El offset, un nuevo sistema de impresión indirecta

Hasta el advenimiento del offset en Salta, El Tribuno se imprimió según viejos cánones en la materia. Cada página se fundía en plomo, se colocada en la rotativa e imprimía por presión directa sobre el papel dado por la bobina (impresión directa).

En el caso del offset -significa impresión indirecta- se elimina la página fundida en plomo (estereotipia), y en su lugar va una chapa o clisé de aluminio liviano que, al ser entintado en la rotativa, imprime un cilindro de caucho, que su vez imprime el papel entregado por la bobina.

El offset, en cuanto a calidad es distinto al tradicional (plomo); es más satinado, la superficie es más pulida y suave, lo que aseguraba una calidad óptica, especialmente en las fotografías, donde desaparece la "trama" o retícula, una característica en los viejos diarios.

En cuanto al método de composición y armado, el offset representó un notorio adelanto con respecto al anterior, particularmente en lo referido a velocidad y limpieza. Se eliminó el plomo y la tinta en la compaginación de cada página antes de grabarse en el clisé o chapa de aluminio. A la rapidez y limpieza se unió la velocidad de la rotativa, que imprimía 25 mil diarios en una hora, el doble de lo que imprimía la vieja impresora que El Tribuno tenía en Deán Funes 82.

Pero además, el offset tuvo otra gran virtud, no muy reconocida en su momento: terminó de un plumazo con el uso del plomo, cuyos gases tóxicos, al expandirse por talleres y redacción, causaban el tan temido mal del "saturnismo". En ese sentido El Tribuno fue el primer diario argentino que erradicó de su redacción y talleres, las causas del saturnismo.

Junto a la nueva rotativa, arribó también el equipamiento completo para la nueva línea de impresión. La maquinaria contaría con cuatro cuerpos impresores a los que se podían añadir otros. Tenía una dobladora automática; un portabobina para cuatro posiciones con tensión automática del papel; motor eléctrico; fotocomponedoras; teclados; un equipo para grabados de clisé; lámparas de arco; aceites, lubricantes, equipos de aire acondicionado pues fotomecánica e impresión debían trabajar bajo determinadas condiciones de humedad y temperatura.

Hasta el advenimiento del offset en Salta, El Tribuno se imprimió según viejos cánones en la materia. Cada página se fundía en plomo, se colocada en la rotativa e imprimía por presión directa sobre el papel dado por la bobina (impresión directa).

En el caso del offset -significa impresión indirecta- se elimina la página fundida en plomo (estereotipia), y en su lugar va una chapa o clisé de aluminio liviano que, al ser entintado en la rotativa, imprime un cilindro de caucho, que su vez imprime el papel entregado por la bobina.

El offset, en cuanto a calidad es distinto al tradicional (plomo); es más satinado, la superficie es más pulida y suave, lo que aseguraba una calidad óptica, especialmente en las fotografías, donde desaparece la "trama" o retícula, una característica en los viejos diarios.

En cuanto al método de composición y armado, el offset representó un notorio adelanto con respecto al anterior, particularmente en lo referido a velocidad y limpieza. Se eliminó el plomo y la tinta en la compaginación de cada página antes de grabarse en el clisé o chapa de aluminio. A la rapidez y limpieza se unió la velocidad de la rotativa, que imprimía 25 mil diarios en una hora, el doble de lo que imprimía la vieja impresora que El Tribuno tenía en Deán Funes 82.

Pero además, el offset tuvo otra gran virtud, no muy reconocida en su momento: terminó de un plumazo con el uso del plomo, cuyos gases tóxicos, al expandirse por talleres y redacción, causaban el tan temido mal del "saturnismo". En ese sentido El Tribuno fue el primer diario argentino que erradicó de su redacción y talleres, las causas del saturnismo.

Junto a la nueva rotativa, arribó también el equipamiento completo para la nueva línea de impresión. La maquinaria contaría con cuatro cuerpos impresores a los que se podían añadir otros. Tenía una dobladora automática; un portabobina para cuatro posiciones con tensión automática del papel; motor eléctrico; fotocomponedoras; teclados; un equipo para grabados de clisé; lámparas de arco; aceites, lubricantes, equipos de aire acondicionado pues fotomecánica e impresión debían trabajar bajo determinadas condiciones de humedad y temperatura.