Lectores mostraron su total descontento con una situación que se repite a diario en la peatonal Caseros, antes de llegar a calle Mitre. Allí hay un sector donde gente muy inescrupulosa come panchos y tira la basura en el piso, sin usar los cestos que hay en la zona.
La imagen es clara: en ese sector hay una especie de banco de cemento para que la gente se siente a descansar. Muchos los usan para sentarse y comer allí el pancho que compraron en los locales que hay en esa cuadra, el tema es que tiran las servilletas, las botellas de gaseosa y el envoltorio del pancho. en el piso.
"Hace dos meses que veo el mismo escenario. Las personas que consumen panchos en estos dos locales no tienen la más mínima educación. Dejan las servilletas tiradas, el piso con todos los aderezos posibles, papas fritas. Un asco", señaló un lector que envió las imágenes al whatsapp de El Tribuno.
El lector también pidió a los dueños de los negocios que traten de concientizar a quienes les compran los panchos. Al tiempo que reclamó la presencia de más inspectores del municipio para que controlen a quienes tiran papeles e inundan de basura las peatonales.
Hay que tener en cuenta que las peatonales se limpian, al menos, dos veces por día; sin embargo la falta de educación de muchas personas hacen que estas limpiezas sean en vano.
Basura en otros lugares
La cantidad de basura que se tira en las calles no es exclusiva del centro. De acuerdo a los registros que se manejan en el municipio, en la ciudad hay más de 200 microbasurales crónicos. Muchos de ellos son levantados un día y en menos de una semana se vuelven a formar.
Esto ya es un tema de educación, ya que muchos no tienen ningún problema en arrojar basura a la vía pública, incluso sabiendo que pueden ser penados por multas caras que rondan los 10 mil pesos.
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Lectores mostraron su total descontento con una situación que se repite a diario en la peatonal Caseros, antes de llegar a calle Mitre. Allí hay un sector donde gente muy inescrupulosa come panchos y tira la basura en el piso, sin usar los cestos que hay en la zona.
La imagen es clara: en ese sector hay una especie de banco de cemento para que la gente se siente a descansar. Muchos los usan para sentarse y comer allí el pancho que compraron en los locales que hay en esa cuadra, el tema es que tiran las servilletas, las botellas de gaseosa y el envoltorio del pancho. en el piso.
"Hace dos meses que veo el mismo escenario. Las personas que consumen panchos en estos dos locales no tienen la más mínima educación. Dejan las servilletas tiradas, el piso con todos los aderezos posibles, papas fritas. Un asco", señaló un lector que envió las imágenes al whatsapp de El Tribuno.
El lector también pidió a los dueños de los negocios que traten de concientizar a quienes les compran los panchos. Al tiempo que reclamó la presencia de más inspectores del municipio para que controlen a quienes tiran papeles e inundan de basura las peatonales.
Hay que tener en cuenta que las peatonales se limpian, al menos, dos veces por día; sin embargo la falta de educación de muchas personas hacen que estas limpiezas sean en vano.
Basura en otros lugares
La cantidad de basura que se tira en las calles no es exclusiva del centro. De acuerdo a los registros que se manejan en el municipio, en la ciudad hay más de 200 microbasurales crónicos. Muchos de ellos son levantados un día y en menos de una semana se vuelven a formar.
Esto ya es un tema de educación, ya que muchos no tienen ningún problema en arrojar basura a la vía pública, incluso sabiendo que pueden ser penados por multas caras que rondan los 10 mil pesos.