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El ataque a Colón tergiversa la historia

Sabado, 14 de octubre de 2017 00:00

La culpa es de Colón: este parece ser el eslogan del momento desde Tierra del Fuego hasta Alaska.

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La culpa es de Colón: este parece ser el eslogan del momento desde Tierra del Fuego hasta Alaska.

¿Cuándo fue que Colón se convirtió en un genocida?

En los últimos años se lanzó una campaña para demonizar al navegante genovés.

La cara más visible fue Hugo Chávez, quien en 2004 declaró a Colón genocida de los pueblos originarios. Así las cosas, su figura fue expuesta a una serie de críticas y juicios que terminaron por convertirlo en poco menos que un antecedente directo del propio Adolf Hitler.

En nuestro país, la presidente Cristina Fernández encabezó este movimiento y ordenó el traslado de su monumento a un lugar menos visible. Esta corriente anti Colón no es exclusiva de los populistas latinoamericanos, el fenómeno llegó a varias ciudades de Estados Unidos, en las que se decidió quitar los monumentos que exaltan a Colón.

El último de los intentos involucra al Colón del emblemático Columbus Circle de la Gran Manzana, bajo la consigna de "abajo el genocidio" y "no honremos al genocida".

Acusar a Colón del sojuzgamiento de millones de indios es proyectar sobre su figura acontecimientos que sucedieron muchos años después de su muerte (1506).

Colón no tenía ningún plan de exterminio ni dejó instrucciones en tal sentido.

Su objetivo era encontrar una ruta más directa hacia Asia. En su travesía, descubrió un continente, algo de lo que nunca tuvo conciencia, ya que siempre creyó estar cerca de Asia. En realidad, la "culpa" de Colón fue haber iniciado una aventura con destino incierto y riesgoso, la cual terminó en un lugar que los europeos de su época desconocían.

La verdadera conquista de América tuvo lugar 15 años después de su muerte, cuando Hernán Cortés arribó a las costas de México.

Si ponemos en contexto histórico el proceso de conquista, lo primero que debemos decir es que los conquistadores cometieron todo tipo de atropellos, que no pueden ser justificados desde ningún punto de vista, aunque culpar por ello a Colón es ejercer un linchamiento retrospectivo carente de fundamento, ya que él no fue quien lo llevó a cabo, ni bosquejó un plan con tal fin.

En segundo lugar, se suele tener la falsa idea de que, como los nativos sufrieron la conquista, antes de esta ellos vivían de manera pacífica, cuando en realidad no fue así.

Los caribes que encontró Colón primero habían luchado y desplazado a los anawaks que ocupaban esas islas. Algo similar sucedió con los aztecas, que habían llegado desde el norte para conquistar a las poblaciones del centro de México.

Este es el mismo procedimiento que aplicaron casi todos los pueblos a lo largo de la historia de la humanidad: el uso de la fuerza para establecerse en nuevos territorios, más allá de que estemos de acuerdo o no.

Acusar a Colón de genocida es tergiversar la historia y cometer un acto de injusticia. Su objetivo era encontrar una nueva ruta para expandir el comercio de Europa con Asia. En su periplo descubrió un territorio que cambiaría para siempre la historia universal, por lo cual deberíamos estarle agradecidos.

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