Gualberto Solano, el papá de Daniel Solano, el joven salteño desaparecido en Choele Choel en 2011, denunció que recibió amenazas en su teléfono celular para que no volviera a Valle Medio, en la provincia de Río Negro.
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Gualberto Solano, el papá de Daniel Solano, el joven salteño desaparecido en Choele Choel en 2011, denunció que recibió amenazas en su teléfono celular para que no volviera a Valle Medio, en la provincia de Río Negro.
El hombre había vuelto a radicarse en Tartagal, Salta, y sobre el final de la semana pasada, regresó a Valle Medio. Ante el fiscal Daniel Zornita, Solano presentó la denuncia, acompañado por el cura párroco de Choele, Cristian Bonin.
“No vuelvas. Te vamos a hacer boleta”, “Ya te fuiste. Termínala. No vuelvas. Te vamos a hacer boleta”; “Terminala. Deja de molestar”; “No vuelvas más. Córtala”, son algunas de las amenazas que el hombre, que reclama justicia por su hijo desaparecido, habría recibido en su teléfono.
Antes de viajar su teléfono se le rompió y no le pudo mostrar los mensajes al fiscal. De todas maneras se realizará un rastreo para rastrear los mensajes.
Su hijo Daniel viajó en 2011 para trabajar en la cosecha de manzanas y peras para la empresa Agrocosecha (que tercerizaba trabajo para la multinacional Expofrut). El viernes 4 de noviembre de 2011 le hicieron el primer pago, por veinte días de trabajo. Le habían prometido 200 pesos por jornada, pero sólo le entregaron 870 pesos (43 pesos por día).
Daniel reclamó ante el capataz. Charló con sus compañeros sobre los incumplimientos en el pago y les planteó la necesidad de organizarse y pedir el reintegro. Por la tarde llamó a su padre (Gualberto) y le contó que el lunes harían el reclamo. Esa noche fue junto a sus compañeros al boliche Macuba (en la vecina Choele Choel). A las 3 de la mañana fue sacado por los policías que lo golpearon y lo subieron a una camioneta. Desde ese momento está desaparecido. Nunca más se supo de él. La familia denunció a la empresa, a los policías, al fiscal y al juez, por la inacción en la investigación. Un testigo señaló dónde estaría el cuerpo, pero el Poder Judicial rionegrino demora la búsqueda.