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Incendio en el sanatorio El Carmen: "El quirófano se llenó de humo y no podíamos dejar de operar"

Paul Coronel contó la odisea que vivió cuando se incendió el sanatorio El Carmen.La intervención era compleja y la paciente sufrió un paro cuando la evacuaron. Se repone.
Jueves, 24 de mayo de 2018 00:00

El prestigioso cirujano metanense, Paul Coronel, contó a El Tribuno la odisea que vivió junto a su equipo médico cuando estaban operando a una mujer en el sanatorio El Carmen, el viernes pasado en Salta, cuando se produjo un voraz incendio.

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El prestigioso cirujano metanense, Paul Coronel, contó a El Tribuno la odisea que vivió junto a su equipo médico cuando estaban operando a una mujer en el sanatorio El Carmen, el viernes pasado en Salta, cuando se produjo un voraz incendio.

El profesional y sus colaboradores quedaron shockeados. Por eso Coronel el martes pasado suspendió sus actividades para descansar en la casa de sus padres, en el barrio Alberdi de San José de Metán.

Un poco más calmado, pero con quemaduras leves entre sus labios y la nariz por las inhalación de gases y calor, brindó una entrevista exclusiva sobre el tema a El Tribuno.

"Creo que uno no está preparado para este tipo de situaciones extremas, donde está en juego la vida del paciente y la de todo el equipo médico que estaba trabajando en el lugar del incendio. Fueron momentos terribles que jamás olvidaré", dijo Coronel al comenzar la nota con este medio.

Luego relató que estaban ubicados en el primer piso del sanatorio El Carmen, al lado de donde se originó el foco ígneo. Se encontraban realizando una microcirugía a una mujer de 43 años a la que le hicieron una reconstrucción mamaria. La intervención se había iniciado a las 8 de la mañana.

Llevaban cinco horas operando

"Llevábamos más de cinco horas ininterrumpidas de cirugía, cuando comenzamos a sentir un fuerte olor a quemado, y como estábamos al lado de la terapia intensiva, donde se inició el incendio, la sala quirúrgica comenzó a llenarse de humo", recordó.

"Fue un momento terrible. En los años de profesión que llevo nunca pasé por una situación tan extrema. Vimos ingresar el humo y no paramos en ningún momento de operar. Teníamos que seguir porque estaba en juego una vida. No la íbamos a dejar, pero también sabíamos que tal vez nunca íbamos a poder salir de ahí", señaló el metananse aún conmocionado por la experiencia que le tocó vivir en Salta.

 Paul Coronel

Detalló que habían terminado de unir los vasos sanguíneos, pero aún quedaba la parte final de la operación, que es considerada de alta complejidad.

"En un momento no se podía seguir, no se veía nada por la gran cantidad de humo. No podíamos respirar bien, pero todo el equipo continuó firme. Por eso agradezco la valentía de todos. En ese momento pedimos sellar las puertas para que no entre más humo. Los asistentes comenzaron a poner mantas humedecidas con solución fisiológica debajo de las puertas para impedir que ingresara más humo, pero fue en vano", dijo Coronel.

Una anestesista ejemplar

La anestesióloga, pieza clave en la intervención, demostró total entereza y con una conducta admirable jamás se separó de la paciente y siguió verificando los parámetros vitales todo el tiempo.

"Todos nos estábamos intoxicando, incluso tengo quemaduras leves entre los labios y la nariz por la inhalación de monóxido de carbono. Comenzamos a toser y la situación era insostenible porque ya no podíamos respirar, pero sabíamos que no podíamos parar porque estaba una vida en juego", recordó el médico metanense.

Luego Coronel dispuso dar por finalizada, en forma momentánea la cirugía, hasta que se pueda evacuar a la paciente y a los integrantes del equipo médico que estaba trabajando en el quirófano en muy malas condiciones y arriesgando sus propias vidas.

Hizo un paro cardíaco

"No sabíamos si íbamos a poder salir, estábamos muy asustados. Luego los bomberos abrieron la puerta y primero sacamos a la paciente en una camilla. No se veía nada por el humo. La subimos a una ambulancia para trasladarla a otro centro asistencial y en el camino sufrió un paro cardíaco", indicó el profesional.

"No nos separamos de ella, íbamos con otros médicos que la asistieron y lograron sacarla adelante de ese cuadro. Yo estaba shockeado e intoxicado y de pronto me di cuenta que me había transformado también en paciente", remarcó.

La mujer fue estabilizada y cuando llegaron a otro sanatorio, el mismo Coronel decidió continuar y terminar de inmediato la cirugía, que concluyó finalmente con éxito.

"La operación salió bien gracias a Dios y la paciente está teniendo una buena evolución", concluyó Coronel con la odisea visible aún en sus ojos.

 

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