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Diego Figueredo: “Apelamos a nuestra seguridad para levantar el mal momento”

El base, última incorporación de Salta Basket, habló con El Tribuno sobre el cambio del equipo en estos últimos partidos. Mirá qué dijo.
Martes, 20 de febrero de 2018 00:19

En medio de una crisis deportiva, el primer viernes de este mes arribó el base cordobés Diego Figueredo a Salta Basket. El equipo había dado de baja a Pablo Bruna y venía de perder tres partidos seguidos, una racha que se extendería por otros tres encuentros. Por si fuera poco, en el medio se lesionó Diego Gerbaudo, el capitán del equipo. 
Sin embargo, en los últimos días, los infernales cambiaron murmullos por aliento, baja autoestima por confianza y el domingo confirmaron que la marea pasó, tras aplastar a San Lorenzo, el líder indiscutido, bicampeón y ganador de la Supercopa. Lo que antes no salía, comenzó a salir, como el equipo del fondo de la tabla, su principal objetivo. Y tras sellar su tercera victoria al hilo, quizás la más importante de la temporada, Figueredo, el más nuevo del plantel, dialogó con El Tribuno sobre cómo vive el presente del único representativo salteño en la máxima categoría del básquet nacional. 
Ahora que la euforia ya pasó, ¿qué significó el triunfo ante San Lorenzo?
Fue muy lindo ganar por todo el marco que se generó en el Delmi y porque necesitábamos ganar. Además, sabíamos a lo que juega San Lorenzo, que siempre es candidato a ganar y que venía de once triunfos en fila, eso hizo que sea una gran fiesta para todos.
¿La confianza es lo que más valoran de la victoria?
Seguro, pero más allá de eso, remarcar lo que estamos haciendo como equipo, encontrarnos con ese buen momento que esperábamos tener. Queríamos ser un equipo mucho más agresivo y lo conseguimos.
Llegaste en un momento complicado, pero en un poco más de dos semanas el equipo dio un giro de 180º, ¿a qué se debe ese cambio rotundo? 
Lo principal fue que nos limpiamos la cabeza y volvimos a la fuente de trabajo, a exigirnos día a día, apelar a nuestra seguridad para levantar el mal momento que atravesábamos. Teníamos una clara intención de jugar en equipo y lo incorporamos en las últimas tres fechas. Creo que ese cambio rotundo pasó por ahí, simplemente fue porque nos vimos obligados a trabajar mucho más. Con estos triunfos, le hemos mandado mensaje a los otros equipos de que vamos a luchar y a intentar salir del fondo de la tabla.
¿El trabajo fue más desde el plano deportivo o desde lo mental? 
Hablamos entre nosotros, por supuesto, para poner las cosas en claro, pero más tuvo que ver con el trabajo diario, la confianza basquetbolística. El trabajar a diario nos hace estar más confiados, más seguros de nosotros mismos. Pasó por ahí, no hubo otro punto. 
Los gajes del oficio en el básquet dirán que es una costumbre el reemplazo a un jugador fue dado de baja. Vos arribaste tras el corte a Pablo Bruna, ¿lo tomás como algo normal de la profesión o cuesta arribar a un equipo en esos términos?
Es complicado llegar en medio de un recambio, especialmente en el medio de una gira de visitante como me tocó. Sabés que hay malos entendidos que resolver, pero tenés que estar fuerte de la cabeza y convencido de que vas a sumar al equipo que llegás. Tenés que pensar en filtrar las cosas que necesita el equipo, tratar de sumar lo más rápido posible y acoplarse al equipo. Lleva tiempo, pero por el momento se ha resuelto. Estas victorias ayudan a transitar el recambio de la mejor manera.
Reemplazaste a Bruna y de alguna forma también a Gerbaudo que se lesionó en esa gira, ¿fue una doble responsabilidad?
Es verdad que justo me toca la situación de que Diego (Gerbaudo) se lesiona, pero él quería jugar. Entonces eso me obligó a tratar de incorporarme al equipo lo más rápido posible. Ingresar en el quinteto inicial lo libera a él que termina cerrando el juego, algo fundamental para nosotros. Lo veo así porque sus aportes son una necesidad para el equipo. 
Ante San Lorenzo y otros equipos te tocó compartir minutos con él y  se conectaron enseguida, ¿sentís que se entendieron muy rápido? 
Hemos encontrado una muy buena química con Diego y hay que tratar de mantenerla, esta bueno que se libere en el traslado de la pelota.
Si bien Salta Basket no tiene muchos años de historia, los bases siempre fueron referentes para la gente: lo fue Gastón García en el Torneo Federal y TNA y también Gerbaudo, ¿es una responsabilidad extra para vos?
Es que ser base es una posición de mayor responsabilidad y que atrae a la gente, pero hay que saber manejarlo. Soy consciente de que todos somos importantes en el equipo y lo estamos haciendo bien. Si el público está contento, es mejor.
Respecto a la gente, ¿te sorprendió el marco del domingo?
La verdad que sí. Me sorprendí con la cantidad y porque fue una fiesta. Lo disfrutamos muchísimo y estamos muy agradecidos.
Ahora se viene un parate por las eliminatorias FIBA, ¿les conviene o preferían seguir jugando en este ritmo?
Creo que nos viene bien parar, especialmente para que Diego (Gerbaudo) termine de recuperarse. Para nosotros es fundamental que suceda eso. Nos da una ventaja seguir creciendo como equipo. Necesitábamos entrenar cuando estábamos mal, ahora que estamos bien, también necesitamos trabajar.

 

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En medio de una crisis deportiva, el primer viernes de este mes arribó el base cordobés Diego Figueredo a Salta Basket. El equipo había dado de baja a Pablo Bruna y venía de perder tres partidos seguidos, una racha que se extendería por otros tres encuentros. Por si fuera poco, en el medio se lesionó Diego Gerbaudo, el capitán del equipo. 
Sin embargo, en los últimos días, los infernales cambiaron murmullos por aliento, baja autoestima por confianza y el domingo confirmaron que la marea pasó, tras aplastar a San Lorenzo, el líder indiscutido, bicampeón y ganador de la Supercopa. Lo que antes no salía, comenzó a salir, como el equipo del fondo de la tabla, su principal objetivo. Y tras sellar su tercera victoria al hilo, quizás la más importante de la temporada, Figueredo, el más nuevo del plantel, dialogó con El Tribuno sobre cómo vive el presente del único representativo salteño en la máxima categoría del básquet nacional. 
Ahora que la euforia ya pasó, ¿qué significó el triunfo ante San Lorenzo?
Fue muy lindo ganar por todo el marco que se generó en el Delmi y porque necesitábamos ganar. Además, sabíamos a lo que juega San Lorenzo, que siempre es candidato a ganar y que venía de once triunfos en fila, eso hizo que sea una gran fiesta para todos.
¿La confianza es lo que más valoran de la victoria?
Seguro, pero más allá de eso, remarcar lo que estamos haciendo como equipo, encontrarnos con ese buen momento que esperábamos tener. Queríamos ser un equipo mucho más agresivo y lo conseguimos.
Llegaste en un momento complicado, pero en un poco más de dos semanas el equipo dio un giro de 180º, ¿a qué se debe ese cambio rotundo? 
Lo principal fue que nos limpiamos la cabeza y volvimos a la fuente de trabajo, a exigirnos día a día, apelar a nuestra seguridad para levantar el mal momento que atravesábamos. Teníamos una clara intención de jugar en equipo y lo incorporamos en las últimas tres fechas. Creo que ese cambio rotundo pasó por ahí, simplemente fue porque nos vimos obligados a trabajar mucho más. Con estos triunfos, le hemos mandado mensaje a los otros equipos de que vamos a luchar y a intentar salir del fondo de la tabla.
¿El trabajo fue más desde el plano deportivo o desde lo mental? 
Hablamos entre nosotros, por supuesto, para poner las cosas en claro, pero más tuvo que ver con el trabajo diario, la confianza basquetbolística. El trabajar a diario nos hace estar más confiados, más seguros de nosotros mismos. Pasó por ahí, no hubo otro punto. 
Los gajes del oficio en el básquet dirán que es una costumbre el reemplazo a un jugador fue dado de baja. Vos arribaste tras el corte a Pablo Bruna, ¿lo tomás como algo normal de la profesión o cuesta arribar a un equipo en esos términos?
Es complicado llegar en medio de un recambio, especialmente en el medio de una gira de visitante como me tocó. Sabés que hay malos entendidos que resolver, pero tenés que estar fuerte de la cabeza y convencido de que vas a sumar al equipo que llegás. Tenés que pensar en filtrar las cosas que necesita el equipo, tratar de sumar lo más rápido posible y acoplarse al equipo. Lleva tiempo, pero por el momento se ha resuelto. Estas victorias ayudan a transitar el recambio de la mejor manera.
Reemplazaste a Bruna y de alguna forma también a Gerbaudo que se lesionó en esa gira, ¿fue una doble responsabilidad?
Es verdad que justo me toca la situación de que Diego (Gerbaudo) se lesiona, pero él quería jugar. Entonces eso me obligó a tratar de incorporarme al equipo lo más rápido posible. Ingresar en el quinteto inicial lo libera a él que termina cerrando el juego, algo fundamental para nosotros. Lo veo así porque sus aportes son una necesidad para el equipo. 
Ante San Lorenzo y otros equipos te tocó compartir minutos con él y  se conectaron enseguida, ¿sentís que se entendieron muy rápido? 
Hemos encontrado una muy buena química con Diego y hay que tratar de mantenerla, esta bueno que se libere en el traslado de la pelota.
Si bien Salta Basket no tiene muchos años de historia, los bases siempre fueron referentes para la gente: lo fue Gastón García en el Torneo Federal y TNA y también Gerbaudo, ¿es una responsabilidad extra para vos?
Es que ser base es una posición de mayor responsabilidad y que atrae a la gente, pero hay que saber manejarlo. Soy consciente de que todos somos importantes en el equipo y lo estamos haciendo bien. Si el público está contento, es mejor.
Respecto a la gente, ¿te sorprendió el marco del domingo?
La verdad que sí. Me sorprendí con la cantidad y porque fue una fiesta. Lo disfrutamos muchísimo y estamos muy agradecidos.
Ahora se viene un parate por las eliminatorias FIBA, ¿les conviene o preferían seguir jugando en este ritmo?
Creo que nos viene bien parar, especialmente para que Diego (Gerbaudo) termine de recuperarse. Para nosotros es fundamental que suceda eso. Nos da una ventaja seguir creciendo como equipo. Necesitábamos entrenar cuando estábamos mal, ahora que estamos bien, también necesitamos trabajar.

 

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