Los días libres, sin despertadores, sin padres corriendo detrás de algún hijo somnoliento, los desayunos que por poco se confunden con el almuerzo, la ropa holgada. Todo eso va quedando atrás bajo el recuerdo "vacaciones del 2018".
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Los días libres, sin despertadores, sin padres corriendo detrás de algún hijo somnoliento, los desayunos que por poco se confunden con el almuerzo, la ropa holgada. Todo eso va quedando atrás bajo el recuerdo "vacaciones del 2018".
El fin de semana pasado fue el último sin que aparezcan las ideas que recurrentemente vienen a las cabezas de los padres durante todo el año: "¿Tenés todo listo para mañana?".
Para despedir las vacaciones, muchos padres decidieron salir con los niños a lugares al aire libre. El tiempo no acompañó mucho, pero a pesar de la lluvia, se dieron maña cubriéndose de ella en algún techo, regresando luego de la lluvia, o planeando actividades bajo techo.
El Parque del Bicentenario fue una de las opciones elegidas. Delfina patina como si estuviera sola, pero no lo está, desde lejos sus padres, Augusto y Graciela, entre mate y charla, la miran. "Siempre venimos al parque, pero en vacaciones ellos y nosotros estamos más relajados", cuentan. El hecho que sea un espacio cerrado, afirman, los hace sentirse más seguros. "Está con sentimientos encontrados", dicen sobre la vuelta a clases de su hija.
En el recorrido cambian las caras y las edades, pero el sentimiento se repite. "No queremos que terminen las vacaciones porque solo podemos andar los fines de semana. Pero también sí quiero, porque quiero conocer a mis nuevos compañeros", afirma Juan con el skate en la mano.
También están los que no quieren saber nada. Micaela llegó desde Mosconi junto a su mamá. Ambas conocieron Salta, "Quiero quedarme, pero tengo que volver" , dice desganada.
Más allá está Daiana, y contrarresta la posición de Micaela. "Quiero regresar porque es un año nuevo para mí, comienzo la secundaria", relata.
El shopping fue una de las opciones elegidas para pasar el lluvioso domingo. Al ser consultados, un grupo de entre 12 y 14 años respondió casi al mismo tiempo y con la mismas ganas, que no querían volver al colegio porque "es aburrido".
El primer día de clases es algo que muchos planean como fecha importante, este es el caso de Sergio Cañizares. Es padre divorciado y vino desde Buenos Aires para disfrutar de los últimos días libres de su hija. "Como estaba lluvioso la traje al cine, mañana iremos al teleférico. Me quedo para acompañarla al primer día de clases", contó.
Así como están los padres que esperan ansiosos por la vuelta a clases, para otros, se termina una época de compartir. "Me encanta que esté de vacaciones porque disfruto más, estoy más tiempo con ella", dice Andrea desde una pirca del Parque San Martín. Según cuenta, le cuesta coincidir los horarios laborales con los escolares.
Lo mismo le pasó a Lucía, pero sostiene, mientras mira a su hijo menor pintar con un pincel: "Ahora que tengo más tiempo trato de acompañarlo todo el tiempo, de llevarlo y traerlo a la escuela, ya que con la mayor no pude".