Crisis. Esta palabra resonó fuerte ayer en los discursos de la apertura de la 74ª Asamblea de la SIP que se realiza en Salta. Esta crisis está marcada por los vaivenes económicos y por la reconversión tecnológica a la que se está sometiendo la industria de los medios en todo el mundo.
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Crisis. Esta palabra resonó fuerte ayer en los discursos de la apertura de la 74ª Asamblea de la SIP que se realiza en Salta. Esta crisis está marcada por los vaivenes económicos y por la reconversión tecnológica a la que se está sometiendo la industria de los medios en todo el mundo.
Más allá de estos problemas, la mayor atención estuvo centrada en los datos que dio a conocer el titular de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gustavo Mohme, quien señaló que en lo que va del año asesinaron a 29 periodistas y uno está desaparecido.
“Vivimos un luto permanente. En 2018 murieron asesinados 29 periodistas, sin contar al colega haitiano desaparecido desde marzo”, señaló el también director del diario La República de Perú.
Quizá uno de los episodios más duros que hubo este año fue el asesinato de tres periodistas del diario El Comercio de Quito, a manos de las FARC, en la frontera entre Ecuador y Colombia.
Hostigamiento
Durante su alocución, Mohme realizó una descripción de la realidad que viven los trabajadores de prensa en los distintos países de la región. Sobre esto, fue muy duro del hostigamiento al que están sometidos en Nicaragua, Venezuela y Cuba. Al tiempo que puso una luz de alerta en Estados Unidos.
“Los ataques contra la libertad de expresión no tienen colorido ideológico ni político. Los ejemplos van de Pinochet a Stroessner y de Fujimori a Castro, Chávez, Morales, Maduro y Ortega; la lista es larga”, señaló.
El dirigente aseguró que este año fue una misión de la SIP a Washington, y allí se entrevistó con legisladores y jueces. Esos encuentros -según dijo- les permitieron “descifrar el ojo de la tormenta en la que está metida la prensa que está siendo denostada por el presidente Donald Trump”.
“Nos preocupa que los periodistas sigan siendo perseguidos, además de los calificativos de Trump contra la prensa sumado a sus frases incendiarias”, afirmó.
Más drástico fue al describir la realidad en Nicaragua, donde dijo que se retrocedió al siglo XIV. “Es una dictadura familiar, donde las fuerzas de seguridad están al orden del ejecutivo. Sumado a las paraestatales que generan violencia”, reseñó.
Además, contó que muchos periodistas fueron agredidos y los medios incendiados. “Un periodista fue asesinado y muchos medios se vieron obligados a cerrar”, describió.
Sobre Venezuela afirmó que el presidente Nicolás Maduro pasó a otra esfera de censura. “Más de 100 diarios cerraron porque no se les da ni acceso a comprar papel al monopolio estatal”, dijo. Y de Cuba remarcó que es el laboratorio de la censura y de la represión.
Argentina y Ecuador
Otro tramo de su discurso, Mohme se lo dedicó a la situación de Argentina y Ecuador, al tiempo que afirmó que en estos países la prensa ahora tiene “vitalidad”.
El titular de la SIP reconoció la labor de los periodistas en nuestro país, que dejaron al descubierto la trama de los cuadernos de la corrupción.
“En otras épocas, cuando el populismo en Argentina y Ecuador cooptaron los espacios de poder, como en Venezuela y Nicaragua, lo primero que hicieron esos gobierno fue crear una estrategia anti libertad de expresión y de prensa”, dijo.
El dirigente aseguró que se dio una persecución personal a los periodistas y se asfixió a los medios. Habló ante la atenta mirada del secretario de comunicaciones de Ecuador, Andrés Michelena; la gobernadora de Buenos Aires, Eugenia Vidal; el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el director de diario El Tribuno, Sergio Romero.
También avanzó con que “todo eso ocurría ante la mirada permisiva de los poderes públicos y el acoso de los medios adictos o secuestrados por el poder político que engendraron estructuras legales que los amparaban”.
Mohme también hizo referencia a lo que significó la polémica ley de servicios de comunicación audiovisual en Argentina y la ley orgánica de comunicación de Ecuador. “Ambas surgieron con la excusa de garantizar la democracia, pero fueron las armas nefastas contra el periodismo independiente”, arremetió.
Tampoco dejó de lado lado la crisis económica por la que está atravesando la industria de los medios con la caída de la publicidad.