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El plan "B" de Sergio Massa

Martes, 17 de julio de 2018 00:00

El A, B, y C de los planes económicos. Economistas peronistas adherentes a Sergio Massa, anterior diputado nacional, presentaron un plan económico alternativo, que se suma a otros propuestos desde el kirchnerismo y la Universidad del CEMA.

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El A, B, y C de los planes económicos. Economistas peronistas adherentes a Sergio Massa, anterior diputado nacional, presentaron un plan económico alternativo, que se suma a otros propuestos desde el kirchnerismo y la Universidad del CEMA.

Poniendo atención en este plan alternativo de Massa y focalizando en alguno de sus aspectos, se aprecia que, en términos generales y de manera similar a las propuestas de los economistas del kirchnerismo, las medidas que se explicitan implican un fuerte incremento del déficit fiscal.

En efecto, sin dejar de reconocer otras causas que explican la inflación en la Argentina, no puede ignorarse al déficit fiscal como una de las más importantes. Sin embargo, gran parte de las propuestas de este Plan B, que pone énfasis en abatir la inflación, contiene detonadores que la potenciarían, observándose así inconsistencias en este plan.

Así, la flotación administrada supone elegir un tipo de cambio -¿cuál y definido por quién?- dentro de cierto rango, y consecuentemente obliga al Banco Central a comprar o vender dólares si el tipo de cambio se aparta de él, lo que implica una expansión monetaria sin control.

Análogamente, en relación con las tarifas, el plan plantea indexarlas con los salarios, lo que equivale a congelar porcentualmente los subsidios, incrementándolos en valores absolutos, una de las causas del elevado déficit fiscal.

Por otra parte, la ley de emergencia aduanera que se propone menciona la existencia de "importaciones innecesarias", no quedando claro cuáles serían o quién determina la necesidad o no de tales importaciones. Al mismo tiempo, se aprecia otra inconsistencia, porque se habla de "cartelización" en el sector de alimentos. Además, no debería omitirse, en un diseño antiinflacionario, advertir el negativo papel de las industrias concentradas protegidas por los altos aranceles de que gozan que son responsables de los traslados a los precios de las variaciones cambiarias.

Más adelante se propone bajar el IVA para algunos consumos, lo que nuevamente entra en conflicto con el objetivo declamado de reducir la inflación, toda vez que esta disminución potenciaría el déficit fiscal, además de las objeciones de técnica fiscal que puedan hacerse a esta medida.

Planes alternativos consistentes

Si bien este comentario no se propone plantear un plan económico o cosa parecida, sí parece importante, en línea con comentarios previos sobre inflación, destacar que esta obedece tanto a cuestiones de demanda (déficit fiscal), como de oferta (costos, y entre ellos, las tarifas y tipo de cambio). Consecuentemente, la inflación debe ser atacada desde estos dos frentes. Con respecto al déficit fiscal, reducirlo en la mayor medida posible y en el menor plazo, eliminando gastos no imprescindibles, en especial los corrientes del tipo servicios a terceros, viajes, viáticos y similares. En cuanto a la oferta, oportunamente se propuso en esta columna un mecanismo de progresividad de las tarifas acompañando la inflación mensual más un plus, al mismo tiempo que, disponiendo de un fondo para tal fin, el Gobierno le compensa a las empresas la diferencia entre el precio real y lo que pagan los usuarios, diferencia que se va reduciendo hasta que se hace cero finalmente, y si bien el fondo supone un crédito a tomar y devolver, en cambio el gobierno corta de cuajo los subsidios, a la vez que, hasta que agota las transferencias a las empresas, dispone del remanente del fondo para financiar obras de infraestructura.

Complementariamente, y siempre desde la oferta, para abatir la presión sobre el dólar se debe apuntar a la demanda, verosímilmente conformada por los bancos y entes similares de captación de fondos, elevando encajes y estableciendo que las reservas en dólares se reduzcan lo más posible.

Claramente, éstas son algunas de las posibles medidas que permitirían abatir la inflación. No son las únicas, naturalmente, y tampoco el de la inflación es el único problema a resolver en la economía argentina. No obstante, las ideas propuestas son realizables y, no menos importante, son consistentes, cosa que no se observa en el plan "B" de Sergio Massa.

 

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