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Cuando las voces del silencio se hacen oír, conmueven y emocionan

Sabado, 03 de diciembre de 2016 00:30
Las cosmovisiones del mundo son múltiples y variadas. En las tensiones de la historia, unas predominan y otras se acallan, pero no por eso dejan de existir. Para rescatar a los pueblos indígenas y correrlos de los márgenes nació "Las voces del silencio", una obra que, con textos de Lecko Zamora y música de Gerardo Jerez Le Cam, corre el velo del desconocimiento sobre una de las culturas más importantes de nuestra provincia.
Octorina Zamora, hermana del poeta participa de la pieza, recitando. Y cuenta: "El mito de la mujer estrella es parte de la religión original del pueblo wichi. Lecko lo rescata y lo escribe. Es tanto el embate de Occidente para desmemoriar a nuestras culturas, que entonces restringió la enseñanza de la escritura".
"Nosotros no somos un pueblo ágrafo, escribimos diferente, de otra manera. Vivimos en una sociedad donde se nos impuso otra cosa", resalta, y agrega: "Ante tanta violencia de este sistema hacia la mujer imagino que Lecko vio la necesidad de sacar a la luz esto, el tiempo de la mujer estrella es ahora".
Además, sobre la composición de Le Cam, que se mostró en la Ballena Azul del CCK, en Buenos Aires, detalla: "Esta ha sido una experiencia inigualable que nos hace bien a todos. Muchos a partir de esto buscan su propia identidad y hacerlo desde el orgullo es muy importante. Pensar "mi abuelo era wichi o coya'' a partir de esta obra es muy bueno. Mi pueblo está en peligro por el decreto de extranjerización de tierras y nosotros pensamos en nuestras vidas". Y destaca: "En la obra pude compartir un canto ritual, chamánico y fue muy importante darlo a conocer desde el espíritu de nuestra religión".
Originalmente creado como una ópera concierto para formación de cámara (cuarteto, dos cantantes y recitante) dura unos 50 minutos y cuatro movimientos musicales que refieren a la forma en la que estas comunidades ven el origen del mundo, sobre el amor, un tercero consagrado a una especie de héroe-villano de los wichis y el último sobre los 500 años de la conquista y sus consecuencias.
En esta versión sinfónica no participó Lecko, autor de todos los textos, sino su hermana Octorina. A su vez, sobre el último movimiento, la cantante Maryta de Humahuaca reveló: "Esta obra ha sido muy significativa desde que llegó a mi vida a través del maestro Gerardo Le Camp. Y cuando conocí a Lecko me di cuenta de que este hermano que tengo del pueblo wichi tiene una gran energía y es un gran amauta, desde el concepto inca de amauta. Fue un compromiso muy grande. Cuando llegó Octorina a la obra fue el momento cumbre y lo que de alguna manera hizo que esto termina en círculo. Encontrarla fue encontrar a una maestra que me apoyó y me tuvo muchísima paciencia, en ese momento con algo súper nuevo para mí".
"Estoy muy agradecida de todo lo que sucedió desde que nos encontramos con Octorina hasta que hicimos la obra. Fue un encuentro de hermandad, que me dio una gran alegría. Decir, desde una mujer, que las mujeres descendieron del cielo es diferente a decirlo desde un hombre. La interpretación de Octorina, el texto de Lecko, la música y cantar en el cuarto movimiento cuando termina la obra, fue muy fuerte. Estaba plagada de emociones todo el tiempo", contó. Maryta también señaló la importancia de la continuidad: "Me encantaría hacer esta obra con la orquesta sinfónica de Salta, por lo que significa el pueblo wichí para la provincia. Me encantaría que lo tomara en cuenta la gente del gobierno, las instituciones que se tienen que comprometer con los pueblos ancestrales de nuestro continente". Asimismo, Eugenia Morey, quien presenció la reunión, destacó: "Fue fundamental esta obra en este momento. Tuvimos el privilegio enorme de ver un camino posible para esta humanidad, para este país"
Finalmente, Gerardo Le Cam, responsable de la música, describió: "Este proyecto nació en 2011 cuando fui por primera vez a encontrarme con Lecko, quien me inició en el conocimiento de la cultura wichi y con la cual mantuve contacto después. Eso me inspiró para escribir y construir este espectáculo que se llama "Las voces del silencio''".
"Hay muchas influencias en la música de músicas gitanas y clásicas -trabajo desde hace más de veinte años con músicos de los países del este de Europa- pero siempre con el respeto y la visibilización de la cultura wichi que es el hilo conductor por medio de los textos de Lecko. Lo hemos hecho en el CCK con un éxito rotundo, en el Chaco, en Francia. Pienso que es una aventura que va a continuar durante mucho tiempo. Ojalá, pronto, en el interior del país", cerró el director.
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Las cosmovisiones del mundo son múltiples y variadas. En las tensiones de la historia, unas predominan y otras se acallan, pero no por eso dejan de existir. Para rescatar a los pueblos indígenas y correrlos de los márgenes nació "Las voces del silencio", una obra que, con textos de Lecko Zamora y música de Gerardo Jerez Le Cam, corre el velo del desconocimiento sobre una de las culturas más importantes de nuestra provincia.
Octorina Zamora, hermana del poeta participa de la pieza, recitando. Y cuenta: "El mito de la mujer estrella es parte de la religión original del pueblo wichi. Lecko lo rescata y lo escribe. Es tanto el embate de Occidente para desmemoriar a nuestras culturas, que entonces restringió la enseñanza de la escritura".
"Nosotros no somos un pueblo ágrafo, escribimos diferente, de otra manera. Vivimos en una sociedad donde se nos impuso otra cosa", resalta, y agrega: "Ante tanta violencia de este sistema hacia la mujer imagino que Lecko vio la necesidad de sacar a la luz esto, el tiempo de la mujer estrella es ahora".
Además, sobre la composición de Le Cam, que se mostró en la Ballena Azul del CCK, en Buenos Aires, detalla: "Esta ha sido una experiencia inigualable que nos hace bien a todos. Muchos a partir de esto buscan su propia identidad y hacerlo desde el orgullo es muy importante. Pensar "mi abuelo era wichi o coya'' a partir de esta obra es muy bueno. Mi pueblo está en peligro por el decreto de extranjerización de tierras y nosotros pensamos en nuestras vidas". Y destaca: "En la obra pude compartir un canto ritual, chamánico y fue muy importante darlo a conocer desde el espíritu de nuestra religión".
Originalmente creado como una ópera concierto para formación de cámara (cuarteto, dos cantantes y recitante) dura unos 50 minutos y cuatro movimientos musicales que refieren a la forma en la que estas comunidades ven el origen del mundo, sobre el amor, un tercero consagrado a una especie de héroe-villano de los wichis y el último sobre los 500 años de la conquista y sus consecuencias.
En esta versión sinfónica no participó Lecko, autor de todos los textos, sino su hermana Octorina. A su vez, sobre el último movimiento, la cantante Maryta de Humahuaca reveló: "Esta obra ha sido muy significativa desde que llegó a mi vida a través del maestro Gerardo Le Camp. Y cuando conocí a Lecko me di cuenta de que este hermano que tengo del pueblo wichi tiene una gran energía y es un gran amauta, desde el concepto inca de amauta. Fue un compromiso muy grande. Cuando llegó Octorina a la obra fue el momento cumbre y lo que de alguna manera hizo que esto termina en círculo. Encontrarla fue encontrar a una maestra que me apoyó y me tuvo muchísima paciencia, en ese momento con algo súper nuevo para mí".
"Estoy muy agradecida de todo lo que sucedió desde que nos encontramos con Octorina hasta que hicimos la obra. Fue un encuentro de hermandad, que me dio una gran alegría. Decir, desde una mujer, que las mujeres descendieron del cielo es diferente a decirlo desde un hombre. La interpretación de Octorina, el texto de Lecko, la música y cantar en el cuarto movimiento cuando termina la obra, fue muy fuerte. Estaba plagada de emociones todo el tiempo", contó. Maryta también señaló la importancia de la continuidad: "Me encantaría hacer esta obra con la orquesta sinfónica de Salta, por lo que significa el pueblo wichí para la provincia. Me encantaría que lo tomara en cuenta la gente del gobierno, las instituciones que se tienen que comprometer con los pueblos ancestrales de nuestro continente". Asimismo, Eugenia Morey, quien presenció la reunión, destacó: "Fue fundamental esta obra en este momento. Tuvimos el privilegio enorme de ver un camino posible para esta humanidad, para este país"
Finalmente, Gerardo Le Cam, responsable de la música, describió: "Este proyecto nació en 2011 cuando fui por primera vez a encontrarme con Lecko, quien me inició en el conocimiento de la cultura wichi y con la cual mantuve contacto después. Eso me inspiró para escribir y construir este espectáculo que se llama "Las voces del silencio''".
"Hay muchas influencias en la música de músicas gitanas y clásicas -trabajo desde hace más de veinte años con músicos de los países del este de Europa- pero siempre con el respeto y la visibilización de la cultura wichi que es el hilo conductor por medio de los textos de Lecko. Lo hemos hecho en el CCK con un éxito rotundo, en el Chaco, en Francia. Pienso que es una aventura que va a continuar durante mucho tiempo. Ojalá, pronto, en el interior del país", cerró el director.
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