14°
1 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Se les hizo agua el helado en el Chaco salteño

“No basta tener buen ingenio; lo principal es aplicarlo bien”
Domingo, 18 de noviembre de 2018 00:59

“La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por los mandamientos de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir“. La frase pertenece a Marco Tulio Cicerón, jurista, político, filósofo, escritor y orador romano nacido el 3 de enero de 106 a. C.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

“La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por los mandamientos de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir“. La frase pertenece a Marco Tulio Cicerón, jurista, político, filósofo, escritor y orador romano nacido el 3 de enero de 106 a. C.

En estos tiempos, la cita de uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República Romana cobra fuerza y autenticidad cuando observamos de qué manera el ser humano se las ingenia para transgredir las normas. Los narcotraficantes son los que más han puesto a prueba el ingenio en su vertiginosa carrera para posibilitar que la droga llegue a buen puerto, a como de lugar. 

Para contrarrestar las técnicas policiales los narcos aplican todas las argucias imaginadas y en ese sentido siempre están un paso más adelante que las fuerzas de seguridad. De esta manera, a lo largo de los años se vieron las más increíbles formas de traficar cocaína, marihuana y otros estupefacientes. 

Desde las ”mulas“, que transportan la droga adosada al cuerpo o los ”camellos“, que llevan la droga encapsulada en el estómago, los narcos utilizan cualquier método para explotar este vil negocio. 

Hace dos mes, personal de Gendarmería Nacional puso al descubierto un novedoso tráfico de droga en el Chaco salteño. Fue durante un procedimiento realizado en la ruta nacional 81, cerca del pueblo de Los Blancos, cuando interceptaron un vehículo utilitario ploteado con propaganda y calcomanía de una reconocida marca de helados. 

Los heladeros eran dos simpáticos jóvenes, muy conocidos, porque todos los veranos llegaban a la caliente zona como proveedores de este producto. Nadie sospechaba que el dúo podía andar en cosas “non sanctas” porque supuestamente les iba muy bien con el negocio en los pueblos que bordean la ruta que conduce a la provincia de Formosa y a la República del Paraguay. 

Una calurosa tarde los gendarmes de la sección Morillo pararon a los heladeros en un puesto de control móvil. Los muchachos, como siempre, pusieron cara de simpáticos para romper el molde de los rostros pétreos de los uniformados. Mientras el conductor exhibía la documentación del vehículo, el acompañante recurrió a su generosidad: ofreció una pote de un kilo y medio de helado a los sacrificados custodios de frontera. El jefe del grupo no se dejó tentar. Fiel a su tarea de celoso guardián, le llamó la atención que el utilitario no contara con un equipo de refrigeración, elemento indispensable para mantener la cadena de frío del sensible producto, sobre todo en una zona donde ya en la primavera las temperaturas superan los 35 grados de calor. 

El semblante de los muchachos cambió cuando el recio alférez le explicó que no podían recibir ninguna ofrenda y sin más trámite ordenó que estacionaran el vehículo en la banquina. 

En contraste con el cálido ambiente, un sudor frío corrió por las espaldas de los jóvenes. 

Al efectuarse la requisa de la unidad, los efectivos observaron que iba repleto de baldes de helados de todos los gustos y sabores. Apenas abrieron la puerta lateral corrediza los invadió un espeso olor a marihuana. Fue así que descubrieron que solo los tachos de arriba tenían helado. El resto estaba repleto de paquetes con la especie herbácea conocida como cannabis sativa. 

También comprobaron que en todo el piso de la camioneta se había conformado un colchón bien compactado con “ladrillos” de la misma droga, tapados con lona de arpillera. 

En presencia de testigos hábiles se contabilizaron 227 paquetes con un peso total de 184 kilos de marihuana. 

Cual si fuera una competencia atlética, como en muchos otros casos, los heladeros habían sido utilizados como miembros de esta desenfrenada carrera de posta que los narcos usan para transportar los cargamentos de marihuana procedentes del Paraguay, el principal país productor de esta droga en Sudamérica. 

Desde hace tiempo, la ruta nacional 81 es utilizada como pista para estos fines, tal como ocurre con la 34 para el ingreso de cocaína procedente de Bolivia.

Temas de la nota

PUBLICIDAD