"No cumplir con las normas de tránsito es una cuestión cultural que debe cambiarse", repite con insistencia el director de Tránsito rosarino, Miguel Marti. Por eso desde el organismo hacen permanentes tareas de concientización para disminuir el número de accidentes y, según consideró, los indicadores van mejorando, aunque todavía queda mucho por resolver, como los conductores que consumen alcohol.
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"No cumplir con las normas de tránsito es una cuestión cultural que debe cambiarse", repite con insistencia el director de Tránsito rosarino, Miguel Marti. Por eso desde el organismo hacen permanentes tareas de concientización para disminuir el número de accidentes y, según consideró, los indicadores van mejorando, aunque todavía queda mucho por resolver, como los conductores que consumen alcohol.
Frente a esta realidad, el colegio San Gabriel ha decidido llevar a cabo un proyecto de articulación con la Dirección de Tránsito mediante el cual los alumnos de tercer año se unen a los inspectores en los controles en distintos sectores de la ciudad y concientizan a los conductores en relación con el correcto estado para manejar.
En diálogo con El Tribuno, Marti subrayó la importancia de esta actividad y de trabajar a edades tempranas.
"Es un programa que se está haciendo por una iniciativa de la directora del establecimiento educativo, Norma Madrazo, para que los chicos tomen conciencia de las normas de tránsito en forma directa y, al mismo tiempo, trasladar ese aprendizaje a la comunidad. Primero se dieron capacitaciones durante dos días y hoy están haciendo prácticas en las calles con el uniforme correspondiente. La finalidad es que cuando ellos tengan la edad para sacar su licencia de conducir conozcan todas las normas, pero principalmente que se genere una cultura vial desde edad temprana", contó.
Inspectoras adolescentes
Martina Malaspina y Micaela Sadir son dos de las alumnas que participaron de los controles frente al edificio de Tránsito. Les explicaron a los conductores quienes eran y qué estaban realizando allí.
"Trabajamos en un proyecto sobre educación vial y con nuestra profesora decidimos salir a la calle con los inspectores. Tuvo resultados muy buenos porque la gente no se molestó al vernos a nosotros. Creemos que estas cosas ayudan a concientizar más a quienes manejan y nosotros también aprendemos", expresaron.
Por su parte, Micaela Sadir brindó detalles de cuál es la documentación que se solicitaba: "Estamos pidiendo el casco a los motociclistas y el cinturón a los conductores de vehículos. Pero también que tengan los papeles en regla, como licencia, cédula verde, seguro, patente y todo lo que acredite la titularidad del vehículo. Fue una mañana distinta y esperamos que podamos hacerlo de nuevo", comentó.