El año que comenzó con el asesinato de Andrea Neri en una celda de la cárcel de Villa las Rosas, en los primeros días de enero, terminó con la segunda tasa más alta de femicidios del país, de acuerdo a un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación que se conoció ayer.
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El año que comenzó con el asesinato de Andrea Neri en una celda de la cárcel de Villa las Rosas, en los primeros días de enero, terminó con la segunda tasa más alta de femicidios del país, de acuerdo a un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación que se conoció ayer.
En 2017 mataron a 24 mujeres en la provincia, según este relevamiento, lo que implica que hubo 1,9 casos por cada 100 mil habitantes. Solo Santiago del Estero tuvo un peor indicador, con 19 femicidios: 2,1 por cada 100 mil personas que viven en esa jurisdicción.
Luego de Salta se ubicaron Tierra del Fuego, con una tasa de 1,6 y Jujuy, con 1,4. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Corrientes quedaron en un mismo escalón, con un indicador de 0,7.
En 2016 se habían registrado 10 femicidios en Salta, de acuerdo al informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia, lo que implica una tasa de 0,8 casos por cada 100 mil ciudadanos. En 2017 hubo más del doble de casos que el año anterior.
"Insistimos en que debemos indagar en las políticas y los protocolos que se aplican ante las denuncias de las víctimas. Estas decisiones no pueden quedar libradas al criterio de los funcionarios de turno", dijo ayer a El Tribuno Laura Postiglione, presidenta del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Salta.
Casi 300 en el país
La Defensoría del Pueblo de la Nación relevó un total de 292 femicidios durante el año pasado en todo el país, lo que equivale a un promedio de 24 por mes.
Sobre este total, 31 son casos vinculados, cifra en la que entran los hijos o parejas de las víctimas que fueron asesinados como consecuencia de un caso de violencia de género. También se contabilizaron en el país cinco crímenes de mujeres trans.
El informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación incluye los crímenes de mujeres, niñas y adolescentes cometidos por hombres y por razones asociadas al género. Las causas judiciales están caratuladas como femicidio o muerte dudosa bajo sospecha de femicidio.
Las mujeres asesinadas que habían hecho denuncias policiales previas por agresiones o amenazas representan el 16 por ciento. Un 32 por ciento, en tanto, no había llegado a pedir ayuda. Sobre el resto de los casos no hay información específica.
Para Laura Postiglione, algunos de los desafíos son indagar en los casos de las que no logran pedir asistencia en ninguno de los organismos que trabajan en el tema y formar a los funcionarios.
"Hay que mejorar la actuación de la Policía. Tenemos que evitar que las mujeres lleguen hasta la comisaría y no les tomen la denuncia, que es algo que sigue pasando. Desde el Observatorio venimos trabajando con el Ministerio de Salud para que los profesionales de las salitas y hospitales entiendan que es un tema que también los involucra", afirmó.
La gran mayoría de los crímenes que se registraron en 2017 se cometieron con armas blancas o de fuego. Siguen en orden de importancia los casos en que las golpearon hasta morir, las estrangularon o las quemaron.
En cuanto al vínculo, la mayor cantidad de femicidas eran parejas de las víctimas. El 17 por ciento de las que murieron tenían menos de 18 años; el 33 por ciento entre 19 y 30 años y el 34 por ciento estaba en la franja que va de los 31 a los 50 años.