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Alfonsín, paladín de la democracia

Jueves, 31 de marzo de 2016 01:30
Hace siete años, la Argentina perdía a un baluarte de la democracia y el estado de derecho. Dos cualidades que configuraron la personalidad y la vida de un hombre que se consagró a la defensa de las libertades públicas, la justicia social y el respeto irrestricto a los valores y derechos humanos primordiales.
Le tocó actuar a Alfonsín en los momentos más difíciles y trágicos de nuestra historia. Durante gran parte de la década de 1970 y principios de los 80, fue un paladín de la lucha en contra de la cruel dictadura que azotó a todos los argentinos. Denunció permanentemente la violación en ese período de los derechos humanos, reclamando y luchando por la restauración de la República y sus instituciones.
Denunciaba también Alfonsín durante la dictadura, la salvaje política económica y monetaria instaurada por el gobierno militar, la que solo se pudo sustentar en base a una represión brutal e indiscriminada, cuya consecuencia fue un sideral endeudamiento público, que en siete años elevó la deuda externa de 5.400 millones de dólares, a 46.500 millones, o sea que se incrementó diez veces en términos nominales, y ocho veces en términos reales por la depreciación propia de la moneda estadounidense. Debe destacarse que tal endeudamiento no fue acompañado de un crecimiento de la economía, sino que sirvió paradójicamente para la evasión fiscal y fuga de divisas.
Cuando en 1982, la irresponsabilidad histórica del gobierno militar nos embarcó en una guerra perdida de antemano, provocando la muerte y sufrimiento de muchos soldados argentinos y pérdidas materiales, fue la voz de Alfonsín, una de las pocas que se escuchó condenando públicamente la improvisada y trágica decisión bélica, que enlutó innecesariamente a las fuerzas armadas y a todo el pueblo argentino.
Durante toda su presidencia honró cabalmente tales principios, disponiendo primeramente la creación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Codadep), y la promoción del juicio a la juntas militares. La correcta merituación de la importancia histórica y humanitaria de estos dos actos debe efectuarse contemplando la fuerte resistencia en ese momento de importantes sectores de las fuerzas armadas, y también la resistencia e indiferencia de nutridos grupos de la oposición.
Excedería los límites de este artículo desarrollar todos los aspectos y actos importantes de la gestión presidencial de Alfonsín, pero no podemos dejar de destacar sus esfuerzo para normalizar el funcionamiento normal y democrático de las universidades nacionales, lo que se logró en muy breve tiempo, restableciendo el gobierno tripartito de las mismas, lo que también permitió avanzar en un notable mejoramiento de la calidad académica.
Luego de su presidencia, Alfonsín no cesó ni claudicó en la defensa de sus principios democráticos y republicanos, militando activamente no solo a nivel partidario, sino en todos los foros nacionales e internacionales en los que tenía oportunidad de intervenir. Una de sus permanentes preocupaciones principales, fue la independencia del poder judicial, bregando por la modificación del sistema de selección de los jueces, como garantía indispensable de tal independencia. Esta republicana y patriótica actuación, lo motivó a suscribir el denominado "Pacto de Olivos" para la reforma de la Constitución Nacional, actitud que fue injustamente criticada por algunos sectores, pero su intención fue incorporar en la Norma Magna el Consejo de la Magistratura, como un camino indispensable para garantizar mejor la idoneidad e independencia del Poder Judicial, lo que lamentablemente luego fue desvirtuado en su esencia por las leyes que reglamentaron su funcionamiento.
A siete años de su desaparición física, los argentinos debemos recordar con nostalgia su ausencia, pero a la vez valorar y preservar permanentemente la enorme herencia política y cultural que este gran hombre público nos legó.
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Frase
"Los argentinos debemos recordar con nostalgia su ausencia, pero a la vez valorar y preservar permanentemente la enorme herencia política y cultural que nos legó".
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Hace siete años, la Argentina perdía a un baluarte de la democracia y el estado de derecho. Dos cualidades que configuraron la personalidad y la vida de un hombre que se consagró a la defensa de las libertades públicas, la justicia social y el respeto irrestricto a los valores y derechos humanos primordiales.
Le tocó actuar a Alfonsín en los momentos más difíciles y trágicos de nuestra historia. Durante gran parte de la década de 1970 y principios de los 80, fue un paladín de la lucha en contra de la cruel dictadura que azotó a todos los argentinos. Denunció permanentemente la violación en ese período de los derechos humanos, reclamando y luchando por la restauración de la República y sus instituciones.
Denunciaba también Alfonsín durante la dictadura, la salvaje política económica y monetaria instaurada por el gobierno militar, la que solo se pudo sustentar en base a una represión brutal e indiscriminada, cuya consecuencia fue un sideral endeudamiento público, que en siete años elevó la deuda externa de 5.400 millones de dólares, a 46.500 millones, o sea que se incrementó diez veces en términos nominales, y ocho veces en términos reales por la depreciación propia de la moneda estadounidense. Debe destacarse que tal endeudamiento no fue acompañado de un crecimiento de la economía, sino que sirvió paradójicamente para la evasión fiscal y fuga de divisas.
Cuando en 1982, la irresponsabilidad histórica del gobierno militar nos embarcó en una guerra perdida de antemano, provocando la muerte y sufrimiento de muchos soldados argentinos y pérdidas materiales, fue la voz de Alfonsín, una de las pocas que se escuchó condenando públicamente la improvisada y trágica decisión bélica, que enlutó innecesariamente a las fuerzas armadas y a todo el pueblo argentino.
Durante toda su presidencia honró cabalmente tales principios, disponiendo primeramente la creación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Codadep), y la promoción del juicio a la juntas militares. La correcta merituación de la importancia histórica y humanitaria de estos dos actos debe efectuarse contemplando la fuerte resistencia en ese momento de importantes sectores de las fuerzas armadas, y también la resistencia e indiferencia de nutridos grupos de la oposición.
Excedería los límites de este artículo desarrollar todos los aspectos y actos importantes de la gestión presidencial de Alfonsín, pero no podemos dejar de destacar sus esfuerzo para normalizar el funcionamiento normal y democrático de las universidades nacionales, lo que se logró en muy breve tiempo, restableciendo el gobierno tripartito de las mismas, lo que también permitió avanzar en un notable mejoramiento de la calidad académica.
Luego de su presidencia, Alfonsín no cesó ni claudicó en la defensa de sus principios democráticos y republicanos, militando activamente no solo a nivel partidario, sino en todos los foros nacionales e internacionales en los que tenía oportunidad de intervenir. Una de sus permanentes preocupaciones principales, fue la independencia del poder judicial, bregando por la modificación del sistema de selección de los jueces, como garantía indispensable de tal independencia. Esta republicana y patriótica actuación, lo motivó a suscribir el denominado "Pacto de Olivos" para la reforma de la Constitución Nacional, actitud que fue injustamente criticada por algunos sectores, pero su intención fue incorporar en la Norma Magna el Consejo de la Magistratura, como un camino indispensable para garantizar mejor la idoneidad e independencia del Poder Judicial, lo que lamentablemente luego fue desvirtuado en su esencia por las leyes que reglamentaron su funcionamiento.
A siete años de su desaparición física, los argentinos debemos recordar con nostalgia su ausencia, pero a la vez valorar y preservar permanentemente la enorme herencia política y cultural que este gran hombre público nos legó.
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Frase
"Los argentinos debemos recordar con nostalgia su ausencia, pero a la vez valorar y preservar permanentemente la enorme herencia política y cultural que nos legó".
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