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De Chicoana a Ezeiza, la historia de un salteño “de selección”

Mateo Mamani comenzó a jugar al fútbol en el Valle de Lerma; pasó por Gimnasia y hoy está en Talleres. La AFA lo convocó para entrenar con el seleccionado Sub-15, conoció a Aimar y no para de soñar. 
Miércoles, 26 de julio de 2017 22:45

Hermes Desio le da la bienvenida a un pelotón de chicos que alguna vez soñaron con ser convocados en la Selección argentina. Son como cincuenta, de muchos clubes y hay un salteño allí mezclado en ese cúmulo de ilusiones. Es Mateo Mamani, un chiquilín que comenzó a patear la pelota a los 6 años en la escuelita de fútbol del Club Atlético Chicoana y que esta semana, 9 años después, anduvo corriendo en los mismos campos verdes donde lo hace Lionel Messi cuando viene al país por la celeste y blanca. 
Tras el saludo protocolar del coordinador de las juveniles de la AFA, nombrado a partir de la llegada de Jorge Sampaoli al equipo mayor, Mateo comenzó a vivir el desafío más lindo de su vida, seguramente. 
Más tarde aparece en escena Diego Placente, el exjugador River, para dar las primeras indicaciones. Mamani está entrenando con el seleccionado Sub-15 y casi que no puede creerlo. “Sentí mucha felicidad, esto no pasa todos los días, me pone muy contento y trato de disfrutar cada momento”, le dijo a El Tribuno tras su segundo día de prácticas.

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Hermes Desio le da la bienvenida a un pelotón de chicos que alguna vez soñaron con ser convocados en la Selección argentina. Son como cincuenta, de muchos clubes y hay un salteño allí mezclado en ese cúmulo de ilusiones. Es Mateo Mamani, un chiquilín que comenzó a patear la pelota a los 6 años en la escuelita de fútbol del Club Atlético Chicoana y que esta semana, 9 años después, anduvo corriendo en los mismos campos verdes donde lo hace Lionel Messi cuando viene al país por la celeste y blanca. 
Tras el saludo protocolar del coordinador de las juveniles de la AFA, nombrado a partir de la llegada de Jorge Sampaoli al equipo mayor, Mateo comenzó a vivir el desafío más lindo de su vida, seguramente. 
Más tarde aparece en escena Diego Placente, el exjugador River, para dar las primeras indicaciones. Mamani está entrenando con el seleccionado Sub-15 y casi que no puede creerlo. “Sentí mucha felicidad, esto no pasa todos los días, me pone muy contento y trato de disfrutar cada momento”, le dijo a El Tribuno tras su segundo día de prácticas.


Y todo sucedió muy rápido. El salteñito fue citado el jueves pasado luego de que Talleres de Córdoba, dónde él juega, enfrentara a Temperley por los torneo de las inferiores de la AFA. Mateo juega en la T desde hace poco más de un año y sus buenas actuaciones llamaron la atención de quienes manejan las selecciones menores.
“Todo fue muy bueno, todos los chicos son recopados, y después el primer entrenamiento fue duro; al principio me sentí un poco nervioso en la cancha pero después me solté”, contó el joven jugador.
El seleccionado Sub-15 largó sus actividades con vistas al torneo Sudamericano que tendrá a Salta como una de las sedes, compartida con San Luis, a fines de noviembre, aunque oficialmente aún no se hizo el anuncio. Y Mateo espera decir presente, qué mejor que ante la mirada de su familia, que reside en la localidad de Chicoana, y amigos. 
El momento más emotivo fue cuando se le acercó Pablo Aimar, el ídolo de River, también exjugador de la Selección y le dijo: “Vos sos Mamani, de Córdoba”. Pero la respuesta fue en otra dirección: “No, soy de Salta, pero juego en Talleres”. “Fue algo realmente emocionante que Aimar me haya hablado, porque me contó que él también es de Córdoba. Y sí, ya lo sabemos, además es el ídolo de Messi”, remarcó Mateo.
Mamani, hijo de Fernando, un ex Gimnasia y Tiro a principio de los 90, se desempeña como delantero, es de los “rapiditos”, de los que desbordan y encaran, pero también hace goles. Y no siente que haya cumplido un sueño por haber entrenado con el seleccionado: “Es un objetivo cumplido, pero mi sueño es jugar, vestir la camiseta de la Selección en un partido, ahora solo usamos la ropa de entrenamiento”. 
Mezclado con chicos de varios clubes, el joven entrenó hasta ayer en los campos de la AFA y espera volver a ser convocado. “Haber estado acá es una tranquilidad y me da más confianza a la hora de volver al club”, dijo el salteño que hoy retorna a Córdoba. 
¿Y cómo llegó Mamani a Talleres? Todo comenzó cuando acudió a un torneo infantil en Morteros (Córdoba) siendo parte de un equipo mixto entre las escuelas de fútbol de Atlético Chicoana y Nobleza, clubes del Valle de Lerma. 
Fue en el verano del año pasado, Mateo tenía todo listo para arribar a Newell’s de Rosario pero lo observaron los captadores de Talleres (uno de ellos es Sebastián Pait que hoy trabaja en Vélez) y desde ese momento su futuro cambió. Desde Morteros no regresó a Salta sino que se subió al colectivo de los chicos de la T para realizar pretemporada. Luego volvió a Salta para saldar una materia que debía en el colegio Tomasini y para retirar sus pertenencias. Así, su salto desde Córdoba al seleccionado fue más fácil. La T juega en la Primera División y sus inferiores compiten con las de los clubes más importante del país.
 

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