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Villa Floresta: seis décadas sin agua potable

En un par de meses se espera que finalice una obra hídrica millonaria. Muchos dependen de un camión aguatero que pasa de vez en cuando.
Sabado, 24 de febrero de 2018 00:40

Más de 60 años vivieron hasta ahora las familias de Villa Floresta sin agua de red. Muchas dependen de un camión que les deja lo imprescindible o de picos de los que a veces no sale una gota. Las obras para cambiar esta realidad terminarán en unos dos meses. 

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Más de 60 años vivieron hasta ahora las familias de Villa Floresta sin agua de red. Muchas dependen de un camión que les deja lo imprescindible o de picos de los que a veces no sale una gota. Las obras para cambiar esta realidad terminarán en unos dos meses. 

Desde Aguas del Norte confirmaron a  El Tribuno que esperan que en 60 días finalice una gran obra que proveerá de agua potable a este barrio y mejorará el servicio en esta y otras zonas cercanas. 

Villa Floresta está ubicada al pie del cerro, en la zona este de la ciudad, y abarca una lonja de unos 3 kilómetros de largo por 500 metros de ancho. Ocupa alrededor de 114 hectáreas, donde viven unas 5.600 personas, y sigue creciendo.

La urgencia por contar con un servicio digno de agua potable llevó a un vecino y una vecina de Floresta a relevar las condiciones en que viven la gente de la zona. Produjeron un informe y lo acercaron a Aguas del Norte hace días para que la empresa tuviera más información para mejorar la situación del barrio. 

Tras recorrer 68 manzanas y entrevistar a las familias durante 10 días, Carlos Eduardo Flores y Ángela Céspedes, determinaron la existencia de tres situaciones en Floresta: el primero, casas conectadas a la red, aunque con presión muy baja y provisión inconstante de agua; el segundo, viviendas con conexiones informales, con muy poca agua y muchísimas pérdidas, y el tercero, familias que no tienen ninguna conexión y dependen de un camión aguatero, que, según dijeron, “pasa de manera irregular por el barrio dejando cantidades variables pero siempre insuficientes”.

“Encontré una casa donde viven 10 familias, unas 35 personas -niños incluidos-, que dependen del aguatero”, detalló Flores. “Estamos en una crisis hídrica por la falta de inversión en los últimos diez años. No da abasto un grifo para proveer a 10 casas”, planteó a este medio.

En el informe que presentaron a Aguas del Norte, los vecinos alertaron sobre la cantidad de casos de diarrea que hay en villa Floresta y lo relacionaron con la falta del servicio. “Hay muchos chicos que tuvieron diarrea y fueron al hospital Papa Francisco. Los médicos dijeron a las madres que lo más probable es que se deba al agua porque muchas veces viene turbia. Es agua que no puede usarse ni para lavar la ropa”, advirtió Flores.

El vecino disertó en la audiencia pública que se hizo el 16 de febrero para tratar el aumento de la tarifa del agua y aprovechó el micrófono para contar cómo es la vida de las familias que no tienen agua. 

Una obra necesaria

Desde Aguas del Norte informaron que se está haciendo una gran obra de impulsión, que cuesta más de 150 millones de pesos, para proveer de agua a villa Floresta y mejorar el servicio en 13 barrios de la ciudad.

Los trabajos están a cargo de la empresa Dal Borgo, comenzaron en abril de 2016 y se espera que terminen en 60 días, aunque el avance de obra es del 78%. 

“La obra tiene tres pozos, 4 mil metros de cañerías de impulsión, tres cisternas, bombeos y 3 mil metros de cañería para distribución”, dijeron desde Aguas del Norte. Se harán las redes y las conexiones para que cada frentista haga su conexión interna. En la primera etapa se incorporará al sistema de abastecimiento a 850 familias de Floresta.

Se mejorará el servicio a 1.839 usuarios de los barrios Manjón Viejo, El Milagro, Aída, Cabildo, Jardín, Villa Mónica, Villa Mitre, Floresta, Portezuelo Chico, villa Constitución, asentamiento Constitución, Velata y Mirador del San Bernardo.

“Es una obra muy costosa para la provincia y bastante compleja porque, al ser una zona no apta y alta, se tuvieron que hacer estudios de ingeniería para hacer la impulsión correspondiente”, señaló el presidente de Aguas del Norte, Lucio Paz Posse, a El Tribuno. “Cuando esté en funcionamiento, (los vecinos) van a tener la solución de fondo que esperan desde hace mucho tiempo”.

La defensora del Pueblo de Salta capital, Frida Fonseca, dijo a El Tribuno que “la obra tendría que estar terminada hace rato”. “Se había prometido desde el Gobierno de la Provincia que (esto) se resolvería pronto pero siguen dando vueltas. Supuestamente (la obra) va a proveer de agua a todo el barrio”.

La defensora observó que la Provincia es lenta para reubicar a vecinos que se asientan en lugares que no tienen factibilidad de servicios. “Si no hicieron lo que tenían que hacer, tienen que dar soluciones y garantizar la provisión de los servicios. No pueden dejar a miles de personas viviendo sin agua, sin cloacas, sin nada”, sostuvo Fonseca. 

Drama

“Sé el drama de los vecinos: no tener agua y que no suba el camión aguatero porque las calles quizás están en mal estado. Lleva años de arrastre esto”, afirmó la defensora del Pueblo.

Fonseca evaluó que el servicio de agua potable está en una situación crítica en Salta. “Si no hay una decisión de invertir por parte de la Provincia en el tema del agua, no se va a solucionar. ¿Qué es más urgente que el agua?”, cuestionó.

La defensora mencionó también las diarreas, que constituyen la primera causa de consulta en el Hospital Público Materno Infantil. 

“Las infecciones gastrointestinales son producto de bacterias, de contaminación, entre otras. Hay un alto nivel de sospecha de que puede haber problemas de agua. La turbiedad con la que llega el agua después de los cortes hace ver que los filtros no están en buenas condiciones y que la potabilidad del agua... No es una cosa cierta, pero la sospecha siempre está”.

Con fondos nacionales

En el marco del Plan Nacional del Hábitat, en Floresta comenzaron a hacerse obras por un valor de 114 millones de pesos. Estas comprenden calles con sus nombres, veredas y desagües pluviales; construcción de un playón deportivo e incorporación de mobiliario urbano: contenedores de residuos, señalética y paradas de colectivo; mejoramiento de plazas y espacios verdes. La red cloacal para el sector alto no está prevista en este plan.

Si bien los trabajos se pararon a fines del año pasado, desde Nación aseguraron que “todo está en ejecución, avanzando acorde a los plazos previstos”. Sobre los fondos, informaron a  El Tribuno que se hizo un primer desembolso por más de 28 millones de pesos; un segundo, de 2 millones, y que en Hacienda está para transferirse un tercero, por 15 millones.

 

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