En la provincia de Salta no hay carrera universitaria para quienes quieren ser psicopedagogos. La única opción que tienen para obtener la titulación es estudiar Psicopedagogía en un instituto terciario privado durante cuatro años y realizar un ciclo de licenciatura en alguna universidad, durante dos años más. Entre ambos se hacen al menos seis años -si no son más, por el tiempo que demandan los trabajos de investigación-.
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En la provincia de Salta no hay carrera universitaria para quienes quieren ser psicopedagogos. La única opción que tienen para obtener la titulación es estudiar Psicopedagogía en un instituto terciario privado durante cuatro años y realizar un ciclo de licenciatura en alguna universidad, durante dos años más. Entre ambos se hacen al menos seis años -si no son más, por el tiempo que demandan los trabajos de investigación-.
De los 1.500 matriculados en el Colegio de Psicopedagogía de Salta solo 38 son licenciados. Hay mucha desocupación porque la Superintendencia de Servicios de Salud requiere a los profesionales de la salud el título universitario para trabajar con obras sociales. Por año se matriculan más de 200 psicopedagogos que, tras salir del instituto, se dan con que no podrán trabajar. El Instituto Provincial de Salud (IPS) es el único que les permite brindar su servicio a los pacientes que lo necesitan.
Alarmada por esta situación, la presidenta del Colegio de Psicopedagogía, Viviana Bazán, manifestó a El Tribuno la urgencia porque se reglamentara la carrera universitaria de Psicopedagogía. "El artículo 43 de la ley de educación superior dice que este tipo de carreras, en que se puede poner en riesgo la salud de las personas, debe ser universitaria". Contó que pidió audiencias a la ministra de Educación provincial, Analía Berruezo, pero no obtuvo respuestas.
"Desde el Colegio hacemos gestiones para que alguna universidad dicte la carrera en Salta, ya que tanto la Universidad Nacional (UNSa) como la Universidad Católica (Ucasal) no están dispuestas a hacerlo. Los ciclos de licenciatura no son la forma de solucionar el problema. En otras provincias en cuatro años salís con título universitario", manifestó, y reveló que Jujuy y Tucumán están en la misma situación.
Bazán cuestionó que un instituto de Capital ofreciera Psicopedagogía a distancia. "Esta carrera no es para ser aprendida en esa modalidad. Somos agentes de salud, atendemos a personas. Así como solucionamos la vida, podemos perjudicarla", dijo.
La resolución 2473/84 del Ministerio de Educación de la Nación establece que el psicopedagogo puede desempeñarse tanto en el área de la salud como de la educación, abordando tareas preventivas y asistenciales.
Salud, para pocos
En el año 2009 el gobernador Urtubey aprobó el decreto 1484 del Ministerio de Salud Pública y reconoció al profesional de la Psicopedagogía como agente de salud. Sin embargo, desde entonces no se han abierto cargos ni contemplado el rol del psicopedagogo en el sistema de Salud Pública. "Si fuera así, una gran parte de la población podría acceder a una asistencia psicopedagógica, ya que en nuestra provincia solo pueden hacerlo quienes cuentan con obra social", explicó.
"Desde el inicio de mi gestión, en 2015, solicité al ministro de Salud, a través de expedientes, que reglamentara el decreto para incorporar en el organigrama de Salud a profesionales de la Psicopedagogía. Esto permitiría participar en convocatorias o concursar cargos afines a los alcances del título", manifestó Bazán, quien aún no recibió respuestas de Roque Mascarello, actual ministro del área. "¿Cómo es posible que en el ámbito de la Salud Mental un ingeniero sea el coordinador de algún programa?", cuestionó.
No dan abasto
En la provincia de Salta hay alrededor de 200 asistentes escolares para atender a las más de 1.200 escuelas estatales y a los más de 400 mil alumnos. Según reveló el Ministerio de Educación a El Tribuno, estos profesionales de la Salud rotan por los establecimientos, como los supervisores. Entre estos, hay 55 psicopedagogos.
"Consideramos fundamental la inclusión de un psicopedagogo por institución para que trabaje junto con los demás actores para garantizar el derecho a la educación de los estudiantes y para asesorar y acompañar a la institución y a los docentes. Los gabinetes no son suficientes para la atención de tantas problemáticas que se presentan y el acompañamiento a los miles de niños y jóvenes incluidos", evaluó Bazán.
"Debido a la gran crisis que atraviesa la sociedad, los docentes están desbordados por las demandas institucionales", evaluó, y consideró que debería haber un equipo interdisciplinario de profesionales cada 300 alumnos.