Leandro Zárate fue blanco de insultos, reproches y cuestionamientos de los enervados plateístas en la tarde de ayer en el estadio Martearena durante un poco más de 65 minutos de juego. Es que hasta entonces el delantero cordobés era de lo más irresoluto en cancha. No se conectaba con el juego ni con las chances antonianas y, desde atrás del alambrado, acorde al folclore eterno, muchos incluso no demoraban en recordarle que “esto no es Gimnasia, es Juventud”.
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Leandro Zárate fue blanco de insultos, reproches y cuestionamientos de los enervados plateístas en la tarde de ayer en el estadio Martearena durante un poco más de 65 minutos de juego. Es que hasta entonces el delantero cordobés era de lo más irresoluto en cancha. No se conectaba con el juego ni con las chances antonianas y, desde atrás del alambrado, acorde al folclore eterno, muchos incluso no demoraban en recordarle que “esto no es Gimnasia, es Juventud”.
Hasta que en el minuto 21 del segundo tiempo, la Chancha fue el primero -y el único- en capitalizar con acierto en la red, tras un cabezazo oportuno, las buenas insinuaciones del departamento creativo antoniano, tras una sucesión de toques entre Lucas y el ingresado Claudio Acosta y un centro del Ratón Ibáñez. Entonces, el grito unánime de gol eclipsó los insultos previos.
“El técnico tiene una idea que la está desarrollando, esperemos que podamos seguir creciendo. A veces se puede dar el juego que queremos y a veces no. Por momentos estábamos jugando bien y por momentos se nos complicó. Hay que ser conscientes que todos los partidos van a ser diferentes y que es difícil”, contó Zárate, para luego hablar de su baño de confianza en la red. “El delantero vive de esto. Lo hablábamos recién con Balvo (Gustavo Balvorín). Cuando no tenemos situaciones de gol la gente no nos perdona una. Jugamos en el mismo puesto y sabemos que es así. Es la realidad. Gracias a Dios, la única que me quedó la pude embocar y estoy muy contento”, dijo.
En cuanto a la resistencia inicial de la gente, se pronunció: “El fastidio no fue solamente con Leandro Zárate, sino con todos o varios de los compañeros. Cuando la cosa no te sale se genera fastidio. Pero nosotros estamos preparados para eso, somos profesionales y tenemos que saber entender lo que la gente puede llegar a gritar o no. Uno está tranquilo de saber que trata de hacer bien las cosas, por más que salgan bien o mal, uno siempre va a dejar todo, que es lo más importante. El gol fue un desahogo para mí porque el fastidio se genera, más allá que no nos tiene que afectar, uno escucha muchas cosas que se dicen desde afuera y se genera eso. Ojalá que esta sea la partida para cosas importantes”.
"A nosotros nos van a jugar todos a muerte"
Para Zárate “serán todas finales. Si queremos lograr cosas importantes tenemos que saber que son todas finales y hay que tomarlo de esa manera”. La Chancha lo catalogó como un partido de “6 o 7 puntos. Por momentos mostramos cosas importantes y por momentos se nos complicó. Sabíamos que es así, no jugamos solos, había un rival en frente. Se nos complicó porque ellos están últimos, peleando el descenso y no pueden regalar nada.
Nosotros tenemos que saber que todos le jugarán a muerte a Juventud, de los que han quedado en la reválida es uno de los clubes más grandes. Sabemos donde estamos”, concluyó.
Palabra de More
Para el zurdo volante antoniano, el rendimiento del equipo fue “notable, en todo momento intentamos, propusimos. Guaraní vino a no regalar nada y a ver si por un error nuestro se llevaba algo. En esta reválida será siempre así, ganará el que más atento esté a los detalles”. En cuanto al funcionamiento del equipo, el tucumano consideró: “Tratamos de mejorar día a día, de tener una idea, trabajándolo día a día y ganando juego, eso es bueno”.