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Urge la ampliación del programa municipal "Separemos juntos"

Lunes, 13 de febrero de 2017 01:30
<div>Campana naranja de reciclado ubicada en la plaza 9 de Julio. Archivo El Tribuno.</div><div>
La ciudad de Salta es una de las más bonitas del país, sin embargo, los microbasurales que abundan en los barrios, inclusive en el macrocentro, afean el paisaje y por ende la calidad de vida de los salteños.
"Los microbasurales comienzan cuando alguien tira restos de poda o de escombros en cualquier lugar, incluso en las plazas de los barrios" dijo Federico Casas, Secretario de Ambiente de la Municipalidad de Salta, a partir los demás vecinos se sienten habilitados para seguir aportando residuos. Por otro lado, por una cuestión de costos, en vez de contratar un contenedor, los vecinos suelen llamar a un carrero que los retira, pero este los termina arrojando en lugares no habilitados. En el caso de las podas, si están acondicionadas en bultos de un metro cúbico y ubicadas frente al domicilio son retirados por los camiones almejas, que tienen un brazo que es una pala mecánica que las recoje y las coloca en un camión volquete. Sin embargo, en Salta solo hay tres de estos camiones, razón por la cual, si bien los mismos tienen un cronograma definido por diferentes barrios, pero la demanda supera ampliamente a la cantidad de unidades, se aconseja a los vecinos llamar al 0800 777 4400 para registrar el pedido del servicio.

Los reciclables

El programa de reciclado "Separemos juntos", encarado por el municipio capitalino desde hace unos años, es fundamental para evitar los microbasurales y crear conciencia de la necesidad del cuidado del ambiente. Una de las dificultades es la limitación del servicio, dado que solo están comprendidos 16 barrios sobre más de 300 que hay en la ciudad.
En las barriadas en que se aplica el programa se entregan a los vecinos bolsas de color naranja y hay un camión identificado con el programa que los retira. Este procedimiento se realiza tres veces por semana. Solo en el barrio San Carlos, ubicado al sur de la ciudad, se implementó un programa piloto de contenedores ubicados en calles estratégicas del barrio, pero lamentablemente no dieron el resultado esperado. "Los vecinos de San Carlos saben cómo usarlos, pero parece que personas que llegan de barrios circundantes arrojan basura que no se corresponde con residuos secos", agregó Casas.
Esto hace que cuando el contenido llega al vertedero los trabajadores de las cooperativas que hacen la tarea de recuperación se quejen porque "se espera que allí lleguen los residuos secos ya clasificados y lamentablemente no es así", dijo Casas.
Este inconveniente no ocurre con las bolsas naranjas. Los vecinos colocan los papeles, cartones y plásticos bien estibados lo que facilita el trabajo de los recuperadores.
Con las bolsas naranjas se nota la eficiencia en la clasificación. Solo alrededor de un 1% puede llegar a tener algún error en la clasificación y que tiene que ver con que se filtró algún residuo orgánico. El 99% viene bien estibado con el residuo adecuado lo cual facilita mucho la tarea de los recuperadores en el vertedero.

Incrementar el servicio

Menos del 5 por ciento de los vecinos de la capital salteña están insertos en este programa. Con la firma del nuevo convenio con la empresa Agrotécnica Fueguina y la política de la intendencia capitalina se prevé duplicar la cantidad de barrios. "Vamos a tener 50 campanas naranjas, como las que están ahora en la plaza 9 de Julio y en la plaza de la Legislatura, que vamos a poner en distintos puntos de la ciudad. Va a ser una especie de contenerización pero muy puntuales", dijo Casas y aclaró que irán regulando el servicio de acuerdo a cómo sea la demanda de los vecinos. Para lograr el éxito del programa se debe realizar un fuerte trabajo de concientización. "Para que esto funcione hace falta trabajar sobre el tema de la clasificación en origen", dijo. Si el vecino no participa en esta tarea en su casa el trabajo se hace muy complicado posteriormente.
No obstante la voluntad de ampliar el servicio, hay muchos barrios que de todos modos seguirán sin estar incluidos en este programa. Para eso se prevé la colocación de 50 campanas naranjas que estarán ubicadas estratégicamente.

Apuesta por la educación

La escuela tiene una función primordial en el tema del reciclado, pero también en lo que tiene que ver con el ambiente, como un todo, por ejemplo el cuidado de la energía. "Los chicos son los que cambian la mentalidad en el hogar", concluyó Casas.

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La ciudad de Salta es una de las más bonitas del país, sin embargo, los microbasurales que abundan en los barrios, inclusive en el macrocentro, afean el paisaje y por ende la calidad de vida de los salteños.
"Los microbasurales comienzan cuando alguien tira restos de poda o de escombros en cualquier lugar, incluso en las plazas de los barrios" dijo Federico Casas, Secretario de Ambiente de la Municipalidad de Salta, a partir los demás vecinos se sienten habilitados para seguir aportando residuos. Por otro lado, por una cuestión de costos, en vez de contratar un contenedor, los vecinos suelen llamar a un carrero que los retira, pero este los termina arrojando en lugares no habilitados. En el caso de las podas, si están acondicionadas en bultos de un metro cúbico y ubicadas frente al domicilio son retirados por los camiones almejas, que tienen un brazo que es una pala mecánica que las recoje y las coloca en un camión volquete. Sin embargo, en Salta solo hay tres de estos camiones, razón por la cual, si bien los mismos tienen un cronograma definido por diferentes barrios, pero la demanda supera ampliamente a la cantidad de unidades, se aconseja a los vecinos llamar al 0800 777 4400 para registrar el pedido del servicio.

Los reciclables

El programa de reciclado "Separemos juntos", encarado por el municipio capitalino desde hace unos años, es fundamental para evitar los microbasurales y crear conciencia de la necesidad del cuidado del ambiente. Una de las dificultades es la limitación del servicio, dado que solo están comprendidos 16 barrios sobre más de 300 que hay en la ciudad.
En las barriadas en que se aplica el programa se entregan a los vecinos bolsas de color naranja y hay un camión identificado con el programa que los retira. Este procedimiento se realiza tres veces por semana. Solo en el barrio San Carlos, ubicado al sur de la ciudad, se implementó un programa piloto de contenedores ubicados en calles estratégicas del barrio, pero lamentablemente no dieron el resultado esperado. "Los vecinos de San Carlos saben cómo usarlos, pero parece que personas que llegan de barrios circundantes arrojan basura que no se corresponde con residuos secos", agregó Casas.
Esto hace que cuando el contenido llega al vertedero los trabajadores de las cooperativas que hacen la tarea de recuperación se quejen porque "se espera que allí lleguen los residuos secos ya clasificados y lamentablemente no es así", dijo Casas.
Este inconveniente no ocurre con las bolsas naranjas. Los vecinos colocan los papeles, cartones y plásticos bien estibados lo que facilita el trabajo de los recuperadores.
Con las bolsas naranjas se nota la eficiencia en la clasificación. Solo alrededor de un 1% puede llegar a tener algún error en la clasificación y que tiene que ver con que se filtró algún residuo orgánico. El 99% viene bien estibado con el residuo adecuado lo cual facilita mucho la tarea de los recuperadores en el vertedero.

Incrementar el servicio

Menos del 5 por ciento de los vecinos de la capital salteña están insertos en este programa. Con la firma del nuevo convenio con la empresa Agrotécnica Fueguina y la política de la intendencia capitalina se prevé duplicar la cantidad de barrios. "Vamos a tener 50 campanas naranjas, como las que están ahora en la plaza 9 de Julio y en la plaza de la Legislatura, que vamos a poner en distintos puntos de la ciudad. Va a ser una especie de contenerización pero muy puntuales", dijo Casas y aclaró que irán regulando el servicio de acuerdo a cómo sea la demanda de los vecinos. Para lograr el éxito del programa se debe realizar un fuerte trabajo de concientización. "Para que esto funcione hace falta trabajar sobre el tema de la clasificación en origen", dijo. Si el vecino no participa en esta tarea en su casa el trabajo se hace muy complicado posteriormente.
No obstante la voluntad de ampliar el servicio, hay muchos barrios que de todos modos seguirán sin estar incluidos en este programa. Para eso se prevé la colocación de 50 campanas naranjas que estarán ubicadas estratégicamente.

Apuesta por la educación

La escuela tiene una función primordial en el tema del reciclado, pero también en lo que tiene que ver con el ambiente, como un todo, por ejemplo el cuidado de la energía. "Los chicos son los que cambian la mentalidad en el hogar", concluyó Casas.

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