La visitante es una intelectual que se hizo muy conocida en la Argentina por sus contundentes denuncias contra el funda mentalismo islámico.
Ayer planteó cuestiones de fondo contra el kirchnerismo: la corrupción, la politización de la Justicia, las presiones sobre la prensa, el entendimiento con Irán, la muerte de Nisman, y el "populismo kirchnerista que le ha hecho mucho mal a la imagen de la Argentina en el mundo".
Urtubey no estaba solo. Karina Rabolini intentó a toda costa pero sin contundencia despegar la candidatura de su esposo de la gestión de Cristina de Kirchner. Con el mismo fervor salió en su apoyo la mediática Graciela Alfano. Completaban la mesa Carmen Barbieri y la médica tucumana María Eu genia Marteau.
"¡Una mesaza!" se entusiasmó Mirtha Legrand ante el fervor del debate, desordenado y caótico, en el que Pilar Rahola señaló que "las listas están plagadas de kirchneristas", y preguntó si Scioli "va a romper con el kirchnerismo".
Rabolini y Urtubey omitieron la respuesta. Otra vez la defensa de Urtubey a Scioli fue ambigua. Pidió que se comparen las gestiones y no los discursos. "Si votamos mirando hacia el pasado estamos en problemas" dijo, y sorprendió al público salteño, que conoce su gestión y su discurso, cuando prometió "profundizar la institucionalidad y la división de poderes", cuestionó cualquier "presión sobre el Poder Judicial" y repitió que se opuso a los nombramientos irregulares de los camporistas Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General, a pesar de que sus diputados nacionales votaron afirmativamente la designación en el Congreso.
La respuesta de Karina Rabolini fue que "el presidente va a ser Daniel".
Pero agregó: "Le pido a la gente que las culpas y las broncas que hayan tenido con este gobierno no se las carguen a Daniel. Lo que va a hacer Daniel y lo que está defendiendo es el trabajo de la gente. Hay cosas que a mí también me duelen y quiero que se piense en todos los argentinos y no solo en un sector. Ni ella ni Juan Manuel Urtubey defendieron "la década ganada". En cambio, dejaron esa tarea a Graciela Alfano, quien prefirió interpelar a Pilar Rahola con un improvisado cuestionario populista.
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La visitante es una intelectual que se hizo muy conocida en la Argentina por sus contundentes denuncias contra el funda mentalismo islámico.
Ayer planteó cuestiones de fondo contra el kirchnerismo: la corrupción, la politización de la Justicia, las presiones sobre la prensa, el entendimiento con Irán, la muerte de Nisman, y el "populismo kirchnerista que le ha hecho mucho mal a la imagen de la Argentina en el mundo".
Urtubey no estaba solo. Karina Rabolini intentó a toda costa pero sin contundencia despegar la candidatura de su esposo de la gestión de Cristina de Kirchner. Con el mismo fervor salió en su apoyo la mediática Graciela Alfano. Completaban la mesa Carmen Barbieri y la médica tucumana María Eu genia Marteau.
"¡Una mesaza!" se entusiasmó Mirtha Legrand ante el fervor del debate, desordenado y caótico, en el que Pilar Rahola señaló que "las listas están plagadas de kirchneristas", y preguntó si Scioli "va a romper con el kirchnerismo".
Rabolini y Urtubey omitieron la respuesta. Otra vez la defensa de Urtubey a Scioli fue ambigua. Pidió que se comparen las gestiones y no los discursos. "Si votamos mirando hacia el pasado estamos en problemas" dijo, y sorprendió al público salteño, que conoce su gestión y su discurso, cuando prometió "profundizar la institucionalidad y la división de poderes", cuestionó cualquier "presión sobre el Poder Judicial" y repitió que se opuso a los nombramientos irregulares de los camporistas Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General, a pesar de que sus diputados nacionales votaron afirmativamente la designación en el Congreso.
La respuesta de Karina Rabolini fue que "el presidente va a ser Daniel".
Pero agregó: "Le pido a la gente que las culpas y las broncas que hayan tenido con este gobierno no se las carguen a Daniel. Lo que va a hacer Daniel y lo que está defendiendo es el trabajo de la gente. Hay cosas que a mí también me duelen y quiero que se piense en todos los argentinos y no solo en un sector. Ni ella ni Juan Manuel Urtubey defendieron "la década ganada". En cambio, dejaron esa tarea a Graciela Alfano, quien prefirió interpelar a Pilar Rahola con un improvisado cuestionario populista.