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Martes, 13 de diciembre de 2016 16:42
Eric Schmitt-Matzen
El lamentable hecho sucedió hace un mes y medio pero recién se supo ayer, a través de medios locales. Ocurrió en Tennessee, EE.UU.. El chico padecía una enfermedad terminal y temía perderse la Navidad.
Un hombre contó que recién llegaba del trabajo, cuando le sonó el teléfono de su casa. Era una enfermera que lo llamaba desde un hospital de la zona que le dijo que lo necesitaban con urgencia. Le explicó que había un nene muy enfermo, de cinco años, que quería ver a Papá Noel.
Llegó en quince minutos. En la Unidad de terapia intensiva lo esperaban la mamá del nene y otros miembros de la familia, quienes le dieron un juguete para que le entregara al pequeño. Entonces Papá Noel les pidió que lo dejaran solo con el chico. Los presentes salieron y miraron la escena a través de una ventana.
"Cuando entré, él estaba recostado. Estaba tan débil que parecía listo para quedarse dormido. Me senté en su cama y le pregunté: 'Decime, ¿qué es eso de que te vas a perder la Navidad? ¡No hay manera de que te puedas perder la Navidad! ¡Sos mi duende número uno!'", contó Eric Schmitt-Matzen. Entonces el nene lo miró y le preguntó: "¿Lo soy?". Él respondió: "seguro que sí" y le dio su regalo.

"Ellos dicen que me voy a morir", dijo el chico. Y le consultó: "¿vos podés ayudarme?" Entonces Schmitt-Matzen lo abrazó. "Antes de que yo pudiera decirle algo, murió . Todo los que estaban fuera de la habitación se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Su madre entró corriendo y gritando: '¡No, no, aún no!'. Yo les devolví el niño y me fui tan rápido como pude", relató el hombre, conmovido

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El lamentable hecho sucedió hace un mes y medio pero recién se supo ayer, a través de medios locales. Ocurrió en Tennessee, EE.UU.. El chico padecía una enfermedad terminal y temía perderse la Navidad.
Un hombre contó que recién llegaba del trabajo, cuando le sonó el teléfono de su casa. Era una enfermera que lo llamaba desde un hospital de la zona que le dijo que lo necesitaban con urgencia. Le explicó que había un nene muy enfermo, de cinco años, que quería ver a Papá Noel.
Llegó en quince minutos. En la Unidad de terapia intensiva lo esperaban la mamá del nene y otros miembros de la familia, quienes le dieron un juguete para que le entregara al pequeño. Entonces Papá Noel les pidió que lo dejaran solo con el chico. Los presentes salieron y miraron la escena a través de una ventana.
"Cuando entré, él estaba recostado. Estaba tan débil que parecía listo para quedarse dormido. Me senté en su cama y le pregunté: 'Decime, ¿qué es eso de que te vas a perder la Navidad? ¡No hay manera de que te puedas perder la Navidad! ¡Sos mi duende número uno!'", contó Eric Schmitt-Matzen. Entonces el nene lo miró y le preguntó: "¿Lo soy?". Él respondió: "seguro que sí" y le dio su regalo.

"Ellos dicen que me voy a morir", dijo el chico. Y le consultó: "¿vos podés ayudarme?" Entonces Schmitt-Matzen lo abrazó. "Antes de que yo pudiera decirle algo, murió . Todo los que estaban fuera de la habitación se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Su madre entró corriendo y gritando: '¡No, no, aún no!'. Yo les devolví el niño y me fui tan rápido como pude", relató el hombre, conmovido

Schmitt-Matzen asegura que --tras esa dura despedida-- lloró durante días en su casa.

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