Como todas las modas, el secuestro express hizo su debut en la frontera, hasta ahora con pésimos resultados para los asaltantes.
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Como todas las modas, el secuestro express hizo su debut en la frontera, hasta ahora con pésimos resultados para los asaltantes.
El violento delito, que en la capital argentina es uno de los más comunes en los últimos tiempos, se produjo en la madrugada de ayer, en un cajero automático oranense.
La víctima, un cliente del mismo banco donde fue "chupada" como se dice en la jerga o secuestrada o privada de su libertad, fue obligada a punta de revólver a ascender a su vehículo y dirigirse hacia otra entidad bancaria para ser despojada de todo su dinero.
El secuestro lo sufrió un hombre de 37 años, que se desplazaba sobre una camioneta Ford Ranger.
Una fuente policial aclaró ayer que la víctima descendió en un cajero del banco con el que opera la Provincia de Salta ubicado en la guardia del hospital San Vicente de Paúl.
Cuando salía del mismo fue abordado por tres hombres al parecer fuertemente "calzados" con armas de puño. Uno de ellos tenía un revólver de grueso calibre.
Encañonaron a la víctima y la subieron a su camioneta.
Los delincuentes, a sabiendas de que en el hospital hay una guardia permanente de policías, manifestaron a viva voz que querían "plata" y que lo llevarían a otro cajero automático para que haga las extracciones necesaria.
Así se dirigieron hacia el centro de la ciudad.
En cercanías de otro cajero del mismo banco estacionaron el vehículo del cual descendió uno de los delincuentes para liberar el lugar de clientes y posibles testigos para hacer descender al hombre para que les diera el dinero de sus cuentas de ahorro o corrientes.
Huida y vuelco
Al parecer los movimientos de los delincuentes en el hospital habían alertado a testigos que llamaron al 911, que dispuso el seguimiento de los sospechosos a distancia prudencial.
Al grito de "vamos que viene la cana" los secuestradores le ordenaron al que se hallaba al volante máxima velocidad y comenzó entonces una espectacular persecución por las calles de la última ciudad fundada por los españoles en América.
La persecución de la Ford Ranger fue el comentario obligado ayer en la ciudad ya que atravesaron las calles más concurridas en una jornada calurosa, como casi todas las noches oranenses en esta época.
La velocidad de la pick up y la habilidad del conductor les permitió eludir al móvil policial pero a la caza de los secuestradores llegaron refuerzos y equipos más sofisticados que se sumaron a la ardua y caliente persecución.
Todo fue en vano, la camioneta se había escabullido del casco céntrico de Orán.
Fuentes aseguran que pocos minutos después ingresa al sistema del 911 un llamado informando de una camioneta volcada en la intersección de calle España y Constituyentes.
En el lugar solo encontraron a la víctima junto a su camioneta destrozada. El hombre, a pesar de las lesiones sufridas, aseguró a la policía que pese a la pericia conductiva el chofer no pudo dominar el vehículo y en ese lugar perdieron el control del rodado y terminaron volcando a centímetros de una vivienda. Situación que aprovecharon los malvivientes para escapar del lugar, algunos rengos, otros con sangre, dijo una versión.
A los pocos minutos llegó personal de la policía para constatar lo manifestado por la víctima y tomarle una denuncia pública verbal para continuar con la búsqueda ya de peligrosos y armados asaltantes.
A cientos de metros de allí, y por calle Colón y Segundo Sombra, detuvieron a un joven de 19 años con lesiones compatibles con el vuelco, quien aseguró que viajaba en la camioneta siniestrada junto con otros dos cómplices, que huyeron con las armas utilizadas para el secuestro express y el robo de unos cientos de pesos.