Dos peligrosos delincuentes fueron deportados desde Bolivia tras ser detenidos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, a pedido de la Justicia argentina. La recaptura fue producto de un intenso trabajo articulado entre la Policía de la Provincia y las fuerzas de seguridad del vecino país.
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Dos peligrosos delincuentes fueron deportados desde Bolivia tras ser detenidos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, a pedido de la Justicia argentina. La recaptura fue producto de un intenso trabajo articulado entre la Policía de la Provincia y las fuerzas de seguridad del vecino país.
Los sujetos se habían fugado de la cárcel de Tartagal el pasado mayo.
La caída de los prófugos se produjo tras un seguimiento de sus comunicaciones a través de la web en los dos países. De esa manera, los investigaciones tecnológicas e inteligencia informática (DITEII) lograron establecer la ubicación de dos peligrosos prófugos.
En un trabajo articulado con la Dirección Nacional de Inteligencia de Bolivia, se concretó la aprehensión de los hombres en Santa Cruz de la Sierra.
En la jornada se efectuó la deportación de los prófugos a nuestro país.
Santos Daniel Bulacia y Luis Miguel Herbas, cumplían condena en la Unidad Carcelaria 5 de Tartagal, por delitos contra la propiedad y las personas. La destacada labor desplegada por el personal de la Dirección General de Investigaciones permitió que ambos se encuentren nuevamente a disposición de la Justicia argentina.
La fuga
En los primeros días de mayo se fugaron dos presos condenados por robo y homicidio de la cárcel de Tartagal. Daniel Santos Bulacia, de 25 años, condenado por robo calificado con uso de arma de fuego y homicidio, y Luis Miguel Herbas, de 33, también condenado por igual motivo, se escaparon de la Unidad Carcelaria 5 de Tartagal, violentando los barrotes de la ventana de su lugar de alojamiento que comunica con la parte externa del penal.
La fuga provocó el airado reclamo de los tartagalenses y motivó el relevamiento de parte del personal penitenciario. Los fugados esa misma noche habían logrado alcanzar la frontera y se habían afincado en una de las ciudades más pobladas de Bolivia.