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La CGT se moviliza a la Plaza de Mayo contra los despidos y una eventual reforma laboral

Protestará hoy por una eventual reforma laboral y reclamará que no haya más despidos. El Gobierno atribuyó la marcha a "razones políticas".
Martes, 22 de agosto de 2017 07:00

Plaza de Mayo será hoy la caja de resonancia de un renovado debate sobre el empleo. Se concentrarán allí la CGT , las dos CTA y los principales movimientos sociales para rechazar una eventual reforma laboral y exhortar a defender los puestos de trabajo hasta si es necesario con otro proyecto legislativo que evite despidos, como sucedió en mayo de 2016.
La Casa Rosada intentará deslegitimar la protesta sindical con estadísticas oficiales que expresan un aumento del empleo y 13 meses de crecimiento.
"Las consignas de la marcha de la CGT no coinciden con el diagnóstico del mercado de trabajo, que está mostrando una recuperación. Hay motivos cien por ciento políticos", dijo ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en un artículo publicado por La Nación.
El sector de "los Gordos" (grandes gremios de servicios), cuyo referente es Héctor Daer, quietará apoyo a la movilización.
El músculo más vigoroso de la movilización lo aportarán los sindicatos que comulgan con el moyanismo. Juan Carlos Schmid, el representante del sector en el triunvirato de mando, y el camionero Pablo Moyano fueron los que más insistieron en poner la guardia en alto y trazar un plan de lucha.
El miércoles pasado, tras una tensa reunión de consejo directivo en la que se priorizó mantener en pie la marcha para descomprimir la pelea interna, el ala más combativa de la CGT sumó el respaldo de Carlos Acuña, el hombre de Luis Barrionuevo en la cúpula, y del bastión autodenominado "independiente", que integran la Uocra y los estatales de UPCN y AySA. Sin embargo, de estos tres gremios marcharían solamente los albañiles de la Uocra.
Moyano y Schmid sellaron, además, un acuerdo con los jefes de las CTA, Pablo Micheli y Hugo Yasky, y con los movimientos sindicales.
Para evitar que se repitan los incidentes de la marcha del 7 de marzo, la CGT reforzó la seguridad y ubicará el escenario de manera estratégica.
Schmid será el único orador del acto, que está previsto para las 15. Focalizará su discurso en los intentos oficiales de impulsar una reforma laboral y previsional, pero también hará hincapié en el cuidado del empleo y en la necesidad de un movimiento obrero unido y dispuesto a dar pelea.

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Plaza de Mayo será hoy la caja de resonancia de un renovado debate sobre el empleo. Se concentrarán allí la CGT , las dos CTA y los principales movimientos sociales para rechazar una eventual reforma laboral y exhortar a defender los puestos de trabajo hasta si es necesario con otro proyecto legislativo que evite despidos, como sucedió en mayo de 2016.
La Casa Rosada intentará deslegitimar la protesta sindical con estadísticas oficiales que expresan un aumento del empleo y 13 meses de crecimiento.
"Las consignas de la marcha de la CGT no coinciden con el diagnóstico del mercado de trabajo, que está mostrando una recuperación. Hay motivos cien por ciento políticos", dijo ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en un artículo publicado por La Nación.
El sector de "los Gordos" (grandes gremios de servicios), cuyo referente es Héctor Daer, quietará apoyo a la movilización.
El músculo más vigoroso de la movilización lo aportarán los sindicatos que comulgan con el moyanismo. Juan Carlos Schmid, el representante del sector en el triunvirato de mando, y el camionero Pablo Moyano fueron los que más insistieron en poner la guardia en alto y trazar un plan de lucha.
El miércoles pasado, tras una tensa reunión de consejo directivo en la que se priorizó mantener en pie la marcha para descomprimir la pelea interna, el ala más combativa de la CGT sumó el respaldo de Carlos Acuña, el hombre de Luis Barrionuevo en la cúpula, y del bastión autodenominado "independiente", que integran la Uocra y los estatales de UPCN y AySA. Sin embargo, de estos tres gremios marcharían solamente los albañiles de la Uocra.
Moyano y Schmid sellaron, además, un acuerdo con los jefes de las CTA, Pablo Micheli y Hugo Yasky, y con los movimientos sindicales.
Para evitar que se repitan los incidentes de la marcha del 7 de marzo, la CGT reforzó la seguridad y ubicará el escenario de manera estratégica.
Schmid será el único orador del acto, que está previsto para las 15. Focalizará su discurso en los intentos oficiales de impulsar una reforma laboral y previsional, pero también hará hincapié en el cuidado del empleo y en la necesidad de un movimiento obrero unido y dispuesto a dar pelea.

Plan de lucha

En la hoja de ruta de la CGT está previsto convocar para el 12 o 14 de septiembre un comité central confederal (el órgano resolutivo) para "profundizar el plan de lucha", según advirtió Schmid. Del confederal, que será una suerte de cabildo abierto con representantes de todas las regionales, los más duros esperan definir la fecha del segundo paro nacional contra la gestión de Mauricio Macri.
Ese debate, sin embargo, no está hoy maduro e incluso domina la mayoría de los sindicatos que no están de acuerdo en activar otra huelga. Así, la CGT vuelve otra vez a su eterna encrucijada, con dos posturas opuestas: una más combativa y otra más moderada, que apuesta a conservar el diálogo y la negociación con la Casa Rosada hasta después de las elecciones generales del 22 de octubre.

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