Una mujer asesinó a su esposo de dos certeras puñaladas en el cuello y de esa manera puso fin a la relación de pareja que mantenía desde hace casi una década.
Fuentes policiales de la cabecera del departamento Anta aseguraron ayer a El Tribuno que la mujer, identificada como Trinidad Toledo, de 24 años, quedó en calidad de detenida poco después que el suegro de la misma denunciara en la subcomisaría de El Dorado que su nieto de 9 años había huido de una escena criminal y le había confesado, en llanto, que su madre había asesinado a su padre Javier Jesús Anaquín con un cuchillo.
Una fuente de ese pueblo de Anta relató a El Tribuno que el padre de Anaquín denunció el hecho inmediatamente y poco después una comisión policial corroboró los hechos relatados por el niño, hallando a Javier Jesús Anaquín (33) sin vida en el domicilio que ambos compartían.
La fuente reveló que la mujer confesó la autoría del crimen, aunque los pormenores del mismo no tomaron estado público.
Lo que sí se supo es que a media mañana del martes comenzó la pareja a discutir acaloradamente y que, en un momento dado, la mujer atacó a su pareja con un cuchillo de grandes dimensiones.
Según fuentes policiales de la zona, Toledo atacó a su pareja cuando este se hallaba descuidado.
Cuando se presentó en la subcomisaría, la mujer habría asegurado que le atravesó la garganta con la primera estocada e inmediatamente volvió a atacarlo con la misma arma.
Anaquín en pocos minutos falleció sin recibir asistencia alguna.
Al parecer, el hijo de la pareja de 9 años se encontraba en el lugar de los hechos.
No se sabe cómo pero el muchachito ante la tragedia familiar huyó de inmediato del lugar y buscó refugio en la casa donde habita su abuelo paterno. Allí fue contenido por este, quien en principio no entendió lo que su nieto le relataba con horror.
Poco después el relato se convirtió en una acusación directa en contra de su propia madre.
Los familiares de Anaquín, alarmados, corrieron hacia la casa que habitaba la familia desavenida, mientras el abuelo denunciaba los hechos en la subcomisaría de Apolinario Saravia, distante a 100 kilómetros de Joaquín V. González.
Poco después, según una versión de los hechos relatada por vecinos de la zona, la mujer tras deambular por varios lugares de Apolinario Saravia, donde solicitó asesoramiento por la tragedia que había cometido, fue conminada por sus familiares a entregarse. Llegó a la sede policial por sus propios medios, poco después de las 14, el mismo día que cometió el uxoricidio.
En la policía relató los motivos de su presencia y se autoincriminó de los hechos. El departamento de Criminalística realizó las pericias ordenadas por el fiscal actuante. A las 18 se secuestró el arma blanca utilizada y a las 21 el médico forense determinó que la muerte de Anaquín se produjo por hemoneumotórax masivo, por herida de arma blanca.
La mujer quedó detenida.
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Fuentes policiales de la cabecera del departamento Anta aseguraron ayer a El Tribuno que la mujer, identificada como Trinidad Toledo, de 24 años, quedó en calidad de detenida poco después que el suegro de la misma denunciara en la subcomisaría de El Dorado que su nieto de 9 años había huido de una escena criminal y le había confesado, en llanto, que su madre había asesinado a su padre Javier Jesús Anaquín con un cuchillo.
Una fuente de ese pueblo de Anta relató a El Tribuno que el padre de Anaquín denunció el hecho inmediatamente y poco después una comisión policial corroboró los hechos relatados por el niño, hallando a Javier Jesús Anaquín (33) sin vida en el domicilio que ambos compartían.
La fuente reveló que la mujer confesó la autoría del crimen, aunque los pormenores del mismo no tomaron estado público.
Lo que sí se supo es que a media mañana del martes comenzó la pareja a discutir acaloradamente y que, en un momento dado, la mujer atacó a su pareja con un cuchillo de grandes dimensiones.
Según fuentes policiales de la zona, Toledo atacó a su pareja cuando este se hallaba descuidado.
Cuando se presentó en la subcomisaría, la mujer habría asegurado que le atravesó la garganta con la primera estocada e inmediatamente volvió a atacarlo con la misma arma.
Anaquín en pocos minutos falleció sin recibir asistencia alguna.
Al parecer, el hijo de la pareja de 9 años se encontraba en el lugar de los hechos.
No se sabe cómo pero el muchachito ante la tragedia familiar huyó de inmediato del lugar y buscó refugio en la casa donde habita su abuelo paterno. Allí fue contenido por este, quien en principio no entendió lo que su nieto le relataba con horror.
Poco después el relato se convirtió en una acusación directa en contra de su propia madre.
Los familiares de Anaquín, alarmados, corrieron hacia la casa que habitaba la familia desavenida, mientras el abuelo denunciaba los hechos en la subcomisaría de Apolinario Saravia, distante a 100 kilómetros de Joaquín V. González.
Poco después, según una versión de los hechos relatada por vecinos de la zona, la mujer tras deambular por varios lugares de Apolinario Saravia, donde solicitó asesoramiento por la tragedia que había cometido, fue conminada por sus familiares a entregarse. Llegó a la sede policial por sus propios medios, poco después de las 14, el mismo día que cometió el uxoricidio.
En la policía relató los motivos de su presencia y se autoincriminó de los hechos. El departamento de Criminalística realizó las pericias ordenadas por el fiscal actuante. A las 18 se secuestró el arma blanca utilizada y a las 21 el médico forense determinó que la muerte de Anaquín se produjo por hemoneumotórax masivo, por herida de arma blanca.
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Una mujer asesinó a su esposo de dos certeras puñaladas en el cuello y de esa manera puso fin a la relación de pareja que mantenía desde hace casi una década.
Fuentes policiales de la cabecera del departamento Anta aseguraron ayer a El Tribuno que la mujer, identificada como Trinidad Toledo, de 24 años, quedó en calidad de detenida poco después que el suegro de la misma denunciara en la subcomisaría de El Dorado que su nieto de 9 años había huido de una escena criminal y le había confesado, en llanto, que su madre había asesinado a su padre Javier Jesús Anaquín con un cuchillo.
Una fuente de ese pueblo de Anta relató a El Tribuno que el padre de Anaquín denunció el hecho inmediatamente y poco después una comisión policial corroboró los hechos relatados por el niño, hallando a Javier Jesús Anaquín (33) sin vida en el domicilio que ambos compartían.
La fuente reveló que la mujer confesó la autoría del crimen, aunque los pormenores del mismo no tomaron estado público.
Lo que sí se supo es que a media mañana del martes comenzó la pareja a discutir acaloradamente y que, en un momento dado, la mujer atacó a su pareja con un cuchillo de grandes dimensiones.
Según fuentes policiales de la zona, Toledo atacó a su pareja cuando este se hallaba descuidado.
Cuando se presentó en la subcomisaría, la mujer habría asegurado que le atravesó la garganta con la primera estocada e inmediatamente volvió a atacarlo con la misma arma.
Anaquín en pocos minutos falleció sin recibir asistencia alguna.
Al parecer, el hijo de la pareja de 9 años se encontraba en el lugar de los hechos.
No se sabe cómo pero el muchachito ante la tragedia familiar huyó de inmediato del lugar y buscó refugio en la casa donde habita su abuelo paterno. Allí fue contenido por este, quien en principio no entendió lo que su nieto le relataba con horror.
Poco después el relato se convirtió en una acusación directa en contra de su propia madre.
Los familiares de Anaquín, alarmados, corrieron hacia la casa que habitaba la familia desavenida, mientras el abuelo denunciaba los hechos en la subcomisaría de Apolinario Saravia, distante a 100 kilómetros de Joaquín V. González.
Poco después, según una versión de los hechos relatada por vecinos de la zona, la mujer tras deambular por varios lugares de Apolinario Saravia, donde solicitó asesoramiento por la tragedia que había cometido, fue conminada por sus familiares a entregarse. Llegó a la sede policial por sus propios medios, poco después de las 14, el mismo día que cometió el uxoricidio.
En la policía relató los motivos de su presencia y se autoincriminó de los hechos. El departamento de Criminalística realizó las pericias ordenadas por el fiscal actuante. A las 18 se secuestró el arma blanca utilizada y a las 21 el médico forense determinó que la muerte de Anaquín se produjo por hemoneumotórax masivo, por herida de arma blanca.
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Fuentes policiales de la cabecera del departamento Anta aseguraron ayer a El Tribuno que la mujer, identificada como Trinidad Toledo, de 24 años, quedó en calidad de detenida poco después que el suegro de la misma denunciara en la subcomisaría de El Dorado que su nieto de 9 años había huido de una escena criminal y le había confesado, en llanto, que su madre había asesinado a su padre Javier Jesús Anaquín con un cuchillo.
Una fuente de ese pueblo de Anta relató a El Tribuno que el padre de Anaquín denunció el hecho inmediatamente y poco después una comisión policial corroboró los hechos relatados por el niño, hallando a Javier Jesús Anaquín (33) sin vida en el domicilio que ambos compartían.
La fuente reveló que la mujer confesó la autoría del crimen, aunque los pormenores del mismo no tomaron estado público.
Lo que sí se supo es que a media mañana del martes comenzó la pareja a discutir acaloradamente y que, en un momento dado, la mujer atacó a su pareja con un cuchillo de grandes dimensiones.
Según fuentes policiales de la zona, Toledo atacó a su pareja cuando este se hallaba descuidado.
Cuando se presentó en la subcomisaría, la mujer habría asegurado que le atravesó la garganta con la primera estocada e inmediatamente volvió a atacarlo con la misma arma.
Anaquín en pocos minutos falleció sin recibir asistencia alguna.
Al parecer, el hijo de la pareja de 9 años se encontraba en el lugar de los hechos.
No se sabe cómo pero el muchachito ante la tragedia familiar huyó de inmediato del lugar y buscó refugio en la casa donde habita su abuelo paterno. Allí fue contenido por este, quien en principio no entendió lo que su nieto le relataba con horror.
Poco después el relato se convirtió en una acusación directa en contra de su propia madre.
Los familiares de Anaquín, alarmados, corrieron hacia la casa que habitaba la familia desavenida, mientras el abuelo denunciaba los hechos en la subcomisaría de Apolinario Saravia, distante a 100 kilómetros de Joaquín V. González.
Poco después, según una versión de los hechos relatada por vecinos de la zona, la mujer tras deambular por varios lugares de Apolinario Saravia, donde solicitó asesoramiento por la tragedia que había cometido, fue conminada por sus familiares a entregarse. Llegó a la sede policial por sus propios medios, poco después de las 14, el mismo día que cometió el uxoricidio.
En la policía relató los motivos de su presencia y se autoincriminó de los hechos. El departamento de Criminalística realizó las pericias ordenadas por el fiscal actuante. A las 18 se secuestró el arma blanca utilizada y a las 21 el médico forense determinó que la muerte de Anaquín se produjo por hemoneumotórax masivo, por herida de arma blanca.
La mujer quedó detenida.
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