Sandra Cristina Bonari Valdés, la postulante propuesta por el gobernador Juan Manuel Urtubey para integrar la Corte de Justicia de la provincia logró una masiva adhesión para acceder al cargo. A partir de la apertura del proceso participativo de la postulación, dispuesto a través de la resolución 468 del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia del 23 de agosto pasado, la actual camarista del distrito Judicial Tartagal, un total de 4.868 personas se pronunciaron a favor de su designación como integrante del máximo tribunal de justicia de Salta para ocupar la vacante que dejó uno de sus miembros.
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Sandra Cristina Bonari Valdés, la postulante propuesta por el gobernador Juan Manuel Urtubey para integrar la Corte de Justicia de la provincia logró una masiva adhesión para acceder al cargo. A partir de la apertura del proceso participativo de la postulación, dispuesto a través de la resolución 468 del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia del 23 de agosto pasado, la actual camarista del distrito Judicial Tartagal, un total de 4.868 personas se pronunciaron a favor de su designación como integrante del máximo tribunal de justicia de Salta para ocupar la vacante que dejó uno de sus miembros.
Aroldo Gabriel Karchner Moreno fue la única persona que efectuó una observación respecto a la postulación de la reconocida magistrada. Esto, seguramente, no impedirá que próximamente la Cámara de Senadores apruebe el pliego enviado por el Poder Ejecutivo. El pedido de acuerdo tomó estado parlamentario el miércoles pasado con la remisión del expediente a la Comisión de Justicia, Acuerdo y Designaciones, que preside Jorge Soto, senador por el departamento de La Viña. Dicha comisión hará un análisis del pliego y luego elevará un dictamen para que la Cámara Alta en pleno emita el último veredicto. Se prevé que esto ocurrirá en un plazo de diez días.
El primer voto de adhesión fue emitido por la propia ministra de Derechos Humanos y Justicia, Pamela Calletti, a la que luego se sumaron el presidente de la Corte de Justicia, Guillermo Catalano y los ministros Abel Cornejo y Fabián Vittar. "Que haya representatividad de mujeres en los máximos organismos es positivo, sobre todo cuando hablamos de mujeres con perspectiva de género. Es positivo que se mantenga la presencia femenina en todos los ámbitos", expresó Calletti al momento de anunciar su postulación. Bonari Valdés recibió una masivo apoyo de los jueces y camaristas, secretarios y empleados de todos los distritos judiciales de la provincia, además del Colegio de Magistrados y Funcionarios del Ministerio Público y el Poder Judicial, del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta, del Círculo Médico de Tartagal, de la Municipalidad de Embarcación, de la ONG Médicos solidarios, de la Asociación de Trabajadores del Estado, de la Agremiación de Empleados del Poder Judicial y la Procuración, entre otros.
Las comunidades aborígenes del norte, de las etnias, wichi, chiriguano y guarany, también se pronunciaron en gran número a favor del nombramiento de Bonari Valdés en la Corte de Justicia. Lo propio ocurrió con las comunidades estudiantiles y docentes, amas de casa, comerciantes y entidades intermedias del departamento San Martín.
.Los cargos que ocupó
Bonari Valdés fue propuesta para el cargo a raíz de la renuncia de Guillermo Félix Díaz, quien se acogió a los beneficios de la jubilación. El gobernador Urtubey justificó la postulación de la jueza en base su vasta trayectoria como empleada y luego como magistrada.
Además de su desempeño en la Justicia, Bonari Valdés cumplió importantes cargos en la administración pública. Fue auditora del ente Regulador de Servicios Públicos, auditora general de la Provincia, vocal y presidenta del Tribunal de Cuentas de la provincia, asesora legal del Poder Ejecutivo, entre otros cargos. Entre abril de 1994 y noviembre de 1997 ocupó una banca en la Cámara de Diputados. A nivel privado cumplió funciones como asesora de las cámaras legislativas y de varias entidades sindicales.