En plena temporada de vacaciones, dos de los parques más importantes de la provincia muestran una realidad muy diferente a los que buscan un espacio verde para disfrutar del tiempo libre. Mientras en el Bicentenario, al norte de la ciudad, surgieron algunas zonas descuidadas, en el de La Familia, al sudeste, todos los sectores se pueden aprovechar a pleno.
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En plena temporada de vacaciones, dos de los parques más importantes de la provincia muestran una realidad muy diferente a los que buscan un espacio verde para disfrutar del tiempo libre. Mientras en el Bicentenario, al norte de la ciudad, surgieron algunas zonas descuidadas, en el de La Familia, al sudeste, todos los sectores se pueden aprovechar a pleno.
En el parque cercano a la Ciudad Judicial, se ven amplias zonas donde avanzan las malezas y hay pastos altos. En el suelo hay piedras sueltas, varios juegos están rotos y varios canteros parecen olvidados. Además, algunos baños no están en condiciones de usarse. Donde debería hacerse el anfiteatro natural por ahora hay un hueco.
El único lugar donde ayer había obreros trabajando es en las márgenes del lago, donde no permitieron sacar fotografías.
En el agua se puede ver una gran cantidad de algas y hay que buscar dónde descansar por la basura y el descuido en los alrededores.
El Tribuno intentó consultar con los funcionarios públicos que trabajan en la entrada del parque sobre cómo se desarrolla el mantenimiento, pero no hubo quién pudiera dar información. Además, no se permitió el ingreso de un fotógrafo con su equipo de trabajo.
Un parte de prensa que se difundió el lunes destacaba que la Secretaría de Obras Públicas está trabajando "nuevos espacios de esparcimiento en el Parque del Bicentenario".
Según se comunicó, estas obras se ejecutan en el marco del Plan Bicentenario de la Independencia, con una inversión "superior a los 23 millones de pesos" y tienen un avance del 53%.
De acuerdo a la información oficial, se trabaja en el sector de administración y se construyen paseos peatonales, juegos para niños, aéreas de descanso y un anfiteatro sobre terreno natural.
También se están haciendo núcleos sanitarios, un drugstore (quiosco), depósito y un escenario desmontable "para el desarrollo de grandes eventos".
La otra cara
En el otro extremo, al sudeste de la ciudad, está el Parque de la Familia, donde ayer se notaba la preocupación por la limpieza.
En este lugar, los vecinos colaboran con el mantenimiento de manera permanente. Pese a la gran concurrencia que hay todos los días, no se encuentran papeles tirados, los juegos e instalaciones están en perfecto estado y los canteros desbordan de flores de distintos colores.
Además, a lo largo de las varias cuadras de extensión de este espacio verde, no se encuentran pintadas.
Hay varios negocios donde el público puede encontrar precios accesibles. Una docena de empanadas no supera los 80 pesos y una bebida de más de dos litros vale 40. También hay un paseo de artesanías con variadas propuestas y los baños se encuentran en buenas condiciones.