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Grieta en la cumbre del clima

Martes, 11 de diciembre de 2018 00:00

En la ciudad de Katowice, al sur de Polonia, ya arrancó hace unos días oficialmente la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático -COP 24-. Los investigadores del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica confirman el aumento del nivel del mar, inundaciones, sequía, que son aspectos cruciales del encuentro internacional, frente a los efectos devastadores del cambio climático que nos afectarán cada vez más, y las enormes necesidades de los países en desarrollo para construir diques, subir de nivel las viviendas o aplicar sistemas de alerta meteorológica.

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En la ciudad de Katowice, al sur de Polonia, ya arrancó hace unos días oficialmente la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático -COP 24-. Los investigadores del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica confirman el aumento del nivel del mar, inundaciones, sequía, que son aspectos cruciales del encuentro internacional, frente a los efectos devastadores del cambio climático que nos afectarán cada vez más, y las enormes necesidades de los países en desarrollo para construir diques, subir de nivel las viviendas o aplicar sistemas de alerta meteorológica.

Sin embargo, hay muchos artículos en la redacción del documento que los países no se ponen de acuerdo aún. Ese es el real desafío de esta nueva Cumbre Climática.

El evento, que se extenderá hasta el 14 de diciembre, reúne a cerca de 30.000 líderes de 197 países. La cumbre busca establecer una agenda de trabajo viable para implementar los pactos contemplados en el Acuerdo de París, firmado por 195 países.

Los equipos profesionales del CEDyAT coinciden con los cuatro ejes críticos en el combate del cambio climático: reforzar las acciones que se llevan a cabo, redactar el programa de trabajo, financiamiento para luchar contra el fenómeno y las inversiones en fuentes de energía e infraestructura limpias.

Los debates a menudo son técnicos, pero muy polémicos: China, por ejemplo, ha sugerido que los países en desarrollo sean sometidos a normas de presentación de informes más flexibles, pero tanto Europa como Estados Unidos han rechazado esa propuesta.

Cuando se firmó el acuerdo de la Cumbre de París en el año 2015, se dijo que este año (2018) sería la fecha límite para terminar de acordar y poner en práctica las medidas que se tomaron en aquella reunión. Además, es el momento de conciliar herramientas que permitan medir los avances.

"La mayoría de los países responsables de la emisión de gases de efecto invernadero están retrasados en sus esfuerzos por alcanzar las promesas acordadas en París", sentenció António Guterres, secretario general de la ONU, en el discurso inaugural de la Cumbre. Guterres pidió en Katowice, Polonia, que los gobiernos y los inversores apuesten "por la economía verde, no por el gris de la economía carbonizada".

Según los organizadores, el evento busca centrar la atención alrededor de tres asuntos: la tecnología, los conflictos humanos y la naturaleza. Sobre el primer punto resaltan la necesidad de impulsar soluciones modernas y benévolas con el medio ambiente para el desarrollo urbano sostenible y la búsqueda de un aire limpio. Además, enfatizan en la importancia de articular a los sectores industriales y las poblaciones para lograr transformaciones en las formas de producción. Y por último, indican que en el evento se quiere dialogar sobre el manejo sostenible de los bosques para que contrarresten el impacto de los gases de efecto invernadero.

Nuestros expertos del área de ambiente y energía del CEDyAT expresan que a partir de la esta cumbre del clima, que lleva el número 24, se pretende que los países informen de su progreso en la reducción de emisiones de manera transparente y estandarizada. Y deberán ofrecer muchos más detalles sobre cómo pretenden reducir las emisiones de combustibles fósiles en el futuro, para que expertos externos puedan analizar sus planes y señalar exactamente dónde se están quedando cortos en sus políticas climáticas actuales.

En este contexto, el Banco Mundial realizó un fuerte anuncio, de ofrecer un financiamiento de 200.000 millones de dólares compuesto por 100.000 millones de dólares "de financiamientos directos" del Banco Mundial. Lo cual "envía una señal importante a la comunidad internacional para que haga lo mismo", lo informó dicha entidad en un comunicado. Pero aunque los flujos aumenten, según la OCDE, los países del Sur piden compromisos más claros a los del Norte. Mientras los financiamientos para el clima se concentran por lo regular en acciones para la reducción de los gases de efecto invernadero, especialmente el desarrollo de las energías renovables, el Banco decidió insistir en su plan 2021-2025 en el apoyo a la adaptación de los efectos del cambio climático.

"Debemos combatir las causas pero también facilitar la adaptación a las consecuencias que son con frecuencia más dramáticas para los más pobres del mundo", dijo Kristalina Georgieva, directora general del Banco Mundial. Así "por primera vez" la mitad de los 100.000 millones de dólares de fondos del Banco serán aplicados a proyectos de adaptación.

"Incluso si no podemos limitar el calentamiento climático a +2§C, sabemos que las necesidades de adaptación serán muy importantes en países como Chad, Mozambique o Bangladesh", dijo John Roome director senior de Cambio Climático del Banco Mundial. "Si no reducimos las emisiones y no aplicamos medidas de adaptación ahora, habrá 100 millones de personas más viviendo en la pobreza de aquí a 2030?, agregó.

Hace unos días participamos en la Universidad de Berkeley, California, junto con otros miembros del CEDyAT en un workshop donde claramente el equipo de expertos de la Facultad de Ambiente norteamericana nos confirman, lo explicitado por los directores del Banco Mundial, que el gran desafío consiste en que la planificación urbana debe contar con la visión de ciudades más saludables, con capacidad de resiliencia y la suficiente flexibilidad para la adaptación al cambio climático, al efecto que tienen las migraciones y los cambios producidos por las innovaciones laborales. Para proteger a la vez a las poblaciones con mayor vulnerabilidad ya sea por la situación de pobreza estructural o provocadas por catástrofes.

Por otra parte, algunos países, como Estados Unidos y Europa, desconfían de mantener a países como China, India y otros en un nivel más bajo de emisiones porque los países en desarrollo representan el 60 % de las emisiones mundiales en la actualidad.

Por lo tanto, en Katowice, los negociadores analizarán la manera de abordar muchos y complicados aspectos, en particular cómo será la forma en que los países deben cumplimentar sus progresos o el nivel de auditoría externa que deberán enfrentar respecto de sus compromisos futuros. El borrador actual del texto de negociación tiene 236 páginas y, según un estudio de Carbon Brief -la prestigiosa plataforma web que cubre los últimos avances en ciencia climática, política climática y política energética-

contiene más de 3.700 artículos donde los países aún no están de acuerdo con la redacción. Los negociadores tienen hasta el 14 de diciembre para resolverlos todos con una propuesta superadora a la grieta que desde el Acuerdo de ParIs se transitan en estas Cumbres Climáticas. Lo importante es no demorar más.

 

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