El básquetbol argentino vivió su primera y hasta ahora única consagración en un Campeonato Mundial cuando el seleccionado albiceleste se adjudicó la final ante los Estados Unidos (64-50) y festejó hace ya 65 años el título en el estadio Luna Park.
La primera Generación Dorada del básquetbol nacional alcanzó el cielo con las manos aquel 3 de noviembre de 1950. La multitud, estimada en más de 15.000 personas, abandonó el escenario de Corrientes y Bouchard cantando y encendiendo diarios para celebrar la conquista. Por eso se conoció a la jornada como "La Noche de las Antorchas".
La Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) intentaba en 1950 la realización del primer Campeonato del Mundo de Selecciones. Y mantenía un inconveniente serio: no podía concretarlo en Europa porque recién salía de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, el organismo evaluó la posibilidad de trasladarlo a América y encontró rápido eco en Argentina, a partir de la gestión del entonces presidente, Juan Domingo Perón.
El equipo argentino, dirigido por Jorge Canavesi, se preparó con intensidad durante casi seis meses, entrenándose todos los días en doble turno. Y el conjunto respondió a las expectativas. Empezó con un triunfo sobre Francia (56-40) y luego siguió la racha positiva: Brasil (40-35) y Chile (62-41). El representativo albiceleste diseñó otra victoria sobre Francia (66-41) y después concretó el éxito más amplio en el certamen ante Egipto (68-33).
Entonces llegó la instancia decisiva y el rival era los Estados Unidos, el combinado de la fábrica Denver Chevrolet. Eran tiempos de períodos de 20 minutos cada uno, sin siquiera reloj de 24 (segundos) para posesión del balón o pedidos de minuto de parte de los entrenadores. Argentina ganaba 34-24 al término del primer tiempo. Con el ingreso del rosarino Hugo Del Vecchio (14 puntos) mantuvo la diferencia y festejó el título.
"El mayor orgullo es que la gente todavía se acuerda de nosotros. Nos viven agasajando a los seis o siete que quedamos", expresó Omar Monza, uno de los integrantes de ese combinado argentino. Hoy, con 86 años, el ex jugador y dirigente de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (GEVP) remarca que los actuales componentes del seleccionado nacional "son los primeros en reconocer el logro que alcanzamos nosotros. Se trata de muchachos muy humildes", dijo.
Después de la obtención del título, los distintos integrantes del seleccionado fueron prácticamente- obligados a desertar del combinado nacional por decisión de los gobiernos de facto de la década del '60. El episodio está magníficamente retratado en el documental 'Tiempo Muerto', de Baltazar Tokman y estrenado en setiembre de 2011, en ocasión del Preolímpico de Mar del Plata, en donde Argentina alcanzó la clasificación a los Juegos Londres 2012.
El plantel argentino estuvo compuesto por Pedro Bustos, Hugo Del Vecchio, Leopoldo Contarbio, Raúl Pérez Varela, Vito Liva, Oscar Furlong, Roberto Viau, Rubén Menini, Ricardo González, Juan Carlos Uder, Omar Monza, Alberto López, Alberto Lozano, Ignacio Poletti, José Ventura y Jorge Nuré.
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El básquetbol argentino vivió su primera y hasta ahora única consagración en un Campeonato Mundial cuando el seleccionado albiceleste se adjudicó la final ante los Estados Unidos (64-50) y festejó hace ya 65 años el título en el estadio Luna Park.
La primera Generación Dorada del básquetbol nacional alcanzó el cielo con las manos aquel 3 de noviembre de 1950. La multitud, estimada en más de 15.000 personas, abandonó el escenario de Corrientes y Bouchard cantando y encendiendo diarios para celebrar la conquista. Por eso se conoció a la jornada como "La Noche de las Antorchas".
La Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) intentaba en 1950 la realización del primer Campeonato del Mundo de Selecciones. Y mantenía un inconveniente serio: no podía concretarlo en Europa porque recién salía de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, el organismo evaluó la posibilidad de trasladarlo a América y encontró rápido eco en Argentina, a partir de la gestión del entonces presidente, Juan Domingo Perón.
El equipo argentino, dirigido por Jorge Canavesi, se preparó con intensidad durante casi seis meses, entrenándose todos los días en doble turno. Y el conjunto respondió a las expectativas. Empezó con un triunfo sobre Francia (56-40) y luego siguió la racha positiva: Brasil (40-35) y Chile (62-41). El representativo albiceleste diseñó otra victoria sobre Francia (66-41) y después concretó el éxito más amplio en el certamen ante Egipto (68-33).
Entonces llegó la instancia decisiva y el rival era los Estados Unidos, el combinado de la fábrica Denver Chevrolet. Eran tiempos de períodos de 20 minutos cada uno, sin siquiera reloj de 24 (segundos) para posesión del balón o pedidos de minuto de parte de los entrenadores. Argentina ganaba 34-24 al término del primer tiempo. Con el ingreso del rosarino Hugo Del Vecchio (14 puntos) mantuvo la diferencia y festejó el título.
"El mayor orgullo es que la gente todavía se acuerda de nosotros. Nos viven agasajando a los seis o siete que quedamos", expresó Omar Monza, uno de los integrantes de ese combinado argentino. Hoy, con 86 años, el ex jugador y dirigente de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (GEVP) remarca que los actuales componentes del seleccionado nacional "son los primeros en reconocer el logro que alcanzamos nosotros. Se trata de muchachos muy humildes", dijo.
Después de la obtención del título, los distintos integrantes del seleccionado fueron prácticamente- obligados a desertar del combinado nacional por decisión de los gobiernos de facto de la década del '60. El episodio está magníficamente retratado en el documental 'Tiempo Muerto', de Baltazar Tokman y estrenado en setiembre de 2011, en ocasión del Preolímpico de Mar del Plata, en donde Argentina alcanzó la clasificación a los Juegos Londres 2012.
El plantel argentino estuvo compuesto por Pedro Bustos, Hugo Del Vecchio, Leopoldo Contarbio, Raúl Pérez Varela, Vito Liva, Oscar Furlong, Roberto Viau, Rubén Menini, Ricardo González, Juan Carlos Uder, Omar Monza, Alberto López, Alberto Lozano, Ignacio Poletti, José Ventura y Jorge Nuré.