrorista islámico Boko Haram, en el norte de Nigeria. Recién ayer se conoció la noticia, y pocos horas después de que el mundo supiera de este nuevo ataque de las milicias radicales, autoridades nigerianas lanzaron la versión de que las personas raptadas fueron liberadas por fuerzas de seguridad del vecino Chad, aunque no había ninguna confirmación oficial.
Alrededor de 100 jóvenes habían sido raptados por Boko Haram en el estado de Borno, el lugar donde hace cuatro meses el grupo terrorista secuestró a más de 200 niñas que aún no fueron rescatadas a pesar de la intensa campaña mundial que se originó que incluyó la colaboración de países como EEUU y Reino Unido.
El secuestro del centenar de jóvenes se produjo el pasado domingo, cuando unos hombres armados asaltaron la comunidad de Doron Baga, en un ataque en el que también murieron al menos diez personas, según vecinos que hablaron con la prensa nigeriana.
Una testigo, cuyo marido murió en el ataque, contó a periodistas que hombres armados atacaron la localidad y secuestraron a cerca de 100 jóvenes, lo que provocó que muchos habitantes huyeran y se refugiaran en algunas zonas del Estado de Borno y Yobe.
Los insurgentes, explicó, podrían haber secuestrado a estos adolescentes para reclutarlos como fuerza de combate en la lucha armada que la secta lleva a cabo en el país.

La recuperación
Un funcionario de seguridad nigeriano dijo que el secuestro colectivo ocurrió el 10 de agosto en Doron Baga, área del gobierno local de Kukawa, cerca de la frontera con Chad.
Agregó que las fuerzas de Camerún interceptaron al grupo extremista, mataron a varios de sus integrantes y liberaron a la mayoría de los capturados. El oficial habló con la condición del anonimato por no estar autorizado a dar información a la prensa.
Muhammed Gava, miembro de un movimiento que lucha contra Boko Haram, dijo que 20 mujeres y unos 70 varones fueron obligados a abordar lanchas en el lago Chad, que está en la frontera entre Nigeria, Níger, Camerún y Chad.
Las autoridades nigerianas, que todavía desconocen el paradero de las más de 200 niñas que el pasado 14 de abril fueron secuestradas por el mismo grupo terrorista.
Las niñas todavía permanecen retenidas y la milicia amenazó con venderlas en el mercado si las autoridades no liberaban a terroristas presos en el país.

Una amenaza a la seguridad
El grupo islamista Boko Haram es considerado la amenaza principal para la seguridad en Nigeria, la principal economía de Africa y miembro de la OPEP.
Boko Haram tiene su feudo espiritual y su base de operaciones en Borno, pero actúa también en los estados vecinos de Adamawa y Yobe, donde el Gobierno nigeriano ha declarado el estado de emergencia.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder y fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.
En lo que va del año, el grupo islamista ha asesinado a cerca de 3.000 personas, y a más de 12.000 desde 2009, según los cálculos del Gobierno nigeriano.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.

Una escuela vacía
El pasado 14 de abril, los rebeldes atacaron un internado femenino de Chibok, en el estado norteño de Borno. Ese día secuestraron a más de 200 niñas. Kwambura era la directora del centro.
"Desde entonces la escuela se encuentra cerrada", señalaba recientemente la docente en conversación telefónica. "En estos meses no se ha producido ningún progreso. Las familias no saben nada. Estamos como al principio", reconoce la nigeriana, abrumada por el recuerdo.
Desde el secuestro, cuatro jóvenes lograron huir de sus captores.
Poco o nada ya queda de la masiva campaña internacional que, bajo el hashtag (sistema de etiquetas muy utilizado en Twitter y otras redes sociales) "Bring back our girls" se convertía en el único arma mundial ante la apatía gubernamental. Nadie quería estar al margen de la campaña, desde la primera dama estadounidense, Michelle Obama, hasta la joven activista paquistaní Malala Yousafzai. No obstante, el tiempo ha reflejado la escasez de sus logros.

Temas de la nota

PUBLICIDAD